A la hora del almuerzo Darcy estaba tan agotada que no podía pensar con claridad, las fuerzas sólo le aguantaban para devorarse todo lo que había en la cocina. Cuando se sentaron a comer, fue Tiffany quien abrió la conversación, en un tono que sonaba bastante condescendiente.
—Letita necesita clases, pero de sentido común. La tonta ve a una chica intentando coquetear y piensa que está interesada en el estudio —espetó enterrando el tenedor en su ensalada. La rodaja de tomate que recibió su ira hizo un ruido lamentable antes de comenzar a chorrear.
Darcy se quedó en blanco ante sus palabras.
—¿Qué? —no pudo evitar sentir que se estaba perdiendo algo de la conversación.
—Déjala, la gente hetero no tiene idea de nada, piensan que el mundo gira a su alrededor —agregó Aaron, poniendo la mano en el hombro de Darcy, cuya expresión de incredulidad parecía ser lo suficientemente evidente para que todo el mundo la notara.
—¿De qué están hablando chicos? —preguntó, mientras una sonrisa extraña se le escapaba de los labios. Aaron la miró en silenció y Tiffany soltó un resoplido.
—Parece que Darcy tampoco tiene idea del tema —espetó esta última, levantando una ceja con incredulidad.
—Bueno, Darcy puede ser así a veces, es Leo, piensa demasiado en ella misma —inquirió Aaron, como si no la tuviera delante.
—Eso ni siquiera tiene sentido —se quejó la susodicha, frunciendo el ceño.
—Lo tiene cariño, por supuesto que lo tiene —Aaron le acarició la cabeza, en un claro tono de burla. Darcy le sacó los dientes, haciéndolo retroceder.
—¿En serio no estás coqueteando? —Tiffany levantó una ceja—. Hace tiempo que no te veía interesada en nadie y últimamente pareciera que tienes un "detector de Maxine" integrado en el cerebro —espetó, encogiéndose de hombros.
—Sólo estoy siendo amable, es sentido común, simplemente...—Darcy se quedó en silencio, con la frase colgando en sus labios. Tiffany se giró, Maxine los miraba desde la barra de la cocina, donde ya había recibido su comida—. ¡Ey! ¡Aquí! —gritó, agitando las manos para llamar su atención. Max suspiró, viéndose incapaz de fingir que no los había notado y se dirigió hacia ellos, de inmediato. Darcy despejó la silla a su lado, que hasta ese momento había estado cargando su bolso.
—Bueno, pues para no tener idea es bastante proactiva —aseguró Aaron. Darcy fingió no escucharlo.
—Hola —Maxine caminó hasta ellos, para luego deslizarse en el asiento libre.
—Hola ¿Pudiste deshacerte de los minions? —preguntó Tiffany, recargándose en su mano derecha. Max se encogió de hombros.
—Fueron a la enfermería, Letita dice que tiene un resfriado —comentó. Había un brillo de diversión en sus ojos.
ESTÁS LEYENDO
El talento de Miss Darcy (Libro 1 y 2) (GL)
Paranormal(LGBT+) Darcy puede ver fantasmas y hay uno que la acompaña siempre. Annabeth Williams, su abuela, la persigue desde que era una niña y sus apariciones aumentan desde que conoce a Maxine Reed, la alumana más inteligente de la escuela y una pobretona...