Venganza el pasado regresó

CAPÍTULO 16

«No... No estuve soñando...»

Ese fue el primer pensamiento, que cruzó por la mente de Declan, cuando abrió los ojos y vio a Eleanor, profundamente dormida entre sus brazos.

Él se encontraba exhausto y soñoliento, pero la costumbre de despertar a las 5:00 a.m. era algo de lo que no podía deshacerse. Siempre se levantaba en cuanto abría los ojos, pero en ese momento todo era diferente, pues no podía despertar a Eleanor: así que se quedó ahí sobre la cama, permitiéndose disfrutar de la sensación, de tener a la actriz junto a él, abrazándolo.

¿Qué podía decir, sobre lo que sucedió entre ellos?

Había sido una de las mejores noches de su vida, no tenía queja alguna. Disfruto cada uno de los encuentros que sostuvieron Eleanor y él. No se arrepentía... Ni tampoco se sentía culpable, por darle algo de su esencia, a otra mujer que no fuese Shannon. A ella, su dulce e inolvidable amor, le prometió muchas veces que saldría adelante e intentaría rehacer su vida...

Después de sobrevivir al ataque que sufrió en prisión, Declan creyó tener un breve encuentro con su fallecida esposa. No estaba seguro de lo que sucedió, quizá solo había sido un sueño, pero sintió que Shannon estuvo ahí a su lado: hablándole de que no era el momento de rendirse, le dijo que había mejores planes para él y que intentara olvidarse de ella, ya que solo de esa manera, podría enfrentarse a la adversidad... Le pidió que saliera adelante por su hija, porque Anais merecía conocerlo y saber que tuvo padres que la amaron.

Declan pasó el tiempo de condena dando lo mejor de sí, pero cuando salió de prisión, le pareció que rehacer su vida era algo imposible de lograr... Él era un hombre que recién había sido liberado, alguien que estuvo preso en una penitenciaria de máxima seguridad... ¿Qué mujer comprendería lo que sucedió en el pasado y lo aceptaría como compañero? Los ex convictos no podían rehacer su vida, él sabía que sería visto como un delincuente, por el resto de su existencia. Siempre creyó que ocupar el tiempo, en reanudar su vida sentimental, era una tontería... No obstante su suerte había cambiado, sin planearlo, conoció a una mujer maravillosa y esa mujer se encontraba entre sus brazos.

Inhaló hondo y exhaló poco a poco. Igual no era ninguna gracia enamorarse precisamente de la mujer que sería su consuegra... No quería ni pensar en lo que diría Candy y peor aún, el noviecito de ella... «¡Rayos!» Se dijo Declan al evocar la imagen de Terrence, el muchacho tenía un carácter de los mil demonios.

Cómo fuera...

Más tarde buscaría hablar con la actriz y hasta entonces, verían cómo enfrentar lo que estaba sucediendo entre ellos. El sexo había sido estupendo, pero placer, no era todo lo que él deseaba de Eleanor Baker.

Declan ya no quería pensar más... Así que dejándose vencer, por el cansancio que sentía y por la calidez que le brindaba su compañera, cerró los ojos e intentó conciliar el sueño. Segundos más tarde se quedó plácidamente dormido, justo como lo hizo la última vez que se sintió pleno.

*~*~*~*~*~*

«¿Quieres casarte conmigo?»

Aquella pregunta resonaba dentro de la mente de Candy, haciéndole recordar el momento, en el que Terry se arrodilló ante ella y le pidió que fuera su esposa. La propuesta había sido tan maravillosa, que ella sintió como si estuviese viviendo dentro de un sueño. Aún no podía creer que hubiera sido real.

—Mamá... —susurró Candy, observando hacia el cielo—. Voy a casarme con Terry... —añadió sonriendo, sintiendo que la helada brisa matutina, se percibía más cálida.