~ 22 ~

2K 125 93
                                    

Me siento como si fuera una celebridad caminando a su lado hasta la entrada del restaurant, con mis manos alrededor de su brazo, mientras él me regala su mirada esmeralda junto a su adorable sonrisa desde que bajamos de su coche. El sonido de mis tacones nuevos sobre el piso de piedra acompaña esta soñada caminata que parece salida de mis ilusiones más profundas, aunque sinceramente creo que no he llegado en ningún momento a imaginarme algo así de perfecto. Todo es tan elegante y refinado que imploro con todas mis fuerzas no cometer ninguna estupidez durante la cena, por hoy... El cupo de situaciones incómodas ya está más que completo.

- Has venido a comer alguna vez aquí? - Me pregunta poniéndose frente a mí para acomodar un cabello que se me había venido a la frente por la leve brisa de la noche, mientras esperamos a que la fila para ingresar avance.

- No... Pero lo he escuchado nombrar mucho. De hecho por la cantidad de gente que hay supongo que debe ser muy bueno. - Y COSTOSO.

- Sí, la comida es deliciosa. A mí me gusta mucho el salmón y aquí lo preparan de una forma que me encanta. Siempre que estamos en París, es un lugar al que solemos venir con mi padre, ya sea juntos o cada uno por nuestro lado. - Volteó su rostro para mirar la entrada del lugar y sonrió. Le debe traer buenos recuerdos, ojalá pueda crear unos agradables momentos conmigo también.

- Joven Adrien, buenas noches! - Un hombre vestido con el uniforme del lugar, que venía caminando al lado de la fila, se detuvo junto a nosotros. - Tiene reservación hoy? -

- Gustav! Buenas noches! - Adrien estrechó la mano con él. - Sí, así es. -

- Buenas noches, Señorita. - Se dirigió hacia mí con una leve inclinación de su cabeza para luego volver a hablar con Adrien. - Entonces qué hace esperando en la fila? Por favor, pase adelante! -

- No hace falta, de verdad... - 

- Disculpe mi intromisión, pero no haga esperar afuera a tan grata compañía... - El hombre me señaló con sutileza, haciendo que Adrien se sonrojara al voltear hacia mí con la boca abierta, como si se hubiera dado cuenta de algo.

- Eres muy atento Gustav, tienes razón... - 

- Pero yo estoy bien aquí, Adrien, no... No pasa nada si tenemos que esperar. - Mientras esté a su lado...

- Vamos Mari, sigámoslo. Aprovechemos el beneficio de que mi padre viene muy seguido. - Me habló al oído entre risas, apoyando la mano contraria al brazo del que yo me estaba sosteniendo sobre la mía. 

Comenzamos a seguir a Gustav que nos guiaba, intercambiando algunas preguntas clásicas con Adrien sobre cómo estaba, si hacía mucho que esperábamos y demás. Las demás personas que aún están haciendo la fila nos miran algunos con rostros confundidos y otros con asombro, no sé si sentirme orgullosa o con un poco de vergüenza. Por qué no ambas?

Llegamos hasta la recepción luego de que el hombre nos abriera las enormes puertas del restaurante, en donde una mujer, vestida muy elegante, chequea una tableta detrás de un atril de madera y acrílico. Levanta la vista hacia nosotros y nos sonríe. - Buenas noches, sean bienvenidos. Tienen reservación? -

- Buenas noches, sí, a nombre de Agreste. -

La recepcionista movió su dedo sobre la tableta y asintió. - Sí, perfecto. Aunque... -

- Ocurre algo? - Preguntó Adrien frunciendo su entrecejo. Yo observo a ambos en silencio.

- No, Señor. Sólo que creo que se duplicó su reserva. Hay dos "Agreste, mesa para dos personas". -

- Eso es porque la otra reserva es la mía. - Una voz profunda habló desde detrás nuestro, haciendo que tanto Adrien como yo nos volteáramos en un segundo. Era Gabriel Agreste junto a Nathalie.

Vanilla Lemon -MLB AU Adrienette-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora