Capítulo 8

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Narrador pov.

-Jamás la tocarás.-murmuró Edward, con la voz suave como el terciopelo
mientras se acercaba a Victoria centímetro a centímetro, ella sacudió la cabeza de manera rápida y entrecortada, intentando evitar sus
movimientos de distracción y evadirlo pero él se colocó en el lugar apropiado para bloquearla tan pronto como ella pensó el plan. Su rostro se contorsionó de pura frustración y después se agazapó aún más, como una leona de nuevo, y atacó de forma deliberada hacia delante.

Victoria no estaba precisamente falta de experiencia ni era una neófita dirigida por sus instintos, sino que resultaba letal.

Riley se distrajo por un momento, con los ojos llenos de ansiedad por Victoria. Seth atacó, arrancando de un bocado un pequeño trozo del vampiro. Riley bramó y lanzó un tremendo golpe de revés que acertó de lleno en el amplio pecho de Seth.

Su cuerpo enorme se elevó más de tres metros y chocó contra la pared
rocosa con una fuerza que pareció sacudir todo el pico de la montaña.

Bella no sabía en que momento fue que Riley aprovecho para ayudar a Victoria, ambos tenían agarrado a Edward, Bella agarró una astilla de roca afilada 

Edward necesitaba ayuda. Una
distracción. Algo que le diera una oportunidad. Bella aferró la astilla de piedra tan fuerte que uno de los soportes de la abrazadera se rompió.

¿Tendría la suficiente fuerza? ¿Sería lo bastante valiente? ¿Cuánta energía haría falta para enterrar la piedra rugosa en su cuerpo?

La castaña no lo siguió pensando, Edward necesitaba su ayuda, con la punta aguda del fragmento se subió el grueso jersey hacia arriba para exponer su piel y después presionó la parte más afilada contra su brazo,
Victoria y Riley se distrajeron al oler la sangre.

El cobrizo aprovecho para empujar a Victoria, la pelirroja había salido y había chocado contra un alto abeto, más o menos a la mitad del tronco. Cayó sobre la tierra ya agazapada para saltar. De forma simultánea, Edward, se volvió a sus espaldas y agarró al desprevenido Riley por el brazo.

El pequeño campamento se llenó con el taladrante aullido de agonía de Riley. Al mismo tiempo, Seth saltó sobre sus patas. Seth estaba de nuevo dando vueltas en torno a Riley, mientras éste se retiraba. Caminaba de espaldas ante el licántropo que avanzaba, con el rostro rígido por el dolor. Alzó su único brazo a la defensiva. Seth cayó sobre Riley y el vampiro perdió el equilibrio.

El lobo hundió los dientes en el hombro de Riley y luego tirar, saltando hacia atrás de nuevo. Con un chirrido metálico que taladraba los oídos, Riley perdió su otro brazo.

Seth sacudió la cabeza, lanzando la extremidad contra los árboles. El entrecortado ruido siseante que salió de entre sus dientes sonaba como una risita burlona. Riley gritó con un lamento torturado.

-¡Victoria!.-Ella ni siquiera se estremeció al oír el sonido de su nombre. Sus ojos ni siquiera
hicieron el intento de moverse hacia su compañero. Seth se lanzó hacia delante con la fuerza de una bola de demolición. El golpe les llevó a ambos entre los árboles, donde los chirridos metálicos eran acompañados por los gritos agónicos de Riley.

Éstos cesaron de repente, mientras que continuaron los ruidos de
trituración del cuerpo del vampiro.
Aunque no malgastó en Riley ni una mirada de despedida, Victoria pareció darse cuenta de que estaba sola. Comenzó a apartarse de Edward con una decepción infinita llameando en sus ojos. Después lanzó miro a Bella y empezó a retirarse más deprisa.

𝑯𝒖𝒏𝒕𝒆𝒓 | 𝑬.𝑪  𝑩.𝑺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora