BELLA SALVACIÓN

CAPÍTULO 33: EL PARQUE LIBERTAD

Hoy es el último día, saldremos a vacaciones por dos meses, el tiempo suele pasar demasiado rápido, hace ya meses que vi a Zane por primera vez, hace meses que volví a mi casa, al colegio y hace pocos meses que retome mi vida. Al momento en que entremos de vacaciones y retomemos el resto del curso, sólo quedarán algunos meses para que nos graduamos y debamos tomar decisiones, las cuales deben ser correctas.

¿Cómo he estado? —Bien—. He tratado de estar lo más relajada posible sin ningún estrés, Zane ha servido para tener la paz que tanto necesito estos días.

Me encuentro en la cafetería del colegio con un paquete de gomas en mi mano, como es costumbre, Zane está sentado a mi lado, Igual que Nicoll y Erick.

—Necesitaba ya unas vacaciones —dijo Nicoll mientras observa el colegio.

—Todos las necesitamos —dije, miré a Zane fugazmente.

—¿Qué piensas hacer en estas vacaciones? —preguntó Erick, supongo que a todos.

—Pues no lo sé, quiero disfrutar, cada segundo, todo y estar relajada, no quiero estresarme, básicamente pasarla de maravilla.

—Aunque... —Empezó hablar Zane—. He pensado que sería buena idea, pasar unos días en Miami.

—Si van, llévenme, por favor —dijo Nicoll, al instante en que Zane dijo: «Miami».

—¿Quieres ir a Miami? —le pregunté a Zane, observando como sus labios forman una dulce sonrisa.

—Si, aunque no tiene que ser a Miami, podemos ir a cualquier parte del mundo, con tal de que sea una playa —dijo un tanto nervioso.

—Pues no me desagrada la idea —. Me miró, se acercó a mis labios —. También debemos ir donde mi hermano, quiero visitarlo y hablar unas cuantas cosas con él.

—Bueno. También me parece buen plan.

—Estoy segura que sus vacaciones serán mucho mejor que las nuestras, pero al igual si de pronto nos quieren llevar a Miami con ustedes, yo no estaré muy ocupada —. Nicoll empezó a reírse, yo negué con mi cabeza mientras también sonrió levemente.

En ese momento Erick separa de la mesa riendo y se dirige a una de las máquinas, para comprar algo ya que pronto se acabaría el descanso.

—¿Y cuando tienes pensado que nos vayamos para Miami? —le pregunté a Zane.

—Pues no sé, creo que unos días después de que salgamos del colegio, igual debemos pedirles primero permiso a tus padres.

—Creo que mis padres me dejaran, protestaran un poco y preguntaran miles de cosas, pero me dejarán que es lo importante.

En ese momento un silencio se formó en nuestra mesa y en cierta parte del colegio igual, escuchamos como molestan a alguien, intente descifrar donde venia el ruido, voltee levemente hacia atrás, el lugar donde quedan las maquinas, de allí viene el ruido, hay varios chicos acorralando a alguien, intentamos ver quién era, pero era imposible, los chicos eran grande, hace parte del equipo del colegio, los mismos odioso y prepotentes chicos.

—¿Quién es el chico que están molestando? —pregunté.

—No lo sé, no alcanzó a ver —dijo Nicoll, mientras se paraba y se empina un poco para alcanzar a distinguir quien es el chico que se encuentra acorralado por los idiotas deportistas.

—¿Erick no estaba comprando algo? —dijo Zane parándose de la mesa para intentar ver un poco mejor.

—Si, él se dirigió a las máquinas, ¿será él? —dije preocupada, Zane se dirigió a las máquinas para ver si el que estaban molestando era Erick, Nicoll y yo seguimos de inmediato a Zane.