Capitulo 18

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Pablo despertó con un terrible dolor de cabeza que no le permitía pensar, trató de levantarse, pero sintió la presencia de alguien más a su lado.

Cuando giró su cabeza notó que Marizza aún estaba durmiendo, no pudo evitar soltar una risilla al verla dormir, realmente lucía como una princesa.

Se removió un poco sin hacer mucho ruido para no despertar a la pelirroja, pero no lo consiguió.

Marizza: Pablo ¿Dormiste bien?.- Preguntó tallando sus ojos con una de sus manos.

Pablo: Creo que la pregunta sería... ¿Qué pasó ayer? déjame adivinar, estaba completamente ebrio en ese caso, me disculpo por cualquier problema que te causé.

Marizza: No me causaste ningún problema al contrario, no me molestaría verte en ese estado nuevamente.- Admitió antes de recibir una mirada horrorizada por parte del rubio.

Pilar: ¡Buenos días!.- Saludó alegremente encontrando al par aún bajo las mantas.- ¿Dónde dejé mi cámara? .- Susurró para sí misma mientras salía de la habitación.

Pablo: Bueno, creo que sería mejor irme...

Marizza: Pero... no has desayunado.- Le recordó levantándose para llevarlo al comedor.- No puedo dejarte ir sin desayunar.

Pablo: Andrade, sabes que no es necesar...- Fue interrumpido cuando sintió un flash en su rostro, cuando miró hacia la puerta vió a la niña con una cámara en sus manos acompañada de una gran sonrisa.

Pilar: ¡Lo tengo!, próximamente en el álbum familiar.- Le guiñó un ojo a su "cuñado."

Marizza bufó y se dirigió a la cocina seguida por Pablo y la cámara de su hermana.

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Buscó los ingredientes para preparar un sándwich hasta que sintió una mirada fijamente en ella.

Marizza: ¿P... podrías dejar de verme?... es odioso...

Pablo: Pero alguien tan linda como tú, merece que todo el mundo te vea.- Se sentó encima de la mesa ladeando su cabeza.- Incluyéndome.

Marizza: Pablo, ¿Me amas mucho, mucho, mucho?.- Preguntó con un tono irritante para los oídos de él.

Pablo: No sé de donde sacaste esas ideas estúpidas, pero yo no tengo ningún interés e...- Giró su cabeza la distancia que había entre ambos era mínima.

Marizza: No te creo nada...- Ella lo besó.

 Se estaban besando.

Pero ésta vez, el rubio no hizo el mínimo esfuerzo en alejarla, al contrario, rodeó el cuello de su falsa novia con sus brazos, sus labios se movían al mismo ritmo de un momento a otro, ambos terminaron contra la pared...

El rubio se separó de Marizza, ella tenía sus mejillas completamente sonrojadas y respiración entrecortada.

Y un flash se hizo presente ambos miraron en dirección a la entrada de la cocina, Pilar se encontraba vagamente escondida tras la pared, traía nuevamente su cámara acompañada de un leve sonrojo en sus mejillas.

Pilar: ¡Rayos!... no sé cómo quitarle el flash.- Se dió cuenta que ambos la estaban mirando, rió falsamente mirando a los lados.- Ahora...¡Huyo!.- Corrió lo más rápido posible hacia su habitación.

Pablo: Ya desayuné.- Dijo con burla antes de separarse y salir de la cocina.- Nos vemos mañana, Andrade...

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Un novio de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora