Ingresaron al estado de Illinois, pero Candy no se dio por enterada, pues ella dormía tan tranquilamente que Terry no quiso interrumpir su sueño.«La despertaré cuando estemos cerca de Chicago...» Pensó él, observándola con atención.
La rubia muchacha, prácticamente durmió durante todo el camino que habían recorrido, en cambio, Terry no pudo conciliar el sueño.
El joven esbozó una sonrisa y se burló de sí mismo... «¿Cómo podrías dormir? Si tienes a esta mujer frente a ti... Luciendo tan hermosa...» Se dijo sin dejar de observar a Candy, quien yacía cómodamente recostada sobre el asiento frontal. Terry apenas podía creer que tuviese el privilegio de verla, tal cual lucía en esos momentos, en esa pose tan natural...
«Es tu novia...» Pensó, sintiéndose sumamente feliz... «Tuya y de nadie más...»
Terrence notó que Candy se movía sobre el asiento, y se dio cuenta de que de un momento a otro, ella estaría despierta... Bajó la mirada, tomó el libro que tenía sobre el asiento, e instantáneamente posó sus ojos en una página que eligió al azar.
Candy abrió los ojos con lentitud y después observó a su alrededor. Terry se hizo el disimulado, fingió con maestría e hizo como si estuviera muy concentrado, en el libro que sostenía entre sus manos.
— ¿Cuánto tiempo me dormí? —preguntó ella, una vez que despertó por completo.
Él hizo como si abandonará la lectura y elevando su vista para mirar a la recién despierta chica, contestó:
—He perdido la cuenta... Lo único de lo que estoy seguro, es que te quedaste dormida, después de salir del Estado de Nueva York.
— ¿Es en serio?
—Sí... Lo es.
Candy hizo un gesto de sorpresa mientras dejaba a un lado, la chaqueta con la que se había cubierto, enseguida acomodó los tirantes de su blusa y después se llevó una mano hacia el cabello, intentando aplacarlo. Terry se hizo el desinteresado pero mentalmente se lamentó, por perder la visión que le mantuvo entretenido en todo el trayecto. No era que hubiese visto más allá del escote de la blusa de la muchacha, pero por supuesto eso había sido suficiente, para darle rienda suelta a su imaginación... Para él era una pena que Candy decidiera no seguir deleitándolo, con aquella involuntaria sensualidad.
—Soy una mala compañera de viaje... —admitió ella, levantándose del asiento para luego tomar su sitio al lado de Terry.
—Eres realmente mala... —respondió él, mirándole a los ojos—. Ya que admites que has sido bastante egoísta al dormir y dejarme hablando solo... ¿No te parece que deberías recompensarme? —Candy le miró sorprendidaa y esbozando una sonrisa nerviosa preguntó:
— ¿Qué clase de recompensa deseas?
Terry la tomó de la mano, pidiéndole que se acercara hacia él, ella aceptó y despacio, se aproximó hacia el muchacho... Terry no tuvo que aclarar qué clase de satisfacción exigía que le fuese otorgada, Candy por sí misma comprendió lo que deseaba, por ello se quedó quieta, mientras él se aproximaba hacia su boca para reclamarla.
Ante el roce de sus labios, Candy sintió un cosquilleo recorriendo por todo su cuerpo, horas antes Terry la había besado en cuatro ocasiones, más ninguno de esos beso, era igual al que le estaba dando en esos momentos... La lengua del muchacho se entrelazaba sensualmente con la suya y le provocaba una desconocida sensación. El sentimiento era tan placentero que no fue consciente del momento, en el que Terry la sentó sobre su regazo, pues ella se perdió completamente ante la pasional manera en la que el joven actor se adueñaba de su boca... ¿Qué sabía ella de pasión? En realidad no sabía nada, pero su instinto femenino la guió, para corresponder con la misma intensidad.
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Venganza el pasado regresó
FanfictionUn año despues de la muerte de Susana, Terry intenta recuperar la vida que dejó atrás. Viaja hacia Chicago para buscar a Candy, pero, al llegar a la ciudad se entera de que la joven se ha marchado del país. Dos años después de la fallida búsqueda C...