CAPÍTULO 11

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Candy pasó la noche despierta, reposando sobre la cama y reflexionando sobre los acontecimientos más recientes. La llamada telefónica de su padre, le provocó sentimientos encontrados y le quitó las ganas de dormir...

Por un lado, se sintió contenta al enterarse de que el estado de salud de su Tío Jamie, era estable, darse cuenta de que el joven había despertado y que estaba recuperándose, le hizo sentirse muy feliz. Pero, por otra parte, el grave accidente del que fue víctima Eleanor Baker, la sumió en un estado de profunda preocupación.

Lanotte definitivamente se había pasado de la raya. Candy sabía que su baja acción, era un burdo intento para provocar a Terry y temía que aquel horrible hombre tuviese planes, de seguir con la idea de molestar al muchacho...

«¿Hasta dónde puede llegar su ambición?» Se preguntó ella, recordando la terrorífica mirada que Gino les dirigió, cuando su querido hijo Gian Luca perdió la subasta de la pieza de baile... Para Candy, fue evidente que el tipo se encontraba molesto, porque "Anais" no seguiría el juego del compromiso y la unión entre las familias, claro, ella ignoraba que aquel hombre realmente no estaba enojado por el desaire hacia su hijo, Candy ni siquiera imaginaba que Gino guardaba sentimientos hacia ella y que los celos se habían apoderado de él, a tal grado, que de inmediato buscó desquitarse con el joven actor.

—Terry... —susurró Candy, mientras dibujaba una sonrisa en su rostro.

Era inaudito que a pesar de tantas preocupaciones, ella estuviese pensando en su novio y en el momento que recién habían vivido... Su mente no paraba de viajar por aquel recuerdo, que acaba de ser plantado en su memoria.

No sabía qué le había impactado más: si ver el cuerpo de Terry completamente desnudo, o tal vez lo que él hizo, antes de que ella saliera de la habitación. Fueron solo unos cuántos segundos de estimulación, pero habían sido tan intensos que Candy era incapaz de olvidarlos. Ella aún podía sentir las manos del joven Grandchester sobre sus caderas y también podía sentir la dureza de su miembro, acercándose a ella, reconociéndola y seduciéndola, advirtiéndole que estaba deseoso por reclamarla...

¿Qué sabía Candy sobre encuentros íntimos? Relativamente nada...

Lo poco que sabía sobre el sexo eran "detalles técnicos", la clase de información que aprendió en la escuela de enfermería, cuando le dieron clases sobre la sexualidad y el embarazo. Mary Jane había sido clara y concisa, ella era toda una profesional, por lo tanto les habló de lo natural del acto y no de las emociones que se experimentaban. Candy sabía qué iba pasar cuando llegara el momento, pero lo que desconocía, era la sensación que se vivía al estar haciendo "aquello".

Tenía mucho miedo, sin embargo también sentía un fuerte deseo en su interior, Terry era el gran amor de su vida y por supuesto era el único hombre con el que quería perder su virginidad... Pero acaso ella... ¿Sería lo suficientemente mujer para satisfacerlo? Esa pregunta le rondaba por la cabeza y la hacía sentirse un tanto insegura... ¿Terry y ella harían el amor, cuando estuvieran solos? No lo sabía, más a pesar de su inexperiencia, estaba lista para lo que viniera.

La luz del amanecer se coló a través de las cortinas y el calor del nuevo día llegó sin que ella se diera cuenta. Sin más por hacer, se levantó de la cama y se dispuso a comenzar con su rutina... No sería fácil hablar con Terry e informarle que su madre había estado en peligro. Ni tampoco sería sencillo enfrentarse a él, luego de lo que había pasado entre ellos. Definitivamente sería extraño verlo a la cara, después de haberlo visto desnudo ¡Dios! Esa imagen no se le podía borrar de la mente... Ese sería un día muy complicado, ella era muy consciente de eso.

Venganza el pasado regresóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora