Max salió de la sala, frunciendo el ceño y ligeramente contrariada por la respuesta que había recibido por parte de Mr. Black. Era casi seguro que el hombre estaba tratando de burlarse de ella, pero también estaba esa extraña sensación rascando detrás se su cabeza ¿Aquello era parte del juego? Su mente se movió a la carta que le habían dado la tarde anterior.
"El cazador"
Y el hombre dibujado en ella era muy parecido al tipo que vio en el bosque. No se dio cuenta de inmediato, eso pasó mientras traía a su mente el rostro mortalmente serio de aquel extraño y las acusaciones de fantasmas rondando los huertos salieron a la luz ¿Era aquello una especie de juego de rol? ¿O quizás ...?
Ella suspiró y ese suspiro se sincronizo con el de otra persona, Neo estaba sentado una banca, junto a la puerta que daba al jardín. Ambos se miraron con reconocimiento, probablemente Maxine era quien tenía más tiempo de conocer al chico, pero eso no quería decir que fueran cercanos, por lo que naturalmente una sensación de extrañeza lo embargó al verlo a solas.
Neo la observó un instante y después desvío la mirada hacia el suelo. Ella sonrió, nunca había sido tímida a diferencia de lo que todos pensaban.
—¿Estás bien? —le preguntó, notando la forma en que sus hombros de hundían. Él le lanzó una mirada de molestia, pero al ver que ella no parecía afectada por su mal humor, suspiró por segunda vez.
—Perfectamente —espetó en tono brusco. Max ladeo el rostro, analizando su expresión.
—No creo que eso sea cierto —inquirió, notando como jugaba con sus pulgares.
—Bueno, sería educado que fingieras que sí —dijo, notando que Max no lo dejaría en paz enseguida.
—Es una petición que puedo cumplir —La chica dio un paso adelante. Neo estaba sentado en medio de la banca, por lo que quedaba poco espacio a otra persona, pero de todas formas Max se sentó, obligándolo a hacerse a un lado.
De nuevo las miradas, Neo comenzó a ponerse nervioso.
—¿Qué quieres? —preguntó, apartándose con brusquedad.
—Vi a un hombre en el bosque —dijo, encogiéndose de hombros. Neo se quedó quieto, apretó los labios sin saber que decir y luego frunció el ceño.
—No —gruñó, apretando los puños.
—¿No? —ella ladeo el rostro sin comprender lo que trataba de decirle.
—¿A qué estás jugando? —insistió. La respiración del chico se volvió pesada y su pulso se aceleró, por un instante su mente lo transportó al verano pasado, corriendo entre los árboles, mientras la niebla y la oscuridad entraban por sus pulmones.
Luego pensó en el lago.
—No estoy jugando a nada —inquirió ella, soltando un suspiró y viéndose afectada por sólo un instante—. Le pregunté a Mr. Black sobre ese asunto, le describí al hombre, pensé que quizás era un trabajador temporal, no es posible que esta casa se mantenga en tan buen estado si hay sólo una persona encargándose de ella —Maxine le contó rápidamente su tren de pensamiento, pero Neo la interrumpió antes de que pudiera concluir algo.
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El talento de Miss Darcy (Libro 1 y 2) (GL)
Paranormalne(LGBT+) Darcy puede ver fantasmas y hay uno que la acompaña siempre. Annabeth Williams, su abuela, la persigue desde que era una niña y sus apariciones aumentan desde que conoce a Maxine Reed, la alumana más inteligente de la escuela y una pobretona...