Capitulo 22: Jura ante la espada

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(Cassandra Pov)

Je, es curioso como llegan a suceder las cosas. Hasta hace poco pensé que la única razón de Edmund por la que acepto a Varian fue porque quería un saco de practica con el cual poder desahogarse a diario (siendo esa la misma razón por la que luego yo acepte entrenar a ese cuatro ojos usando mi espada sin filo, todo sea por mi diversión personal por fuera de las lecciones de Varian), pero no esperaba que en realidad el padre de Eugene de verdad allá visto ¨potencial¨ en ese niño.

Es decir ¡es Varian de quien estamos hablando! ¡desde mi perspectiva, encaja más como científico loco que como un usuario de la espada! ¡incluso me atrevo a decir que es mucho más probable que caigan perros y gatos del cielo antes de que ese cerebrito sea un guerrero en todo sentido de la palabra!

Pero claro, luego el universo tenía que demostrarme que me equivocaba (como acostumbraba a hacer) cuando de repente, el entrenamiento de Varian con Edmund paso de ser solo sparring con espadas de madera a verdaderos ejercicios debido a que este, contra todo pronóstico, logro vencer a Edmund en combate y ganarse su lugar como aprendiz de la hermandad (algo que de hecho aun no creo, pero todos dicen que así fue).

Ese suceso me hizo ver las cosas desde otra perspectiva. Al principio solo estaba apaleando a Hugo por simple placer y tal vez para quitarle algo de la estupidez que le dio con toda esa tontería del enamoramiento. Pero ahora, creo que, si Varian puede cambiar y hacerse fuerte de verdad, entonces solo quizás, Hugo también pueda. ¿Por qué no? Es decir, no existe nada imposible.

Aunque antes de cualquier cosa. Había algo que debía arreglar con él.

Cassandra: Hugo, soy yo, abre la puerta -dije tras tocar la puerta sin recibir respuesta alguna.

Hugo: Te dije que no me molestaras ¿Cuánto ha pasado? ¿10 minutos?

Cassandra: Muy gracioso ¡ya han pasado cuatro días! -dije a la vez que el solo abrió la puerta, consternado. Vaya, esta hecho un desastre. 

Hugo: ¡¿En serio?! ¡¿Tanto?! 

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Hugo: ¡¿En serio?! ¡¿Tanto?! 

Cassandra: Si, ahora quítate, debemos hablar -dije entrando sin permiso a su habitación, antes de taparme la nariz con una mano- honestamente, te urge un baño.

Hugo: Lo imagino. De cualquier modo, se bienvenida, ponte cómoda -dijo antes de solo echarse en su cama en lo que yo cerré la puerta tras de mi- ¿Qué hay de nuevo?

Cassandra: Déjate de tonterías... responde ¿de quien era la carta? -pregunte solo para verlo actuar del mismo modo que hace cuatro días.

Había pasado todo muy rápido para mi gusto. Estábamos entrenando del mismo modo que lo habíamos estado haciendo los días anteriores, de hecho, estaba a punto de comenzar con la golpiza cuando solo sucedió. De repente, por encima de nosotros voló un tipo de ave bastante singular, un halcón gerifalte (la clase más grande que existe) para luego dejar una nota a los pies de Hugo y nuevamente emprender vuelo.

Enredados: El lado oscuro del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora