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Ohm.

Mi mente es un remolino de conclusiones, y no me siento capaz de controlar mis emociones.

—Ohm —dice luego de cerrar la puerta, y cuando volteo hacia él, baja la mirada.

—¿Qué? —le pregunto acercándome— ¿Cómo crees que puedes justificar besarte con otro hombre?

—Puedo explicarte como pasó, porque no lo estaba besando yo.

Me río caminando al bar y agarro una copa, para servirme algo.

Suelo sentirme descompuesto, cuando tenemos peleas por alguien más, pero ahora está golpeándome diferente.

Quizás es porque no se trata de alguien al azar, si se atrevió a besarlo en un estudio al que todo el edificio tiene acceso, creo que es el chico que le gusta, Nanon le escribe canciones, lo ve a diario, incluso viaja solo con él, cuando no tengo espacio en mi agenda para acompañarlo.

Le importa tanto que no le preocupó el lugar en donde estaba.

Debí suponerlo.

—No soy un idiota.

—Yo no lo besé —repite acercándose ahora— fue t-tan sorpresivo…

—No necesito que me mientas, de todos modos, supongo que tienes el derecho de estar con quien quieres, porque tú y yo no tenemos algo real.

—No intento mentir, Ohm, nosotros nunca nos ocultamos cosas así.

—Tú me ocultaste que te gustaba alguien más, alguien a quien mencionas en tus canciones.

—No tienes idea de lo que hablas —dice bajando de nuevo la mirada.

—Tuve ese mal presentimiento, desde que supe que existía alguien que te gustaba, porque eres la clase de persona capaz de dejarlo todo por amor, por eso estaba intentando mejorar lo que tenemos, creí que si era amable y cogíamos un par de veces…

—¿Creíste qué?

—Eres gay, ¿no? —le pregunto dejando mi copa a un lado— creí que yo podía gustarte, si me esforzaba un poco.

Nanon se queda en silencio.

—Pero supe que era un problema más grande cuando leí tus canciones —agrego soltando un suspiro— no es solo un gusto, tú lo amas, y no puedo cambiar eso, incluso si me meto todo el tiempo a la cama contigo.

—Por eso cambiaste tanto de opinión al día siguiente, ¿no? —me pregunta mirando mis ojos— no querías un día de paz, tú… estabas asustado, porque creíste que te dejaría y toda nuestra relación se iría al carajo.

—Pero tú ya sabes eso, Nanon, siempre te he dicho que odio que te acerques a otros hombres, porque tú terminarías nuestro acuerdo, si te enamoras.

—¿Entonces se te ocurrió la grandiosa idea de coger conmigo para que no pase?

—Sí —respondo confundido.

Es qué no entiendo por qué no fue obvio para él.

—¿Creíste que acostarte conmigo es parte de tu trabajo para que esto funcione? —pregunta acercándose, con la voz cada vez más fuerte.

—¡Sí! —grito levantándome también— pero obviamente no fue suficiente, porque saliste de acá y fuiste a enredarte con Dew.

Me toma por sorpresa que Nanon me empuje con fuerza, golpeo la copa con mi mano, al intentar sostenerme, y choca con la botella, rompiéndose.

Al agarrarme de la barra para estabilizarme, siento que mi mano se corta con un pedazo.

—¿Qué mierda te pasa, Nanon?

—Lo único que buscas de mí, es que no arruine tu vida perfecta, y no puedes tenerla sin incluirme, pero no te importa cuánto eso puede afectarme, porque me ves como un objeto, que puedes acomodar a tu gusto, y olvidas que soy una persona con sentimientos —responde con los ojos llenos de lágrimas.

—No lo olvido, y me ha quedado claro hoy, al verte con ese hombre.

—Tú no eres el dueño de mi vida, he sido siempre el que más ha respetado esta falsa relación de mierda, pero se acabó, no quiero seguir con esto.

Lo sabía, está dejándome por él.

—¿Y qué? —le pregunto riendo— ¿Irás ahora a llorarle y le dirás que lo nuestro nunca fue real para que por fin puedas estar con él?

Retrocedo de nuevo, porque me golpea en la cara.

Me apoyo nuevamente en la barra, y me estabilizo, para devolverle el golpe.

Veo la copa rota, al notar que su mejilla ahora está sangrando.

Supongo que no había sentido que tenía ese pedazo en mi mano.

—Yo no soy como tú —dice intentando irse, pero lo agarro del brazo.

Él se suelta rápido y me empuja con fuerza, haciéndome caer al suelo.

—No tienes idea de lo humillante que ha sido para mí, pasar todos estos años contigo, pero no más, y piensa bien en lo que vas a decirle al mundo, porque se terminó de verdad.

Me quedo en el piso al verlo salir, con una presión dolorosa en el pecho.

Yo no puedo perderlo, quiero decir, siempre, en mi mente, he pensado que lo nuestro no tiene un final.

Nunca se lo he dicho directamente, pero siempre he sabido que yo si puedo hacer esto toda mi vida.

Por eso es que lo cuidé tanto.

Levanto mi cabeza al acordarme.

La sangre.

Me levanto y corro por el pasillo, pero el ascensor está bajando, así que uso las escaleras.

Al llegar a la entrada veo que Nanon está saliendo y los guardias me miran aterrados.

Quiero salir, pero el jefe de seguridad, se para delante de mí, como si estuviera cubriéndome.

—Señor, no creo que quiera que la gente lo vea así, regrese a su departamento, por favor.

No obedezco y paso por su lado.

Corro hasta alcanzar a Nanon, justo antes de que llegue al auto.

—Oye —digo agarrando su cara al lado de su herida y él me empuja.

—No vuelvas a tocarme, Ohm.

Ambos volteamos a la derecha, cuando vemos el flash iluminándonos.

Todo el mundo tiene un celular ahora, y lo olvidé.

Cámaras | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora