Solo fue un momento y nada más.

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Me tiré a la cama, suspire y reí. Ver a Volkov enojado era algo maravilloso de ver, sus celos por algo tan insignificante era increíble. Sonreí pensando en lo que el había hecho, sí, era la primera vez que había hecho algo así para que yo no me viera con alguien. Como expliqué antes, Volkov en sus "escenas" de celos, solo se iba dejándome solo, pero en este caso fue diferente, quizás porque se trataba de Claudio.

Volkov detestaba con toda su alma a Claudio a pesar de que su familia fuera muy cercana a la de Claudio, porque si, Claudio también tenía un buen estatus social. Pero Vik lo odiaba, y claro que también odiaba que se acercara a mí.

Claudio y yo manteníamos una buena relación, y no hablar de nuestros varios encuentros sexuales de los que yo sospechaba Viktor ya estaba enterado, lo que hacía que odiara más a Clau. Me reí de nuevo al pensar en lo que había pasado, aunque me sentía un poco mal por haber dejado a Claudio esperándome, pero había quedado con el para el día siguiente, así que todo estaría bien.

- ¡Maldita alarma! -Me quejé al escuchar el molesto e incesante ruido de la alarma, la apague y me levante sin ánimos de la cama-.

Llegué al instituto y vi a una multitud de personas rodeando algo ¿Qué pasaba? ¿Por qué toda esa gente estaba reunida? Me acerque un poco dudoso de si hacerlo o no, pero entre empujones logré llegar hasta adelante de esa numerosa cantidad de gente. Y vaya sorpresa.

Alexander Ivanov. Estaba ahí, con su perfecta cara y su carísimo carro, él estaba buscando a alguien con la mirada, como si fuera a encontrarlo entre toda la multitud. Todas las personas lo rodeaban, más chicas que hombres pero igualmente habían algunos. Lo miré y noté sus ojos sobre mí, inmediatamente sonrió y se acercó a mí a pasos rápidos, me abrazó con cariño haciendo que me sorprendiera.

Todos se quedaron callados y muchos murmullos se escucharon, algunos, por no decir todos, eran de odio hacia mi.

- ¡Cuánto tiempo! -Me dijo, se separó del abrazo aún sin soltarme del todo y yo le miré con una leve sonrisa mientras asentía con la cabeza-.

-Hola, Iv. -Le dije, el sonrió y me volvió a abrazar-.

¿Qué quien era él? Él, claro. El maravilloso Alexander Ivanov, hijo del excelentísimo Alexis Ivanov. Un chico muy guapo, con una fortuna de miles de dólares y claro, uno de mis grandes amigos. A diferencia de Claudio, yo no me había acostado con Ivanov, porque sólo éramos como dos hermanos, el me consideraba como su hermano menor así como yo lo consideraba como mi hermano mayor.

-Ahora, explícame que coño haces aquí. -Le dije con tono amenazador alejándolo del abrazo-.

-Eso...-Dijo riendo nervioso- ¿Sorpresa?

-Joder...

Miré a mi alrededor y aun había mucha gente mirándonos, así es, se estaban muriendo de envidia. Pero al menos no me habían visto con Viktor, el modelo multimillonario que se ponía celoso porque un estudiante de medicina se acercaba a su mejor amigo. Ahí si, probablemente me ganaría el odio de toda la institución... y puede que de todo el país.

-Deberías irte, tal vez podamos hablar luego... -Dije incómodo por tantas miradas, noté su cambio de humor y puso una mirada sería, me tomó de la muñeca y me arrastró a su carro, me subió al asiento de copiloto y se fue a su lugar no sin antes despedirse de la multitud con una gran sonrisa-.

-Bien, ya podemos hablar. -Dijo con una sonrisa-.

-Joder, tenía una clase muy importante hoy. Y ni hablar de como mañana estaré en la mira de todos. -Solté frustrado-.

-Vamos, no es tan malo. Además ¿Qué hay de malo? -Me preguntó, yo negué con la cabeza y le miré-.

-Que yo solo soy Horacio, nadie más. No soy alguien importante en la sociedad, no tengo dinero y ahora llegó un chico en un puto Mercedes y que cuando me vio me abrazó frente a toda la cantidad de personas que habían ahí. Lo que significa, que mañana todos me mirarán muy raro. Me acosaran aún más y ni hablar de las molestas preguntas. -Respondí con todo enfadoso-.

Best friends! //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora