32. Las predicciones de Tycho Dodonus

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Los días siguientes no fueron buenos

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Los días siguientes no fueron buenos. Para empezar, Harry no dejaba de estar nervioso y tenso porque cada día la primera prueba estaba más cerca. Se lo veía más agobiado que nunca. Nunca lo había visto así, ni siquiera antes de bajar por la trampilla en primero o por los lavabos en segundo. Hermione y yo tratábamos de ayudarlo, pero sin saber que sería exactamente la primera prueba era un poco difícil. Aunque parecía que le ayudaba un poco el poder hablar con Sirius. Solo un poco. Harry le había respondido confirmándole que estaría junto a la chimenea y él, Hermione y yo pasamos mucho tiempo discutiendo planes para obligar a los posibles rezagados a salir de allí la noche en cuestión. En el peor de los casos, sugerí que podíamos tirar una bolsa de bombas fétidas, aunque esperábamos no tener que recurrir a ello, porque si Filch nos pillaba, nos despellejaría.

Encima estaba todo ese asunto del artículo de El Profeta, de Rita Skeeter, la misma que les había hecho las entrevistas a los campeones. Un artículo que salió el mismo día que Harry y Ron tenían el castigo, lo que según Harry, no ayudo a que ellos dos pudieran reconciliarse un poco mientras estaban con Snape. El artículo resultó ser no tanto un reportaje sobre el Torneo como una biografía de Harry bastante alterada. La mayor parte de la primera página la ocupaba una fotografía de Harry, y el artículo (que continuaba en las páginas segunda, sexta y séptima) no trataba más que de Harry. Los nombres (mal escritos) de los campeones de Durmstrang y Beauxbatons no aparecían hasta la última línea del artículo, y a Cedric no se lo mencionaba en ningún lugar.

Cada vez que se acordaba de él o que alguien lo mencionaba, Harry todavía sentía ardores de estómago provocados por la vergüenza. Y yo también, por desgracia. El artículo de Rita Skeeter lo retrataba diciendo un montón de cosas que, según él, él no recordaba haber dicho nunca, lo que no era raro considerando lo que había oído de Skeeter.

Supongo que les debo mi fuerza a mis padres. Sé que estarían orgullosos de mí si pudieran verme en este momento... Sí, algunas noches aún lloro por ellos, no me da vergüenza confesarlo... Sé que no puedo sufrir ningún daño en el Torneo porque ellos me protegen...

Pero Rita Skeeter no se había conformado con hablar con y sobre él. También había entrevistado a otra gente sobre él.

Finalmente, Harry ha hallado el amor en Hogwarts: Colin Creevey, su íntimo amigo, asegura que a Harry raramente se lo ve sin la compañía de una tal Hope Lupin, una muchacha de sorprendente belleza, hija del que fuera un buen amigo de sus padres, y que, como Harry, está entre los mejores estudiantes del colegio.

—¿Qué? No fastidies, ¿en serio? Agh —resoplé en cuanto lo leí tirando el periódico con un golpe avergonzada sin querer seguir leyendo más de lo que esa Skeeter pudiera decir sobre mi.

—No se como tomarme eso... —había dicho Harry tratando de tomarse el asunto con un poco de humor.

Reí.

—No me malinterpretes, Harry, pero eres como mi hermano —dije—. No podría verte de otra forma.

Desde que había aparecido el artículo, Harry tuvo que soportar que la gente (especialmente los de Slytherin) le citaran frases al cruzarse con él en los pasillos e hicieran comentarios despectivos.

HOPE: LABERINTOS Y TORNEOS. (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora