Una tras otra

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El verano terminó de la mejor manera posible.

Max feliz con su nuevo coche y trasladándose a la cuidad para ir a la universidad. Le ofrecí quedarse en mi Hotel, al menos hasta que encontrásemos un piso. Avisé a mis empleados y le hice prometer a mi hijo que se comportaría. Confiaba en él.

Me despedí de él con un nudo en la garganta. Aunque por suerte no se iba muy lejos y lo iba a ver casi cada semana que fuera yo a mi Hotel a revisar que todo estuviera bien. Aunque había delegado bastante mi trabajo debido al cáncer.

Adam y Eloi seguían en su vida de papás. Y qué bien lo hacían. Me imaginé que iban a pedirme más ayuda con la llegada de Hyo, pero la verdad es que se las apañaban muy bien. Y estaba realmente orgullosa por ello. Eloi además era maravilloso y lo que yo tanto tiempo me había temido, que alguno de mis hijos acabara en una relación tóxica como la que yo tuve con su padre... no estaba pasando.

Denis y yo estábamos mejor que nunca. No habíamos vuelto a saber nada de Veronica y a mi me tranquilizaba bastante. Denis me contó que se había vuelto a su país. Reconozco que saber que estaba tan lejos, me gustaba.

Sobre la boda que planeamos, a pesar de que él me propuso varias veces retomarla... nuestra boda de paripé... yo ya estaba casada con él y montar esa fiesta era lo que menos me apetecía.

A menudo por las noches me preguntaba si es que yo no estaba cediendo en nada, si es que solo Denis alargaba el brazo hacia mi lado y yo nunca le daba la satisfacción de tener el control. A fin de cuentas... ¿eso era una relación no? Un quid pro quo.

— ¿Qué te preocupa cariño?— Denis me pilló ensimismada mirando al horizonte.

Había dejado el libro que me estaba leyendo encima de mi regazo y estaba... pensando. Llevaba una manta en las piernas y estaba sentada en el porche viendo cómo oscurecía a pesar de ser solo las siete.

— ¿Te hago feliz?— Leí en su cara una total sorpresa.

— ¿A que viene esa pregunta?— Suspiré. Denis se sentó a mi lado y ladeo su cuerpo para mirarme.

— Siento que... haces todo para que yo sea feliz, incluso aunque a ti no te apetezca y me da miedo que eso... te haga infeliz—

— Cariño, yo soy feliz si tu eres feliz—

— Ya... pero... ¿qué me dices de lo de la boda? Me lo has preguntado varias veces... eso es porque tu si quieres hacerla y yo..—

— Para para... — me agarró de las manos— si te lo he preguntado varias veces es porque quiero que estes segura de las decisiones que tomas. Quiero que las tomes por ti, no por mi ni por el que dirán, ni por miedo a nada...—

— ¿Entonces tu no quieres celebrar esa boda?—

— Yo ya estoy casado contigo Julieta... esa boda me da completamente igual. Yo solo quiero que seas feliz—

— Ya... ¿pero que hay de ti? ¿Que es lo que tú quieres?—

— Yo ya tengo todo lo que quiero...—

— ¿De verdad?— Enarqué una ceja— no se porque siento que no—

— De verdad... ven, anda, vamos dentro, estás helada— Le agarré de la mano y le hice sentarse de nuevo.

— Por favor Denis... siento que... que me escondes algo—

— No se que quieres que te diga cariño—

— Me contaste que siempre te habías imaginado una vida a mi lado, desde que tenías dieciséis años. ¿Es así la vida que te imaginabas?—

— Mas o menos...—

Mi silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora