Nanon.Llevaba varios días, sin pensar en salir a sonreírle a las cámaras, pero incluso después de haber dado nuestra explicación en la cuenta personal de Ohm, sabía que teníamos que hablar también cuando volviéramos a nuestras actividades diarias.
—¿La boda sigue en pie? —pregunta la reportera, estirando su micrófono hacia mí.
Sonrío, algo incómodo por todos los flashes que están molestando a mis ojos.
—¿Por qué se cancelaría? —digo suavemente— creo que hemos sido claros, al decirles que todo fue un malentendido.
Amaría solo ser grosero a veces, y no responder, pero tengo una política que incluye mostrarme como la persona más agradable de este mundo, incluso cuando quiero golpear a los tontos.
—Parece que la odias —susurra Ohm a mi lado.
Me río, volteando hacia otra cámara, para disimular.
—Nanon, ¿estos días alejados fueron para reflexionar?
—Los tomamos como unas vacaciones, para ignorar la gran cantidad de opiniones sacadas de contexto, ser conocidos no nos quita el ser personas, y los ataques injustos, nos empezaron a afectar más de lo sano, así que nos dimos el tiempo de descansar.
—Estar expuestos cada vez que pisamos la calle, es agotador, y aunque agradecemos todas las muestras de cariño e interés, hay días en los que no podemos con todo lo que se nos viene encima —agrega Ohm, pasando su mano por mi espalda.
Sonrío de nuevo, entrelanzando mis dedos con los suyos, para ya decirle que quiero entrar a la empresa.
Él se despide, luego de dar las gracias, y lo hago también.
Caminamos hasta el ascensor y apenas se cierra, lo miro a través del espejo que hay, junto a los botones.
—Si tengo que seguir fingiendo una sonrisa, voy a matar a alguien —digo soltando su mano.
Ohm se ríe.
—Eres tan lindo, cuando estás odiando a todos —responde agarrando mis mejillas.
—Cállate, yo soy la persona más agradable del mundo.
—Claro que lo eres.
Sonrío, porque él está sonriendo.
—Aún estamos peleados, Ohm —le recuerdo cuando el ascensor se abre y estiro mi mano para que la tome.
—¿Sí?
Apenas doy un paso afuera, él estira su boca para que lo bese.
Tengo que hacerlo, porque sé que todos los empleados del piso nos están mirando.
—Voy a golpearte en casa —susurro contra su boca, antes de besarlo.
Él se ríe, y cuando empiezo a caminar, me abraza por atrás, colocando su cabeza en mi hombro.
—¿Vas a ser así de pegajoso desde ahora? —le pregunto bajito.
—¿Te molesta?
—Un poco.
Él me pega más a su cuerpo y se acerca a besarme de nuevo.
Cierro los ojos, girando para corresponderle.
—Ohm —le regaño mirando a nuestro alrededor, cuando siento su lengua entrando en mi boca.
—¿Qué?
—Peleados.
—Estábamos peleados en la mañana y…
Ambos nos quedamos en silencio al escuchar los pasos acercándose.
—Hasta que por fin mi hijo se dignó en aparecer —dice el papá de Ohm detrás de mí y yo volteo luego de respirar profundo— Nanon, qué gusto verte, estuve muy pendiente de ti, y me alegra que te hayas tomado estos días para descansar.
—Sí, eso fue lo que hicimos, muchas gracias, lamento si abandoné las reuniones y no respondí sus llamadas.
—No tienes que disculparte, entendemos perfectamente, y ya sabes como es en casa, mi esposa ha estado extrañándote y quiere hacerte una cena especial ahora que estás de vuelta.
—Claro que iré, estoy muy avergonzado por todo esto, entiendo que se preocuparon, y considero de verdad, que les debo una disculpa a ambos.
—Nuestra familia sabe, que necesitabas espacio, y lo respetamos —dice aún sonriendo hasta que voltea a Ohm— tu mamá estuvo preocupada por ti, y pasaste días sin hacerte cargo de tus obligaciones, no respondiste las llamadas de la empresa, ni las de tu familia, ni las de tu manager, así que soluciona todo ahora, porque no voy a tolerar poner todo mi patrimonio en las manos de un irresponsable.
—Lo lamento, papá.
—Sí, deberías lamentarlo, y vas a ir a casa, a pedirle perdón a tu mamá, por estos días horribles que tuvo que pasar.
—Sí, papá.
—Bien —finaliza antes de alejarse— Nanon, estaré en mi oficina por si necesitas algo más, sabes que la empresa y yo, estamos a tu disposición.
—Claro que sí —digo haciendo una reverencia— gracias.
Sonrío apenas se va.
—Mi suegrito es un sol, lo amo.
—No te rías mucho, porque tenemos que ir a ver a tu papá cuando acabemos aquí.
Es cierto, maldita sea.

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Cámaras | Ohmnanon
FanfictionOhm y Nanon tienen una relación pública diferente a como es cuando las cámaras se apagan.