Los dos días siguientes pasaron sin grandes incidentes. Cuando llegó el jueves, la verdad es que con lo que oía de las clases de Moody, como todo Gryffindor, tenia muchas ganas de asistir a su clase. Así que fui con Harry y Ron muy temprano como otros Gryffindor a hacer cola a la puerta del aula sin que la campana sonara. La única que faltaba era Hermione, que apareció puntual.
—Vengo de la...
—... biblioteca —adiviné
—Date prisa o nos quedaremos con los peores asientos —dijo Ron
Y nos apresuramos a ocupar cuatro sillas delante de la mesa del profesor. Sacamos nuestros ejemplares de Las fuerzas oscuras: una guía para la autoprotección, y aguardamos en un silencio poco habitual. No tardamos en oír el sonido sordo y seco de los pasos de Moody provenientes del corredor antes de que entrara en el aula.
—Ya podéis guardar los libros —gruñó, caminando ruidosamente hacia la mesa y sentándose tras ella—. No los necesitaréis para nada.
Volví a meter mi libro en mi mochila. Me acordé de la primera clase con mi padre, también había empezado con una frase parecida. Quizá sería otra clase práctica. Moody sacó una lista, sacudió la cabeza para apartarse la larga mata de pelo gris del rostro, desfigurado y lleno de cicatrices, y comenzó a pronunciar los nombres, recorriendo la lista con su ojo normal mientras el ojo mágico giraba para fijarse en cada estudiante conforme respondía a su nombre. Me percaté de que se detuvo en mi solo un segundo mas que en los demás, apenas hubo diferencia, pero tuve un mal presentimiento. Hubo algo en la manera en que pronunció mi nombre... No estaba segura. Recordé como en primer año los profesores se detenían ante el nombre de Harry, sorprendidos (o fastidiados en el caso de Snape) de que el niño que vivió estuviera en su clase, pero aquello había sido diferente.
—Bien —dijo cuando el último de la lista hubo contestado «presente»—. He recibido carta del profesor Lupin a propósito de esta clase. Parece que ya sois bastante diestros en enfrentamientos con criaturas tenebrosas. Habéis estudiado los boggarts, los gorros rojos, los hinkypunks, los grindylows, los kappas y los hombres lobo, ¿no es eso?
Hubo un murmullo general de asentimiento.
—Pero estáis atrasados, muy atrasados, en lo que se refiere a enfrentaros a maldiciones —prosiguió Moody—. Así que he venido para prepararos contra lo que unos magos pueden hacerles a otros. Dispongo de un curso para enseñaros a tratar con las mal...
—¿Por qué, no se va a quedar más? —dejó escapar Ron.
El ojo mágico de Moody giró para mirarlo. Ron se asustó, pero al cabo de un rato Moody sonrió. Ron se tranquilizó.
—Supongo que tú eres hijo de Arthur Weasley, ¿no? —dijo Moody—. Hace unos días tu padre me sacó de un buen aprieto... Sí, sólo me quedaré este curso. Es un favor que le hago a Dumbledore: un curso y me vuelvo a mi retiro.
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HOPE: LABERINTOS Y TORNEOS. (III)
Fiksi PenggemarTercera parte de HOPE: LA UNIÓN ENTRE DOS MUNDOS que narra los hechos de La batalla del laberinto y El cáliz de fuego desde el punto de vista de nuestra protagonista, Hope Lupin. [ PRÓXIMAMENTE EN EDICIÓN ]