La Gala de las Tres Luces

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Rosas en la habitación

Capítulo XXIV

La Gala de las Tres Luces

y ahora los medios nos están engañando a todos

para bien y para mal

es hora de bailar y convertir esta oscuridad en algo

así que deja que el fuego arda, la música está estallando.

Una semana había pasado desde aquel vergonzoso incidente, mentiría si decía que la relación entre Setsuna y Michiru no se había tensionado, los primeros días Setsuna se negaba a cenar en la misma mesa que Michiru, Mamoru quien había alargado su estancia en aquella residencia se disculpaba a cada mala actitud de la mujer, Michiru comenzó a sentirse como una intrusa y aquellos correos seguían llegando, muchas veces paso por su cabeza responder, pero simplemente se quedaban en borrador, lo que si podía asegurar es que aquella persona estaba enterada de cualquier movimiento del Trio de cantantes y en sus últimos correos comenzaba a introducir los movimientos de algunos otros personajes que no parecían desconocidos para ella, termino de leer aquel correo en donde hablaban de aquella fiesta que tanto preparaban, dio gracias al cielo estar tan lejos de ellos y no presenciar el horroroso festín.

Muchos creían que las extravagantes y exclusivas reuniones que daban los famosos solo giraban en torno a la mezcla de alcohol y drogas, pero ella sabía que había algo más, algo que a su parecer era escalofriante, no es que fuera antipática a diferentes tipos de creencias, seguía fiel a su pensamiento, las deidades solo son seres que se alimentan de la energía de las personas que las alaban, pero los fieles eran los únicos responsables de las maneras en las que rendirán tributo y la forma en rendirle tributo a la Princesa del planeta de fuego hacia poner su piel de gallina.

Seguía sumida en sus pensamientos, no noto que la rubia se encontraba parada tras ella leyendo también la pantalla de aquella tableta electrónica.

- ¿Desde cuándo recibes esos correos? -La aguamarina se sobre salto al escuchar aquella voz, intento bajar la Tablet pero la mano de la rubia se lo impidió, tomo el aparato y siguió leyendo aquella bitácora.

-Esta es la fiesta de la que tanto habla Minako...-miro algunas fotografías que se encontraban adjuntas en el correo.

-Cada año se ofrece el segundo sábado de Octubre una gala para conmemorar el aniversario de la Princesa, a principios de año se hace un congreso en donde la actividad más popular y la esperada por todos los seguidores es el sorteo para ver quien ofrecerá la gala de ese año, se llevan haciendo desde tiempos atrás, la más sonada fue en 1972 la llevaron a cabo los Rostchild, los invitados eran personas del medio, es más Salvador Dalí estaba ahí...- la aguamarina suspiro un poco, su mirada se volvía sombría- Todo parece divertido al principio, cada organizador le pone su toque... pero todas terminan igual, infortunios y decadencia humana es lo único que sobrevive durante toda la noche, aunque parecen diferentes todas tienen el mismo propósito, renovar sus votos y brindarle su energía.-Haruka se encontraba concentrada en el relato de Michiru, la aguamarina comenzaba a sentirse como tonta hablando de algo que parecía increíble ante los ojos de alguien que no lo había vivido de primera mano-

-Puedo imaginar un poco de lo que hablas, en internet hay muchos foros sobre eso, personas que intentan advertir sobre todo eso, desde que platicaste conmigo y me advertiste sobre lo que le podía pasar a Minako comencé a investigar por mi cuenta, sé que parece increíble, pero yo les creo, yo te creo sirena- sus ojos se encontraron, no podía dudarlo, Haruka estaba convencida de las palabras que salían de su boca. Michiru sonrió, amaba sentirse entendida y protegida por aquella rubia, desde que Setsuna le prohibió la entrada solo podía verla cuando ayudaba a Mamoru con cosas del hotel y tenían que reunirse en casa, además el asunto de las cámaras aun las ponía incomodas.

Rosas en la HabitaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora