GEMINIS II

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Rosas en la habitación

Capítulo XXII

GEMINIS II

la cosa es que empecé a extrañarte no sé por qué

la cosa es que empecé a adorarte no sé por quéla cosa es que me fui metiendo bajo tu pielsin darme cuenta que era tan cruel con quien te ama¿Qué puedo hacer?

El chico de cabellos plateados seguía con su mano al aire en espera de ser estrechada por la rubia, ambas miradas se cruzaron y de ellas parecía se comenzaba a formar una tormenta. Haruka desearía incrustar su puño en el estómago de aquel bastardo que se encontraba frente a ella, quería lanzarse contra él y dejar marcado aquel estúpido rostro como él había dejado marcado el corazón a su aguamarina; Yaten sonreía maliciosamente, disfrutaba saber que aquella chica frente a él era una completa tonta e ignorante a las acciones pecadoras que cometía la mujer que decía amarla cuando estaban a solas.

-Haruka mi nombre es Haruka, Minako me ha hablado de ustedes- dijo estrechando al fin la mano de aquel chico, tras él llegaba Seiya acompañado de Usagi quien veía las manos estrechadas, se miraba una fuerza inusual en ellas y ninguno había decidido dar el primer paso para soltarse.

-Él es Seiya, Haruka, Mi novio- Hablo apresurada la rubia jalando bruscamente la mano del pelinegro y ofreciéndola a la rubia, Haruka soltó la mano de Yaten y estrecho la de Seiya sin demostrar alegría.

-Bueno Haruka se siente un poco mal, ella iba a esperarme en el auto ¿verdad amor? - Hablo Minako tomando el brazo de la rubia y sonriéndole a los presentes comenzó a caminar

-No me gustaría ser ella en este momento un paso en falso y su teatro se cae en segundos- susurro Usagi a su novio, Minako siguió avanzado pretendiendo que no había escuchado aquel comentario, que se creía esa tonta hablando de esa manera, pero eso era algo que tendría que solucionar en otro momento.

Pasaron de nuevo por aquel pasillo la rubia de smoking se detuvo en seco al ver como la subasta de las obras de Sirena había comenzado, Minako miro también a las personas quienes subían rápidamente sus paletas una seguida tras otra.

-Vendida al participante número 33, por 1 millón de dólares- Todos los presentes miraron a la mujer que se levantó para agradecer su triunfo, portaba el GoddesGown de la extravagante Laurel Dewitt, su cabellera degradada en tonos rojizos hacia y su mirada naranja hacia intimidar a todos los presentes.

-Galaxia...-Susurro Minako al ver como la cantante daba un recorrido con la mirada al lugar, sus miradas se cruzaron, se abrió paso entre las personas y llego hasta donde la joven pareja había parado.

-Minako querida, que coincidencia no sabía que te gustaba el arte- Hablo la mujer mirando a la chica.

-Oh bueno, no soy una gran conocedora, pero puedo decirte que lo que acabas de comprar no vale un millón de dólares- El comentario de la rubia hizo molestar aún más a Haruka quien resoplo llamando la atención de las mujeres.

-Lo sé querida, vale más es por eso que me apresure a ofertar, ¿recuerdas nuestra platica sobre la intuición? Bueno, mi intuición me dice que el valor del cuadro aumentara descomunalmente. Por cierto ¿y este joven tan apuesto? - Haruka estaba a punto de perder la cordura una presentación más y explotaría.

Mi novia, Haruka Tenoh, pero me disculpo mucho, ella no está en condiciones de seguir aquí, tiene una migraña que la está matando- La rubia agradeció que su novia al fin tuviera una actitud considerada. Lo mal que se sentía no la dejaba disfrutar el saber que un cuadro de su sirena había sido evaluado en 1 millón de dólares, como hubiera matado por que fuera Michiru la que ahora la toma del brazo y presume ser su novia a cada persona que se encuentra.

Rosas en la HabitaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora