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Toda esta situación me tiene en una montaña rusa de emociones que suben y bajan, me hacen feliz y a la vez me sumergen en un pozo miserable en el que me planteo si las decisiones que tomé en cada momento de mi vida estuvieron bien o mal. Avanzar duele, pero el estancamiento disfrazado de comodidad tampoco es beneficioso, qué mejor ejemplo que yo que hace dos años postergo todos mis objetivos responsabilizando a los demás. Que porque tuve que trabajar, que porque Luka se fue de gira, que porque Adrien se fue al exterior a estudiar, que porque Alya necesitaba compañía, que porque discutí con mi madre... Puras excusas que podría seguir enumerando durante horas.

Pasó un día entero en el que no he tenido noticias de Luka, le he escrito ayer algunas veces pero solamente se ha dedicado a dejarme en visto. Necesito hablar con él porque ya es jueves y si mañana quiero disfrutar de mis planes de fin de semana con Adrien, es fundamental llegar a una conclusión. Él me ha dejado muy en claro que para que sigamos adelante tengo que liberarme, pero me siento muy presionada. Sé que tarde o temprano ocurriría algo así pero siempre supuse que sería más por cansancio o hartazgo que porque mi primer amor reaparecería en mi vida para ponerme de cabeza nuevamente y además decirme que quiere probar cómo nos va juntos!

No puedo ni concentrarme en hacer tres costuras derechas para éste encargo, lo mejor será dejarlo para después ya que no quiero arruinar ésta tela tan hermosa que conseguí. Doy un último suspiro antes de volver a revisar mi teléfono en busca de novedades de Luka. Ok, tengo un mensaje suyo.

- Estás disponible y con tiempo para hablar ahora? -

- Hola, no? Gracias por no responderme ayer. -

- Lo siento. Puedes ahora o no? -

Suspiro bien fuerte.
- Sí, puedo. -

Al instante en el que mandé mi mensaje sonó el timbre de casa. Estamos justo en el horario en el que la Panadería está cerrada hasta dentro de un rato y mis padres salieron a hacer unas compras, qué oportuno... Tomo las llaves para bajar a abrirle tras corroborar que de verdad era él.

*-*-*

Subimos a mi habitación y él repitió la secuencia del martes en la que se sentó en el diván para luego pedirme que lo acompañase de frente. Permanecimos en silencio durante unos segundos.

- Discúlpame por no haber contestado a tus mensajes, Marinette. Necesitaba pensar. -

- Está bien, dijiste que volverías para seguir conversando y aquí estás. -

- Sí, así es. Quisiera retomar la charla del otro día pero sinceramente creo que no tiene sentido ya, si todo fue tan sencillo... - 

- Es que... Ya te lo dije, no hay mucho más que pueda agregar. Simplemente pasó... Yo no sabía que él iba a ir a la casa de Alya, por eso cuando hablamos acepté verte y todo hubiera sido como siempre. Venías, teníamos sexo y te ibas. Eso también es sencillo. - Crucé mis brazos, nueva e inconscientemente tomando la misma actitud de mierda, a la defensiva.

Luka sacudió su cabeza con su entrecejo fruncido como si le hubiera dado una bofetada. - Tú piensas que estos dos últimos años solo han significado eso para mí? Estás muy equivocada. - Se quedó pensando en silencio durante unos segundos. - Marinette, yo te amo, nunca he dejado de hacértelo saber de todas las formas posibles y escuchar salir de esos preciosos labios, que me han regalado los besos más dulces de toda mi vida, palabras tan alejadas de mis sentimientos realmente duele mucho. - 

- Sé que me amas, pero a mí también me ha dolido mucho cada vez que todo volvía a ser como antes de separarnos para que en tan solo un par de días estuviera sola de nuevo. -

Vanilla Lemon -MLB AU Adrienette-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora