Capitulo 23: A nadie le gusta escuchar lo que no quiere ver

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(Varian Pov)

Es curioso lo que pueden pensar algunas personas cuando se despiertan. Algunos pueden decirse a sí mismos que algunas personas sueñan con el éxito. Otras se levantan cada mañana y lo hacen realidad; otros pueden convencerse de que el mañana es solo un adverbio de tiempo... por mi parte, al ver el sol, tanto el real como el del símbolo del reino, solo pienso que... el Sol es un recordatorio diario de que nosotros también podemos resurgir de la oscuridad, de que nosotros también podemos hacer brillar nuestra propia luz.

Esto lo pensaba mientras reflexionaba sobre los eventos recientes de mi vida. Empezando con que se puede decir que, desde lo ocurrido en las ruinas de esa vieja arena de combate, las cosas han sido algo diferentes, por así decirlo. Y decir que la relación con Hugo mejoro era quedarse corto. O al menos eso me gustaría decir, pero básicamente las cosas siguen igual, con el siendo algo excesivo cuando se trataba de pasar tiempo conmigo, siendo la única diferencia que ya no me incomodaba y buscaba escapar de él.

Además de que al menos antes tenía como excusas para mantenerme alejado de él cosas como mi educación tardía como príncipe, que Eugene mandara a Hugo a encerrar en el laboratorio de alquimia que le hicieron para hacer saber que cosa, y nuestros respectivos entrenamientos diferentes de la espada con nuestros respectivos maestros... pero al menos eso último, cambio del todo.

Empezando con el cómo he estado despertando desde los últimos cinco días.

(Hace 3 días)

Edmund: ... ¡DESPIERTA! -lo escuche gritar de repente justo al lado de mi cama, haciendo que el efecto instantáneo.

Antes de darme cuenta, estaba en el piso tras caerme de la cama, a la vez que Ruddiger y Pascal se quedaron tiesos en la cama y sujetos a las sábanas de tal modo que ni con una palanca se les podría mover de allí fácilmente, y no los culpo, menuda forma de despertar ¿Qué estaba pasando?

Varian: ¡¿Qué sucede?! ¿Un incendio? ¿un terremoto? ¡¿Por qué grita así, señor?! -pregunte mientras buscaba reincorporarme al mundo de los vivos, solo para ver la sonrisa divertida del hombre mayor.

Edmund: No, nada de eso, es hora de despertar. Ya es muy tarde -dijo señalando el reloj en la mesa al lado de mi cama.

Varian: ... ¿Tarde? ¡Pero son las cuatro de la mañana! ¡El sol ni siquiera ha salido! -dije exponiendo dicho hecho al señalado la ventana de mi habitación, solo para ser ignorado.

Edmund: Pues como dijo un sabio una vez: ¨Al que madruga, Dios le ayuda¨ -declaro antes de lanzarme ropa casual- vamos, quítate el pijama y empecemos, tras hablarlo con Cassandra lo he pensado mejor y creo que debemos tomar tu entrenamiento más en serio. Esa chica tiene problemas, pero también buenas ideas.

Entonces esto era cosa de Cassandra... pensé que cuando dijo que iba a hablar con Edmund sobre combinar los entrenamientos, solo estaba hablando por hablar para tener un momento a solas luego de mostrarnos ese ataque de depresión por su aparente relación complicada con Rapunzel. Pero tal parece que al final si cumplió con lo que dijo... y aun peor, lo que sea que hablaron, a Edmund le gusto.

Edmund: ¡Así que arriba, corazón! ¡Hoy es un gran día! -dijo con falso tono amable acompañado de una sonrisa de más inquietante- ¿Qué te parece si empezamos con 30 vueltas al campo de entrenamiento de la guardia antes del desayuno? Hay que instigar el hambre.

... ¿Qué esta pasando aquí?

 ¿Qué esta pasando aquí?

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Enredados: El lado oscuro del solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora