Prólogo

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Me desperté al escuchar el molesto ruido de la alarma. Extendí mi brazo para poder alcanzarla y apagarla de un golpe seco. Me senté en la cama y lo primero que hice fue tomar mi celular para enviarle un mensaje a nada más y nada menos que mi ruso favorito, Viktor Volkov.

//Viktor :p//


¡Buenas! ¿Te has levantado ya? -

Revisé el mensaje una vez más antes de apagar el teléfono y levantarme de la cama para tomar mi ropa he irme a dar una ducha.
Salí del baño luego de 15 minutos y revisé el celular mirando si Vik me había contestado, cosa que ya había hecho hace no más de 3 minutos.

//Viktor :p//

Buenas! ¿Te has levantado ya?-

-Buenos días, Horacio.
Sí, estoy camino al instituto en este momento.
¿Sucede algo? ¿Estás bien?

Leí el mensaje con una sonrisa en los labios, a veces Volkov era un poco dramático, si yo le enviaba un mensaje muy temprano siempre pensaba que era porque algo me pasaba.

No, no te preocupes, estoy bien.
Solo quería saber como estabas :D-

Dejé el celular a un lado y me vestí, me peine la cresta y revisé el resultado. Como
siempre, era perfecto. No es por presumir, pero yo, Horacio Pérez, era uno de los chicos más deseados en mi instituto, aunque también me había ganado a muchos... demasiados enemigos, ya sean chicos o chicas. Las chicas no me querían mucho por miedo a que les quitara sus novios. Y los chicos, me insultaban y golpeaban solo por mi orientación sexual.
No todos me trataban de esa forma. Algunos me suplicaban que les hiciera una mamada en el baño del instituto, cosa que me parecía divertido, sentir la adrenalina de que alguien nos pudiera descubrir era algo de otro nivel.

No, no soy fácil. No me confundan con una puta. A pesar de que me he acostado con varios, no soy un chico que sólo porque le digan: "Lindo" en la calle, mágicamente caerá al suelo a cuatro patas para que se lo follen. No soy de ese tipo.
Solo follo cuando estoy aburrido, no es nada especial.

Salí de mi casa camino al insti, saque mi celular de nuevo y vi un nuevo mensaje de Vik.

-Me alegra que estés bien.
Yo también lo estoy.

Oye ¿Quieres tomar un café conmigo luego de clases? :p -

Dude que me contestará al momento, pues ya debería estar en clases. Guarde mi teléfono en el bolsillo y seguí caminando hasta llegar a mi destino.

La primera hora de clases siempre consideraba que era la peor. Hay muchas personas que no piensan lo mismo, pero yo detesto la primera hora, lo considero molesto y aburrido.
Tuve que escuchar por 45 minutos al profesor de Biología con sus estupideces de siempre. Jamás me interesó esa materia.
Estaba tomando apuntes cuando escuche mi celular vibrar, haciendo que toda la mesa vibrara también.
Lo tome con cuidado para revisarlo y note que era un mensaje de Viktor, no lo abrí, solo lo leí por la bandeja de mensajes para ver que decía y luego contestarle. "Lo siento, hoy no puedo, mis padres tienen una reunión benéfica por la tarde a la cual yo debo asistir. Será otro día."

Puse una mueca triste al leer aquel mensaje, tenía ganas de salir con Viktor, pues teníamos unas semanas de no vernos porque sus padres siempre estaban ocupados arrastrando al pobre Vik a sus gilipolleces. Puse una mueca de desagrado al pensar en lo último. Los padres de Volkov jamás le habían preguntado que era lo que lo hacía feliz, simplemente lo arrastraban a las estúpidas reuniones, cenas o celebraciones. Y lo que más me jodía era que sus padres lo presentaban como si fuera una especie de trofeo. ¡Volkov no era eso! Viktor es guapo, mucho. Es muy alto, tiene la piel muy blanca, su cabello grisáceo junto con sus ojos grises le daban un toque especial a Viktor. Su cuerpo hecho de puro músculo y su frialdad hacia casi todas las personas. Viktor Volkov, era un sueño para muchas personas. ¡Pero eso no significaba que sus padres podían mostrarlo como un simple objeto!

Best friends! //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora