CAPÍTULO 44: ¡CORRE!

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Me encontraba acostada viendo una película, Zane había salido, tenía que solucionar unos problemas con sus padres, no tuvo tiempo de contarme cuales eran los problemas, ya que sus padres llamaban constantemente, lo cual estaba causando que se estresara demasiado, algo que no era normal en él. Mi hermano le presto su auto para que no demorara, y al perecer eso no funciono mucho.

En ese momento mi celular empieza a sonar, era Zane el que me llamaba.

—Zane —dije al instante en que acepte la llamada.

—Sisu.

—¿Por qué has tardado tanto? ¿Dónde estás? —suspiro antes de siquiera decir algo.

—Mis padres me tiene solucionando unos problemas y no he terminado, creo que no podré ir a cenar. Lo lamento —dijo y en su voz se podía notar que estaba cansado

—Está bien, pero trata de no llegar tan tarde. Le diré a mi hermano que pidamos hamburguesas y te guardo la tuya. Cuando llegues la calentamos en el microondas.

—Dale sisu, gracias

—¿Y... Dónde estás?

—Estoy en el centro de la ciudad. En un banco específicamente.

—Pero ya está muy tarde, los bancos los cierran temprano.

—Sí, pero estoy hablando con el gerente general del banco y está intentando ayudar a mis padres.

—¿Por qué tus padres necesitan ayuda y más de un gerente?

—La verdad, es que yo tampoco se mucho, solo que mis padres tuvieron un problema con un dinero en este banco.

—Bueno Zane, me cuentas y no llegues tarde, quiero dormir contigo —él sonrió a través del teléfono y pude sentir como él también quería estar aquí a mi lado.

—Te amo sisu.

—Te amo don bromista.

No es un sobrenombre ingenioso y mucho menos creativo, pero por alguna razón me gustaba decirle así.

—Todavía te acuerdas de eso —dijo el, mientras volvía a suspirar.

—Sí, yo no podría olvidarme de algo que tenga que ver contigo —él sonrió y pude sentir la voz de un señor hablándole directo a él.

—Nos vemos más tarde sisu —el colgó antes de que yo pudiera hacerlo.

Intente seguir viendo la película pero me acorde de la cena. Salí de mi habitación y me dirigí directo donde mi hermano quería que él me dijera donde podía pedir en esta ciudad unas hamburguesas que sean deliciosas.

En el instante en que le pregunte, él se tomó la molestia de el mismo llamar al lugar que él conocía en la ciudad y donde nos traerían unas muy buena hamburguesas, ya que él tenía el contacto y solo era llamarles.

—Voy a ir por ellas, no pasa nada —dijo el mientras buscaba una camisa en su closet.

—¿Quieres que te acompañe?— le pregunté

—No, queda cerca y es mejor que te quedes aquí, está haciendo mucho frio y podrías enfermarte

—Bueno, mejor para mí —Él me sonrió, mientras se ponía la camisa que había sacado de su closet y el abrigo que tenía sobre la cama.

Yo me quede en su cuarto, quería esperarlo ahí, pero recordé que estaba viendo una película en la laptop, así que me pare y me dirigí a mi cuarto por la Laptop para seguir viéndola en el cuarto de mi hermano. Mientras me devolvía al cuarto de mi hermano sentí que alguien hablaba, me voltee para ver si era mi hermano o Zane que por fin había llegado, pero al mirar a mi alrededor no había nadie, solo estaba yo.

BELLA SALVACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora