Vanilla Lemon -MLB AU Adrienette-

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Sábado. Ya son las cinco de la tarde y mi café está frío.

Hace más de dos horas que estoy sentada frente a mi escritorio intentando escribir por lo menos una página de lo que, espero, se convertirá en el proyecto para poder finalizar mi carrera universitaria. Pero... Nada se me viene a la mente. No dejo de calcular cuánto tiempo me queda hasta la Presentación para seguir inventando excusas y postergarlo, una y otra vez.

 - Vamos Marinette... - Me "motivo" a mí misma - Ya tienes 23 años, deberías haber terminado hace rato con tus estudios para empezar a cumplir todos tus sueños - Claro que soy la mejor dándome ánimos. Pero creo que ya está. Suficiente por hoy. No puedo pensar en nada que se relacione al proyecto.

Si tan solo no me hubiera distraído mirando Instragram y no hubiera visto esa foto de Luka... Seguramente ya tendría escritas varias líneas sobre "Los cambios en la moda desde el nacimiento de la Industria del Fast Fashion y sus repercusiones medioambientales". Sé que suena súper interesante, irónicamente hablando. ESTUDIA MODA DIJERON, SERÁ DIVERTIDO DIJERON. Sí, claro. Pero esa imagen... Agh, maldita sea.

Lo nuestro terminó hace más de dos años, no sé por qué todavía sigo involucrada con él. Obviamente miento, porque sí lo sé... Porque cada vez que vuelve a la ciudad después de sus giras musicales con su padre Jagged Stone, me envía un Whatsapp para preguntarme "cómo estoy" y "si tengo ganas de verlo" y así es como caigo en la trampa de su tóxica seducción de músico. Esa trampa que me lleva en un vuelo directo y sin escalas hasta su cama. Es que bueno... El cuerpo pide.

Desde que nos separamos nunca hemos estado más de dos o tres meses sin vernos, pero solamente para "eso", porque sé que no pasarán ni tan solo cinco días y él se volverá a ir de gira, totalmente fuera de mi control. Por eso terminamos, principalmente. Nos llevábamos bien, nos divertíamos, me inventaba canciones todo el tiempo y además había una interesante química en la intimidad. Tampoco puedo decir mucho porque ha sido mi único hombre, el único que me conoció entera y al que quise entregar mi cuerpo y corazón durante tres años, hasta que su papá lo llamó para tocar con él en su banda. Intentamos seguir a la distancia, pero fue muy dificil. Con él viajando por todos lados mientras yo quedaba sola en mi habitación, mi imaginación volaba de forma negativa, me ahogaban los celos y me había abandonado por completo esa seguridad que él me había ayudado a construir confiando en mí misma y envalentonándome a ser quien yo quería ser. Ahora que lo pienso, es muy loco que la persona que me insistió a estudiar moda sea la que justamente ahora no me deja terminar mis estudios, pero no puedo culparlo, él también se fue detrás de sus sueños.

Decidimos de forma conjunta dejar de lado nuestra formalidad de novios porque ninguno de los dos la estaba pasando bien. Yo no quería ser tan egoísta de ponerme por encima de lo que a él le gustaba hacer, de lo que él siempre me había dicho era "la razón de su existir, la música", y él no quería impedirme seguir adelante con mis estudios, alejarme de mi familia y amigos o hasta incluso mencionó el hecho de estar con alguien más... Cosa que por mi parte y después de dos años, aún no ha sucedido, al menos no al punto de intimar o relacionarme de forma más profunda.

En ese momento esas palabras me hirieron mucho, porque lo único en lo que podía pensar era en que él sí quería estar con otras personas sin tener que sentirse frenado con el hecho de "tener novia". Lo odié, lloré y lo maldije noches enteras en la oscuridad de mi habitación mientras me replanteaba todo el tiempo que, pensé, había perdido a su lado para terminar de esa forma, ni siquiera debido a una dramática pelea, sino que teniéndonos que separar por no poder pasarla juntos.

Con el transcurso de los días, meses, años, entendí lo sabio y sano de nuestra decisión ya que, sin quererlo, habíamos madurado. El cariño siempre estaría con nosotros y, mientras tanto en tanto los dos tuviéramos ganas, estaríamos juntos. Y así terminó mi segunda historia de amor, porque la primera, aunque no haya sido correspondida como tal, ocurrió, y eso es algo que no podría negar jamás.