La boda...

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Estaba cansado y no quería levantarme de la cama, sin embargo, debía hacerlo ya que era mi primer día de trabajo y no quería dar una mala impresión. 

Llegué a la cafetería y al entrar me encontré con un chico en la barra arreglando las cosas, era el encargado del café al parecer. 

-Buenos días. -Saludé, el chico me miró y sonrió grandemente-.

-Buenos días, Horacio. -Lo miré confuso, pues no le había dicho mi nombre- El jefe me avisó de que trabajarías acá, es por eso que te reconocí -Explicó al notar mi confusión- Puedes llamarme Ford, soy el encargado del café. -Sonreí y estreché su mano-.

-Mucho gusto, Ford. 

-El gusto es mío. Puedes pasar por acá y colocarte el uniforme. Te enseñaré las cosas básicas y ya verás que poco a poco irás aprendiendo. -Hice lo que me pidió y pasé a una pequeña sala en donde habían casilleros, coloqué mis cosas en mi locker con mi nombre y me puse el uniforme-.

Salí y me dirigí a la barra. 

-Te queda muy bien el uniforme. -Halagó Ford, sonreí- Como sabrás, abrimos a las 7:30am. Tenemos exactamente 30 minutos para que te enseñe un par de cosas. Hoy te encargarás de las mesas. -Yo escuchaba todo atentamente mientras intentaba relajarme y disminuir mis nervios-. 

Al llegar la hora de que abriéramos tomé una buena bocanada de aire y lo solté lentamente por la boca. Sentí una mano sobre mi hombro y al voltear vi a Ford sonriéndome. 

-Lo harás bien, no te preocupes. -Sonreí intentando convencerme de que así sería-. 

El primer cliente llegó, Ford me hizo una seña para que fuera y lo atendiera. Obedecí de inmediato y me acerqué a su mesa. 

-Muy buenos días, caballero. -Saludé amablemente- Le entrego el me- -El muy cabrón me cortó antes de que terminara de hablar-.

- ¿A caso eres nuevo? ¿No sabes quien soy? -Preguntó enojado-.

-Lo lamento mucho, pero sí, soy nuevo. -Respondí con toda la calma posible-.

-Soy un cliente frecuente de este café. Todos ya saben lo que siempre ordeno. 

-Pero yo no, como le dije anteriormente, soy nuevo. -Recalqué- ¿Podría decirme que es lo que siempre pide? Prometo que para la próxima vez no lo olvidaré. -El tipo me miró con odio-.

-Un frappé y un muffin de chocolate. ¿Lo recordarás en tu pequeña cabeza? -Forcé una sonrisa-.

-Le aseguro que sí. En un momento le traeré su orden. -Me di la vuelta y caminé más que enojado hacia el mostrador mientras remedaba en silencio las palabras de aquel asqueroso sujeto-.

- ¿Todo bien? -Preguntó riendo levemente Ford al mirarme-.

- ¿Quién se cree ese tipo? -Pregunté enojado, Ford rio de nuevo-.

-Es un cliente que se cree el rey del mundo. -Noté como mientras hablaba preparaba el pedido sin necesidad de que se lo dijera- No te preocupes por él, no dejes que te afecte lo que te diga. Solo es un hablador. -Sonrió y me entregó el pedido, sonreí de vuelta y lo coloqué en la bandeja- Solo sonríe, eso le cabrea mucho. -Me guiñó un ojo y yo reí bajito mientras asentía con la cabeza-.

Me dirigí de nuevo a la mesa y coloqué su dichoso pedido frente a él. 

-Aquí tiene, que lo disfrute. -Sonreí y noté su fastidio aumentar-.

Me fui de nuevo a la barra mientras notaba entrar a dos chicos con uniformes de secundaria, iban riendo y haciéndose bromas entre sí... sonreí tristemente al recordar mis salidas con Viktor en la secundaria y una fuerte contracción en mi pecho se hizo presente al recordar que ese día era la boda de él... 

Best friends! //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora