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Estoy corriendo calles abajo, lo único que pasa por mi cabeza es la relación con mi madre, nunca fue una madre para mí, desde niña mi "madre" me pegaba cuando estaba enojada o las cosas no le salían como esperaba, yo siempre fui su saco de box y su lugar de lamentos al igual que a mis hermanos cuando eran pequeños, siempre nos tocó aguantar todo eso.

Lo mismo con mi padre nunca estuvo en momentos importantes siempre tenía "reuniones de trabajo en el exterior" pero cuando cumplí 11 me di cuenta que esas reuniones eran para estar con otra mujer, nadie estuvo a mi lado, excepto Jimin y Rosé, se que a ellos tampoco les ha tocado fácil, ello dicen que antes de que yo llegara cuando Jimin tenía cuatro años y Rosé tres los dejaban solos en la casa por varias horas y no era hasta que llegaba la nana que les daba de comer y los acompañaban un rato.

Es un asco esto, mis lágrimas no me dejan ver bien por donde voy, simplemente estoy corriendo hasta no poder dar más.

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Son las 7:00pm, estoy en una tienda de conveniencia comiendo un ramen, no pienso volver a casa hoy, salí de la tienda haciendo una reverencia a la anciana que atiende en el lugar, me voy a quedar donde Jin. La casa de Jin quedaba a unos quince minutos, pasé por un callejón oscuro para poder ahorrar un camino pero no pensé ver a alguien conocido aquí.

- ¿Que haces aquí? - Dije un poco desconcertada, al ver a Suga ahí.

- La pregunta debería ser para ti, ¿Que haces aquí?, ¿Me estas persiguiendo? ¿Acaso te gustó? - Dijo alzando sus cejas con una sonrisa pícara.

- Ya quisieras, estoy tomando un pequeño atajo.

- No me malinterpretes pero normalmente está no es tú ruta.

- Ahora eres un peliverde pervertido.

- Dije que no me malinterpretes.

Supongo que las veces que nos hemos visto se ha percatado que siempre tomo la misma ruta para ir a mi casa.

- No voy a ir a mi casa hoy - empecé a jugar con mis pies.

- Jumm ya veo.

veo como enciende y apaga su mechero.

- ¿Te vas a quedar más tiempo aquí? ¿Vendes drogas o algo?.

- ¿Por qué? ¿Quieres? - Lo dijo con cierto tono sarcástico.

- Si me encantaría y al final quede drogadicta y me internen en un grupo de drogadictos anónimos contando mi experiencia - lo dije con una sonrisa socarrona en mi rostro, vi como se le hacía una sonrisa en su rostro.

- Tienes un lado gracioso, quien lo diría, tu... ¿Cual es tu nombre?

Ah sí verdad, nunca le dije mi nombre.

- Haneul, bueno me tengo que ir.

No se porque estaba tan nerviosa, seguí con mi camino hasta que el hablo.

- No vayas a pasar por ahí.

Me gire y lo vi apoyado otra vez en la pared.

- ¿Por qué no?

- Le acabaron de dar una paliza a un viejo de ahí.

Vi como se dio la vuelta hacía la salida del callejón, no tenía opción así que salí atrás de el.

Ya nos habíamos alejado del lugar donde estábamos, estaba pensando en cosas triviales hasta que su voz me despertó.

- ¿Me vas a seguir toda la noche? - me sobresalte al escucharlo.

- No me di cuenta que te estaba siguiendo.

Me acerqué un poco más a el.

- Que excusa tan ridícula, admítelo, me estabas siguiendo.

- Pff - Hice oídos sordos a su respuesta - Si, claro...

La verdad no sabía cómo tratarlo a el pero sentía una inmensa curiosidad.

- Bueno... Tengo curiosidad de ti ¿De dónde eres?

- No tengo porque responderte.

- Vamos, dime de dónde eres, ¿si?

Dio un suspiro y se atrevió a responder.

- De Daegu.

- Eso tiene sentido, tu acento es diferente, suena muy bien.

Le di con mi codo es su brazo.

- ¿No estás cogiendo mucha confianza con un extraño? ¿Que tal si soy un asesino?.

- Bueno si así fuera... no me hubieras salvado ese día.

- No te acerques a mi...

:(:

Limbo - Myg Donde viven las historias. Descúbrelo ahora