Я буду ждать тебя... / Te estaré esperando

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/Capítulo narrado por Viktor/

Un nuevo día... y no tenía ni siquiera ganas de levantarme de la cama, sin embargo, lo hice, porque recordaba cada una de las palabras de motivación de Horacio cuando yo entraba en pequeños episodios de depresión en mi pasado... 

Me terminé de arreglar y me dirigí a la Universidad... detestaba por completo tener que hacerlo, definitivamente no quería ir... pero lo hacía por Horacio. 

Llegué y noté a Gustabo y a Jack hablando, probablemente esperando a Horacio ya que cuando miraron mi auto ambos se quedaron mirándolo con cierta esperanza, esperanza que desapareció al instante en que me vieron bajar del coche solo a mí. 

- ¿Horacio no...? -Preguntó asustado Gustabo, yo solté aire-.

-No. -Respondí-.

- ¿Qué le hiciste, Viktor? ¿Qué mierda le hiciste para que él se haya ido? -Preguntó más que enojado Gustabo, sentí mi sangre hervir... él no era le único asustado y preocupado, yo estaba muriendo por dentro, por lo que lo miré amenazador y con el ceño fruncido-.

- ¿Podrías dejar de culparme? -Pregunté enojado mientras me acercaba a Gustabo, haciéndolo casi retroceder, sin embargo, una mirada amenazadora de Jack me atravesó, estaba retándome a acercarme más a Gustabo. Dejé de acercarme- Escuchen, no son los únicos preocupados aquí, ¿Okey? ¿Saben cómo la estoy pasando yo? 

- ¡Fue tu culpa! Por supuesto que debes estarla pasando mal. -Gritó el rubio, gruñí e iba a acercarme más a él pero fui impedido por Jack, su mirada demostraba rencor-.

-Mantén tu distancia. -Amenazó el pelinegro mientras me alejaba de Gustabo, fruncí más el ceño-.

-Estoy harto de que solo me culpen a mí. ¡Bien, lo admito! Fue mi culpa, actué como un imbécil, pero estoy arrepentido, ¿De acuerdo? ¡Solo quiero a Horacio a mi lado, de nuevo! -Grité- ¡No son los únicos a los que les preocupa H! ¡Soy su novio! ¡Lo amo más que a nadie en el mundo! 

- ¿Estás seguro de que sigues siendo su novio, Viktor?¿O siquiera su amigo? -Preguntó con voz baja Conway mientras me dejaba sin palabras en la boca, negó con la cabeza al no recibir respuesta y se alejó con Gustabo... dejándome de nuevo con aquel sentimiento de vacío dentro de mi ser-.

Quería gritar y llorar... abrazar a Horacio de nuevo... sentir su dulce aroma... ver su preciosa sonrisa... sus bellos ojos... su perfecta personalidad... lo necesitaba de nuevo... necesitaba a Horacio Pérez más que a cualquiera en el mundo... ¡Maldita sea! 

No, definitivamente no entraría a esa Universidad. Me fui de nuevo a mi coche encendiéndolo con rabia, mis manos temblaban, ni siquiera podía regular mi respiración debido a lo alterado que estaba... y de repente, una voz se vino a mi cabeza... "Vik, no debes conducir alterado... Deja que yo conduzca, ¿sí?" La voz de Horacio hizo que quitara mi pie del acelerador y sintiera mi pecho contraerse... aquella frase me la había dicho una de las tantas veces en las cuales yo había estado peleando con mis padres y había acabado muy mal... 

Apreté el volante y coloqué mi cabeza sobre este mientras ahogaba sollozos... detestaba aquello... era mi culpa... era mi culpa... "Vik, no llores... ¿sí? Sabes que siempre estaré contigo, jamás te dejaré solo..." Solté jadeos al recordar aquella otra frase... apreté mis dientes haciendo que rechinaran debido a los quejidos y a la fuerza que estaba ejerciendo... 

"Vik, eres fuerte... por favor, levántate de esa cama y vamos a tomar un helado, ¿de acuerdo?" Apreté el volante con más fuerza al recordar que había sido Horacio quien con una simple propuesta de ir a comer helado, logró levantarme de mi cama en la cual había pasado casi una semana tendido con depresión diagnosticada... 

Best friends! //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora