Capitulo 6: Misterios, culpas y secretos

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(Eugene Pov)

Debo decir que esto me estaba trayendo recuerdos ciertamente amargos, ya que no podía evitar ponerme en los zapatos del chico en este momento. La sola idea de que Nigel estuviera actuando como el capitán de la guardia luego de encerrarme, jactándose y prácticamente celebrando por verme tras las rejas, sencillamente me daba mal sabor de boca.

Es más... ¿Qué hacia este chico aquí? ¿Por qué razón fue encerrado? ¿Era acaso una moda que los chicos jóvenes hicieran actos vandálicos para acabar cautivos en mazmorras? Porque de ser así, era una moda muy tonta. Varian, Yong, y ahora este tipo... ¿Qué pasa con la juventud de hoy en día? ¡en parte me siento orgulloso por mi lado delictivo, pero no era momento para eso!

Nigel: En serio eres un caso perdido, yo que vine con la mejor intención del mundo a decirte que, por obra y gracia de los cielos, tu ¨novio¨ no será llevado con el resto de los invasores a Ingvarr. Llegando incluso a ofrecerte algo del más fino coñac o té de jazmín de la mejor calidad, y así me pagas, escupiéndome a la cara, de verdad eres un salvaje, Hugo -revelo el nombre del preso mientras se limpiaba el aparente escupitajo con un pañuelo.

¿Acaso le estaba contando asuntos confidenciales a un preso? Y esperen un momento ¿en serio le ofreció esas cosas? ¡¿Quién se suponía que era este tipo como para que recibiera un trato así de especial?!

Hugo: No estoy interesado en nada que tu traigas, quien sabe que veneno le metiste a esas cosas -dijo sin parar de fulminar con la mirada a Nigel en ningún momento. Cosa que parecía importarle poco al consejero real.

Nigel: No cabe duda de que estás siendo irracional y bruto. Además, escuche que desde hace días has estado hablando solo como todo un desquiciado, cuando se supone que debes guardar silencio, esa es la regla del confinamiento solitario -menciono con cierta burla- solo por eso... bien los guardias podrían sacarte un ojo, cortarte la nariz o hasta romperte la mandíbula, te podrían castigar y sería bien merecido, pero...

Hugo: ¡Púdrete estúpido narizón!

Nigel: Bien podrías evitarte todo eso, incluso el encierro, si solo me escucharas -siguió con su charla, ignorando las quejas del joven rubio- es decir, perfectamente solo por escupirme así, soy capaz de argumentar que me atacaste de forma violenta primero. Haciéndome una simple victima indefensa que esta en su derecho de tener reacciones viscerales, además de que te burlaste de mi inseguridad física, entonces ¿Qué puedo hacer con esta hostilidad que por tu culpa me esta consumiendo por dentro?

Hugo: ¿Y yo que culpa tengo de que no se te pueda hablar sin que te pongas como una reina del drama? Agradece que no este de humor para pelear, porque de estarlo, te diría hasta de lo que te morirás -escupió con veneno en lo que Nigel solo suspiro...

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Hugo: ¿Y yo que culpa tengo de que no se te pueda hablar sin que te pongas como una reina del drama? Agradece que no este de humor para pelear, porque de estarlo, te diría hasta de lo que te morirás -escupió con veneno en lo que Nigel solo suspiro con pesadez.

Nigel: Escucha, no tiene que ser así... justo ahora, cuando te veo ¿sabes que veo? Una gran oportunidad comercial -dijo haciendo que el chico solo rodara los ojos con fastidio.

Enredados: El lado oscuro del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora