Rosas en la habitación
Capítulo VIII
El Escondite
Quiero escapar de ti
desvanecerme huir
Pero me cuesta respirar
Dejar de estar así
No se sobrevivir al dolor- ¡Llego! - La rubia camino hacia la puerta rápidamente, por su parte Michiru se encontraba sentada en la cama con dos maletas, había tantas ideas en su cabeza, estaba comenzando a replantearse si esto que hacia ¿estaba bien?, tal vez debía salir al mundo y contar todo lo que sabía, dejar que el mundo explotara, fingir su muerte y comenzar de nuevo.
Eso realmente sería lo más sencillo, pero entonces su corazón se encogía, desde hace un mes algo dentro de ella comenzaba a nacer, aquel sentimiento que logro ocultar por tanto tiempo volvía a generar un dolor en el estómago.
La sola presencia de aquella rubia cerca de ella la hacia sentirse en calma y a la vez alarmada. La necesidad de su presencia, de sus palabras, de su mirada y esas ganas locas de besarla siempre estaban ahí cada que pensaba en ella y eso era siempre.
La rubia salió de la casa y vio la camioneta estacionada, Mamoru bajo rápidamente y aventó las llaves hacia Haruka, la rubia las tomo con algo de esfuerzo.
- ¿Todo bien? - Hablo el pelinegro al ver los reflejos de la chica distraída.
- En realidad, no... ¿Cómo esta?, es que lo que le voy a contar si es grave- La rubia sonrió apenada, Mamoru coloco una mano en el hombro de la chica y suspiro.
- ¿Ya embarazaste a alguien verdad? – la rubia sonrió negando con la cabeza, Mamoru sonrió también y sintió como la tensión en el ambiente se disipaba.
- Bueno, mira no sé qué esté pasando ni porque esas instrucciones tan raras, pero sé que Setsuna sabrá comprenderte y espero no sea nada malo- Dijo de manera paternal, Haruka volvió a sonreír y le ofreció las llaves de su moto.
- Muchas gracias- Mamoru tomo las llaves y sin hacer más preguntas arranco la moto.
XXX
- ¿Y acepto? - Hablo el pelinegro quien estaba frente a su hermano atónito ante la historia que Yaten contaba.
- Dudo un poco pero ya sabes, no hay nadie que se resista a mí, le dije que fuera a celebrar y que mañana firmábamos el contrato- levanto un tarro de cerveza y dio un trago profundo.
- Te felicito hermanito, veo que ya estas manejando las cosas de buena manera. ¿Pero que harás con el asunto de Michiru? ¿Que tal si ella comienza a sospechar que es para obtener información? - Hablo Taiki quien se encontraba leyendo un libro.
- Le dije que eso se lo dejaría a la policía, que hay personas especializadas buscándola y que no debía preocuparse más por ello- hablo tranquilamente.
- ¿y eso es cierto? – Pregunto esta vez Seiya.
- Claro que no tonto, pero necesito que este calmada, que tenga más confianza en mi y que su noviecita también. ¿Ella trabaja aquí? Tal vez podemos invitarlas a cenar a ambas para la firma- Taiki dejo de prestar atención a la plática, Yaten volvió a tomar de su cerveza.
- Todo esto quiere decir que volveremos a cantar ¿verdad? – Yaten miro molesto a su hermano
- Si Seiya, regresaremos a cantar y a hacer todo lo que hacíamos. Además, tenemos que seguir generando dinero, no podemos confiarnos, ¿acaso no lo extrañas?, las ovaciones, las voces coreando tu nombre, alimentando a nuestra princesa de fuego. Hace 3 meses que no le regalamos una sesión juntos y no nos conviene hacerla enojar. Ustedes saben que ella es demandante, piadosa pero vengativa y no queremos ofenderla ¿o si Seiya? -Seiya negó con la cabeza, Taiki miro de reojo a Yaten y asintió levemente.
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Rosas en la Habitación
FanficLa fama tiene un precio tan alto como el mismo cielo y es aun mas alto el mantenerla a flote, eso le quedo muy claro a Michiru quien esta dispuesta a dejarlo todo por su libertad. Los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi, la historia a una servido...