CAPÍTULO 1

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Harlem, Manhattan, 1923

No importaba cuántas veces, Terry se juró a sí mismo, no volver a ese lugar. No interesaba, porque a pesar de sus esfuerzos, él había caído en la tentación y cada domingo, regresaba a Harlem para visitar el famoso: Cotton Club.

Por cuatro semanas consecutivas volvió a ese sitio, lo hizo, soportando valientemente el dolor que su corazón sufría, cada vez que la hermosa imagen de Candice White, aparecía frente a él.

Candy... Ella ya no era la misma muchacha que él conoció años atrás. De hecho, Terrence estaba seguro de que ya no quedaba absolutamente nada, de la dulce jovencita que le robó el corazón, en los tiempos de colegio.

Al inicio, se negó a creer que esa coqueta y sensual mujer fuera su inocente amada, sin embargo, le bastó encontrarse con los brillantes ojos verdes de ella, para echar por tierra todas sus ilusiones. No había duda de que era Candice White.

¿Qué era lo que había sucedido?

¿Por qué Candy desapareció del mapa y después regresó de esa forma tan abrupta?

¿Por qué siempre lo miraba, pero jamás hablaba con él?

Esas tres preguntas lo estaban volviendo loco. Tenía un mes entero siendo víctima de la incertidumbre, y es que en todo ese tiempo, él no se había atrevido hablarle a la muchacha. La primera vez que la vio, ella estaba acompañada, la segunda ocasión era él quien tenía compañía y así sucedió un par de veces más.

Sus miradas se encontraban todo el tiempo, analizándose y conectándose por largos minutos. No obstante, nunca traspasaban la barrera que había entre ellos y en lugar de intentar acercarse, ambos preferían quedarse alejados y comportarse como si fuesen un par de extraños.

Esa noche no era la excepción, Candy estaba allí justo frente a Terry, observándolo con atención, a él y a la bella mujer que lo acompañaba. Terry por su parte, también la observaba y la retaba con la mirada, invitándole a dar el primer paso para acercarse hacia él, pero para su desgracia, y tal como venía sucediendo en noches anteriores, la rubia le dejó muy claro que no estaba dispuesta aceptar su invitación.

— ¿Estás escuchándome? —preguntó una voz femenina, cuyo exigente tono, le provocó a Terry una infinita molestia.

—Sí... Lo hago... Te estoy escuchando —mintió él, sin siquiera mirar a la dueña de la voz que le hablaba.

—No, Terrence... ¿Sabes?, realmente creo que no lo haces... ¡Tú nunca me escuchas! —reclamó la mujer y entonces él, finalmente volteó para mirarla.

—Ha sido un día difícil... —declaró el actor al tiempo que tomaba un cigarrillo y lo colocaba entre sus labios—. No lo hagas más complicado, por favor —agregó antes de encenderlo y darle una profunda calada.

La muchacha frunció el ceño y clavó sus oscuros ojos en los de él... Terrence Graham era el hombre más bello que hubiese visto en su vida, le atraía como pocos hombres jóvenes le llegaron a gustar, pero ella no estaba dispuesta a seguir tolerando ese horrible comportamiento. No había aceptado salir con él para ser ignorada... ¡Ella no era igual a las mujeres, con las que Terrence acostumbraba tratar!

—Señor Graham yo ya no lo soporto más —declaró la joven mujer con firmeza, tomando su bolso de manera brusca, para luego levantarse de su asiento—. ¡No deseo volver a verlo! ¿Ha entendido? —gritó ella, antes de darse la media vuelta y emprender el camino hacia la salida del club.

Venganza el pasado regresóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora