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Ohm.

Me arreglo en el espejo una última vez porque ya vamos a salir, y Nanon suspira parándose a mi lado.

—A veces tu novia piensa que a ti te interesa hablar con ella —dice mirándome, a través de mi reflejo.

Solo nosotros dos nos referimos a ella de esa manera, porque suena mejor a decir que es la mujer que busco cuando quiero coger.

Además, es más corto.

—¿Qué quería?

—Habló de contratos —responde estirando sus músculos— siempre se pone nerviosa cuando contesto, incluso parece que me tiene miedo.

—¿Por qué será? —pregunto con ironía y Nanon ríe.

—No lo sé, yo soy la persona más agradable del mundo.

—Claro que sí, cariño —digo agarrando sus mejillas para que me mire— ¿Listo?

Non asiente y toma mi mano para salir.

Obviamente aún hay periodistas afuera, esperando tener su nota.

—Lo sé, mi cansancio ayer pudo notarse —dice Nanon cuando le estiran un micrófono, mientras lo llenan de preguntas— terminé una gira hace poco tiempo, y el cambio de horario acabó conmigo.

—Entendemos la situación pero, ¿no es malo estar priorizando el trabajo antes de descansar? —le pregunta el chico adelante.

—No estoy acá por trabajo —responde Nanon sonriendo y luego me mira a mí.

A veces me sorprende lo expresivo que puede ser.

Cuando me mira a los ojos, incluso yo podría creer que me ama.

Camino porque agarra mi mano más fuerte, y eso significa que fue suficiente, así que voy hasta el carro, detrás de la seguridad.

—Hay algunas personas más que ayer —dice Nanon cuando el escolta cierra la puerta y el chofer enciende el motor— ojalá pudiéramos quedarnos más tiempo, pero aún estoy agotado.

—¿Quieres que pida alguna pastilla?

—No, gracias, amor —responde apoyándose en mi hombro y luego los mira a ellos— lamento no estar en mis mejores días, ayer fue peor y no tuve la iniciativa de presentarme con ustedes.

—No tiene que preocuparse —menciona el jefe de seguridad rápidamente.

—Me preocupa —insiste Nanon estirando la mano hacia él por tres segundos— aunque no quiero ser malagradecido con las personas afuera, los flashes, las preguntas, y el cansancio que traía, fueron detonantes, así que estuve en silencio desde que llegamos.

—Entendemos perfectamente —dice el otro escolta sonriéndole— no tiene que sentirse culpable, a veces nos ocurre también, lo de tener días malos, y al igual que usted, aunque nos esforzamos, no siempre podemos poner una cara buena.

Otro talento de Nanon es hacer que todos sientan la confianza de hablarle.

Las personas que nos conocen “fuera” de cámaras, nunca establecen conmigo un vínculo así, siempre me respetan, pero a él lo quieren.

Sin embargo, esto es parte de la actuación.

Nanon es diferente cuando estamos solos, la gente no le agrada, solo le preocupan sus propios problemas, y detesta que lo toquen.

Veo por la ventana que llegamos al edificio donde haré la sesión de fotos, y hay algunas personas afuera.

Sonrío porque ya he notado que son fans de Nanon.

Cámaras | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora