Las cosas se resuelven.

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Vik y yo estábamos yendo de nuevo al café, me sentía más animado... aunque también ciertamente nervioso... 

Entré de nuevo al café y sentí cierta culpa al mirar a Ford atendiendo las mesas y sirviendo los pedidos él solo. 

-Debería ayudarlo... -Le dije a Viktor, este me miró y comprendió-.

-Te esperaré. -Sonreí inconscientemente y asentí con la cabeza-.

 Noté a Volkov sentarse en una de las mesas y tomar su móvil. Me dirigí hasta dónde estaba Ford y comencé a ayudarlo, aunque este insistía en que si no me sentía bien, que me fuera a descansar. 

....................

7:00pm

Estábamos ya cerrando y Ford se acercó a mí para ayudarme con una de las últimas mesas, hizo una broma que me causó bastante gracia, sin embargo, cuando este se dio la vuelta, se quedó helado y con cierto aire de pánico. Miré en la dirección en la que él miraba, y quise reírme al notar la mirada amenazadora que Viktor le estaba lanzando a Ford. 

Al finalizar, le pedí a Ford un momento... le iba a explicar lo que pasaba y que renunciaba... vaya locura renunciar al segundo día de trabajo. 

- ¿Qué sucede, Horacio? -Me preguntó cuando estábamos ya a solas-.

-Verás... me... -Suspiré- Sucedió algo y... renuncio... -Ford parpadeó un par de veces y abrió la boca pero luego la volvió a cerrar- Sé que es repentino... y también sé que apenas es mi segundo día de trabajo, pero... ya no podré seguir trabajando...

-Vaya... la verdad es que no esperaba nada como eso... -Se pasó una mano por detrás del cuello y luego suspiró con una triste sonrisa- No te preocupes Horacio. No sé que es lo que ocurrió, pero acá no "amarramos" a los empleados. -Rio- Me gustó trabajar contigo... aunque solo hayan sido dos días. -Sonreí-.

-Muchas gracias, Ford. 

Al terminar, me dirigí hasta la mesa en la que estaba mi rusito y le dije que ya podíamos irnos. Acordamos en dormir esa noche en mi apartamento y a la mañana siguiente, salir directo a la ciudad nuevamente. 

La felicidad de Viktor se notaba en todo su perfecto y angelical rostro... me llenaba de satisfacción verlo tan alegre, y yo también lo estaba. 

- ¿Aquí... es? -Preguntó Viktor mirando el edificio deteriorado en el cual me estaba quedando. Solté un suspiro y coloqué una leve sonrisa-.

-Aquí es. -Confirmé, Viktor me miró con preocupación y yo negué con la cabeza- No es tan malo como parece... 

Lo convencí de que entráramos y cuando nos dirigíamos por los pasillos el tipo que me tiró al suelo la última vez, casi lo vuelve a hacer, solo que esta vez, aquel armario de dos metros se interpuso entre el tipo y yo. 

-Más cuidado. -Amenazó Viktor, el tipo gruñó con enojo y siguió caminando, Volkov frunció el ceño con fastidio y luego me miró a mí con preocupación- ¿Quién cojones es? 

-Meh. -Me encogí de hombros- Un tío que no tiene nada mejor que hacer. -Viktor sonrió levemente y sonreí de vuelta-.

Me detuve frente a la puerta y miré a Viktor. 

-Es esta. -Anuncié- No me juzgues. -Abrí la puerta y lo dejé pasar-.

La cara de susto que colocó Viktor me causó gracia. 

- ¿Has estado viviendo acá? -Preguntó con cierto aire de culpa dentro de sí-.

-Sí... pero no es tan malo como parece... -Repetí, Viktor se dio la vuelta y quedó frente a mí-.

Best friends! //Volkacio//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora