CAPÍTULO 12

2K 167 148
                                    


Candy y Terry abandonaron la mansión, minutos después de que se suscitó el penoso altercado con Archie.

Tanto Annie como Albert, les desearon un buen viaje y ambos los acompañaron hasta que les vieron partir. Archibald por su parte, se limitó a observarlos desde el ventanal de su habitación.

Él nunca pensó que la rubia fuese a tomar sus palabras tan a pecho, le resultaba bastante dramática la forma en la que ella reaccionó. Candy nunca fue del tipo de mujer que se dejara llevar por el rencor, sin embargo todo había cambiado y ella se había marchado, dejando una estela de orgullo por todo el camino.

«Debe ser la influencia de ese estúpido arrogante...» Pensó Archie con torpeza, sin siquiera reparar en que la intransigencia y ridiculez provenían de él.

Finalmente al joven Cornwell, no le importaba mucho que ellos se fueran, pues no estaba a gusto con la idea de convivir con ninguno de los dos; Candy se había convertido en otra persona, en una chica que él desconocía por completo... Y Terrence... Bueno, a él no lo soportaba y punto.

—Espero que ya estés feliz... —le dijo Annie, interrumpiendo la reflexión que él se encontraba haciendo.

—Estoy más tranquilo, ahora que sé que mi hijo y tú no corren ningún peligro —respondió él, sin mostrar ni una sola señal de arrepentimiento.

—Archie, estás siendo ridículo... ¡Nosotros no corríamos peligro! —Annie le miró enojada, después le dio la espalda, se metió a la cama y no volteó para mírarlo ¡Odiaba su actitud!

—Candice está metida en algo turbio... Y tú, en lugar de reprenderla ¡Le das todo tu apoyo! —Archie hizo un gesto de desaprobación y agregó—. Es increíble... Cariño, no deberías ser tan condescendiente.

—Somos familia Archie... —expresó la joven, volteando de nuevo, para hacerle frente a su marido—. Ella nos necesita.

— ¿Familia? No, de hecho no lo somos.... —aceptó el joven dejando ver su inconformidad—. Candice ya encontró a su verdadera familia y además Grandchester está a su lado... Annie querida, ella no nos necesita para nada.

Annie no dijo más, ya no deseaba seguir discutiendo con un necio. Sabía que tarde o temprano su marido recapacitaría, pero mientras lo hacía era mejor ignorarlo, de nada servía intentar explicarle algo que él no entendía. Lo conocía, estaba dolido por enterarse de que Candy, había encontrado a su verdadera familia... Esa noticia acabó con la poca paciencia que poseía, y por ello había explotado de esa cruel manera. Annie respiró hondo e inmediatamente le dio la espalda.

A ella tampoco le gustaba que Candy se metiera en problemas, pero por otro lado, no era capaz de juzgarla tan severamente como lo hacía Archie... Candy siempre había sido mucho más valiente que ella y no era extraño que quisiera arreglar el asunto de sus verdaderos padres, pues  era justiciera por naturaleza. La joven Cornwell estaba muy segura de que ella jamás hubiese hecho lo que Candy hacía, no sería capaz, aún cuando la historia de sus padres fuese horrible...  Resignándose, cerró los ojos y se dispuso a dormir.

Archie observó a su esposa, mientras ésta le daba la espalda. No se sentía orgulloso de su actitud hacia ella, pero no había nada más por hacer. Tenía que ser fuerte y no dejar que su posición como jefe de familia cayera. Estaba obligado a hacer que Annie comprendiera la gravedad de la situación, Candy los había cambiado por personas que jamás estuvieron a su lado... Eso lo había herido demasiado...

Estaba harto de Candy, ya no quería pensar en ella, al menos no hasta que la viera de nuevo... En un par de semanas sería la fiesta de bautizo de su pequeño hijo, y ese era tiempo suficiente para que ambos se tranquilizaran. Hablarían cuando tuvieran que hablar, el destino los uniría de nuevo y no había necesidad de apresurar nada...

Venganza el pasado regresóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora