Cuando las chicas entraron dando voces, Neo apenas había conseguido ponerle a Aron la bata de baño y sacarlo de la habitación. El chico ya no estaba llorando, en su lugar miraba a los alrededores como si algo fuera a salir de las esquinas, su respiración seguía agitada, aunque más por el miedo que por las lágrimas que había derramado. Aunque no lo pareciera Aron tenía una capacidad de seguir adelante, ahora estaba preocupado por lo que pasaría en el futuro si no lograban salir de esa mansión.
—Voy a llamar a Mr. Black, él debe tener el número de algún doctor, vamos a bajar ahora mismo de esta jodida montaña y vamos a hacer que te revisen —repetía Neo, más para sí mismo que para el chico, que se aferraba a él, mientras se mantenía en un silencio sepulcral.
Ellos estaban prácticamente forcejeando en el pasillo cuando lo encontraron.
—¿Qué está pasando aquí? —Tiffany había dado la vuelta al pasillo con expresión furiosa mientras el resto de las chicas le seguían, cuando se encontró de frente con aquella escena, fue como si la fiera en su interior hubiera despertado.
—¡Tiffany! —Aron se lanzó sobre ella y la rodeo en un abrazo, escondiendo su rostro en el cuello de la chica.
Ella se quedó quieta un segundo, rodeándolo por inercia, hasta que pareció ser consiéntete de lo que pasaba y con renovadas energías (más el doble de furia en su mirada) sus ojos se posaron en Neo.
—¿Qué demonios le hiciste a Aron? —espetó, pareciendo dispuesta a despellejarlo vivo.
—Yo no le hice nada —inquirió este, ofendido por la acusación.
Ambos mantuvieron un duelo silencioso antes de que Darcy interviniera en la pelea.
—Chicos, creo que tenemos que irnos rápido.
Desde que vio aquella mansión, erguida orgullosamente sobre sus cimientos, Darcy supo que terminarían huyendo de ahí en algún punto, lo que no se imaginaba era que las cosas se desarrollarían de aquella manera.
—¿Me estás diciendo que alguien intento ahogarte en la bañera? —Tiffany estaba furiosa, había sostenido a Aron hasta que este se calmó y se puso algo de ropa, como el chico se había negado a entrar a su propia habitación, Neo le llevo su maleta y le presto lo que Tiff consideraba "la chaqueta de mezclilla más aburrida del mundo".
—No sé lo que ha pasado, solo sé que estaba tomando una ducha cuando de repente —Aron se quedó en silencio y frunció el ceño en un gesto mortificado —. De repente estaba bajo el agua y alguien me empujaba —inquirió.
Darcy se le quedo mirando, no pudo evitar notar las marcas rojizas sobre su cuello y la forma en que comenzaban a transformarse en moretones.
—¿Pudiste ver a tu atacante? —Maxine se inclinó hacia él, hablándole con voz suave, intentando no alterarlo más de lo que ya estaba, aunque el chico parecía relativamente calmado, nadie sabía en qué momento tendría un ataque de histeria.
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El talento de Miss Darcy (Libro 1 y 2) (GL)
Paranormal(LGBT+) Darcy puede ver fantasmas y hay uno que la acompaña siempre. Annabeth Williams, su abuela, la persigue desde que era una niña y sus apariciones aumentan desde que conoce a Maxine Reed, la alumana más inteligente de la escuela y una pobretona...