Best friends! //Volkacio//

¿Felicidad, tristeza... o ambas?

Tal y como Viktor me lo había dicho, el martes fue a mi casa a recoger todas mis pertenencias para llevarlas al departamento. Ambos fuimos a dejar las cosas, no podía describir lo hermoso que era ese lugar, a pesar de que yo ya lo había visto, no dejaba de sorprenderme lo precioso que era. 

Al terminar de arreglar las cosas, Viktor y yo fuimos a almorzar y luego él me llevó a mi casa. Yo estaba más que emocionado por aquel cambio que iba a haber en mi vida, era lo más importante que me iba a suceder. 

Solo faltaba un mes para que el nuevo año comenzara, lo que implicaba dejar todo atrás y mirar mi futuro. Iba a comenzar la Universidad, y aquello no era nada fácil y de eso estaba consciente, pero eso no me impedía estar feliz. Creo que por lo que estaba más feliz era por el hecho de que iba a compartir más tiempo con mi amigo. 

Pero había algo que me preocupaba... la familia de Viktor estaría siempre sobre él, diciéndole que se alejara de personas como yo. Yo estaba más que consciente que su familia no me quería en lo más mínimo, pero eso no había sido un impedimento para que la mistad entre Volkov y yo siguiera, de hecho Vik siempre se encargaba de hacerme saber que lo que dijera su familia sobre mí no le interesaba, que él siempre estaría conmigo pase lo que pase, y aquello era más que gratificante de saber. 

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Un nuevo año estaba por comenzar, el reloj marca las 11:58pm. Era el 31 de diciembre... estaba más que emocionado viendo las estrellas desde mi patio... sí... estaba yo solo, pero eso no me importaba, estaba feliz y en paz por aquella noche. Viktor no pudo estar conmigo debido a las reuniones importantes de su familia en estas épocas del año, pero yo le entendía, además ya tendría yo suficiente tiempo para estar con él de ahora en adelante. 

El reloj marcó las 12:00 en punto, y varios fuegos artificiales se vieron en el cielo, yo los miraba como si fuera un niño pequeño, aquello siempre me había parecido fascinante. Pues antes de que mi madre muriera, ella todos los 31 de diciembre, me sacaba al patio, se sentaba en el césped y me sentaba a mí sobre sus piernas, y cuando el reloj marca las doce, señalaba el cielo y me mostraba el hermoso espectáculo de luces que se formaba en él. Tuve la mejor madre, siempre se encargó de que nada me faltara... la extrañaba demasiado... 

Una lagrima se deslizó por mi mejilla, la limpié y sonreí, no era una lagrima de tristeza, era una lagrima de felicidad al recordar los bellos momentos que había pasado junto a ella, ella me hizo entender que ser gay no era algo malo, ella se encargaba de curar mis heridas... de cantarme por las noches cuando yo tenía miedo... era simplemente la mejor madre del mundo... 

Cuando menos me di cuenta, ya me encontraba llorando como un niño pequeño, coloqué mis manos temblorosas sobre mi rostro y me hundí en un mar de lagrimas incesante. 

-Te extraño... -Dije en un susurro casi inaudible-.

Ella había sido mi luz... y cuando murió todo mi camino se apagó por completo, pero Viktor Volkov se encargó de iluminarlo de nuevo, él estuvo conmigo en el funeral de mi madre, él me estuvo apoyando siempre en todo momento... él se había convertido en mi nueva luz, y mi madre se había convertido en una hermosa estrella que me cuidaba desde el cielo.