Capitulo 26

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Pablo pareció pensarlo mejor en su habitación esperando que la pelirroja viniera con ese disco de su hermano pero sus pensamientos fueron a otro rumbo, él ni nadie moriría si ellos iba a hacer las compras así que supuso que no era la gran cosa, entonces ahí lo tienen un rubio serio por fuera, pero sonriendo por dentro y Marizza con ojos bien abiertos tentándose a tomar comida que no estaba en la lista de compras. 

Pablo: Sé que te mueres por esas golosinas.- Le dijo siendo algo malo.- Pero no debes, no está en la lista.- Ahora estaba de su otro lado bueno.- Solo toma uno y ya, Andrade...

Dejaron el lugar y se pusieron en marcha de vuelta a casa, pero en el hogar de los Andrade...

Y ni bien la pelirroja abrió la puerta una voz conocida la sobresaltó.

Yi Jeon: ¿Por qué no atendías mis llamadas?.- Estaba de brazos cruzados totalmente indignado ante la manera que su amiga lo había ignorado durante casi toda la tarde.

Su amigo no estaba solo, ya que no fue el único ignorado, Jihoo estaba ahí también e hizo aparición.

Marizza: ¿Jihoo? ¿Qué...

Yi Jeon: Lo deje entrar porque estaba preocupado.- Había algo de pena en su expresión.- Pero no nos vayamos de tema ¿Por qué no atendías?.- No necesito respuestas al dar sus ojos con otra presencia, el rubio con mala cara se les acercó pues él había ido a dejar un par de bolsas a la cocina.- Ya veo... ¿Una cita?

La pelirroja negó despacio y le mostró la única bolsa que cargaba

Marizza: Fuimos hacer las compras...

Jihoo: Oh...- Exclamó nada contento, sosteniendole la mirada al rubio y la única en no sentir la tensión era ella.

Yi Jeon rodó los ojos y dejó de estar de brazos cruzados.

Yi Jeon: Pequeña, acompáñame.- Se la llevó hacía la cocina, dejando a esos dos solos o bueno, los mantendría bajo su vigilancia.

Jihoo: No te pongas a la defensiva, no tengo pensado sacarte del camino y quedarme con Marizza.- Sonrió falsamente, siendo mentiroso.

Pablo: No te das cuenta ¿Verdad?.- Jihoo alzó una ceja.- Ella no está enamorada de ti, has lo que quieras, Marizza no volverá contigo por más que te haya perdonado pero algo ten seguro flacucho, terminaré golpeándote.- Sonrió ladino mirándolo con ojos fieros.

Marizza: ¿Pablo? ¿Jihoo?.- Los llamo, estos le dieron su atención.- Uhm...- Por alguna razón no estaba feliz por la presencia de su ex, solo quería echarlo de su casa pero no quería ser ruda.- Ehm...

Yi Jeon: Lo que mi pequeña quiere decir es, ¿Jugamos todos, videojuegos?.- Sonrió al ver todas esas expresiones no iba a negar que se estaba divirtiéndose, pero él quería lograr algo.- Vamos, lo deje todo preparado en el living.- Se llevó consigo a su amiga y los otros dos de mala gana se acercaron.

Jihoo: Bien, como en los viejos tiempos ¿Verdad, Marizza?.- Le sonrió cálido ya que los primeros en jugar eran Jihoo y Marizza.

Marizza: Siempre me dejabas ganar.- Dijo en voz baja, ahora pensando en otra persona, Pablo no la dejaba ganar muy seguido, de hecho él se lo tomaba muy en serio y ganaba casi siempre.

Marizza mostró una sonrisa...

Jihoo: Marizza, el juego empezó

La pelirroja asintió, pero cuando se dio cuenta ella ya había perdido al no estar atenta y no es que le esté echando la culpa a un aburrido Pablo, pero él era muy ruidoso con sus bostezos, ella frunció sus labios y se reprochó el concentrarse más en el rubio que el juego que estaban jugando.

Pablo: Tan mala como siempre, Andrade.- Se burló, totalmente cómodo en el sillón.

Marizza: Pero yo te gane la última vez.- Le mostró su lengua y el rubio negó.

Pablo: Fue la única vez que ganaste...

Yi Jeon: Tu turno Bustamante.- Les interrumpió.

Pablo: Paso.- Estaba desinteresado.

Jihoo: ¿Temes perder, Pablo?.- Lo provocó y lastimosamente para él, el rubio se puso de pie y tomó el mando.

No pasó mucho y ellos realmente estaban siendo energéticos con un simple juego de carreras.

Marizza: Hyung... deberías de detenerlos, no quiero que Mamá encuentre su televisor destruido.- Le dijo en creciente pánico, pero su amigo solo negó y trató de calmarla.- Pero Hyung...

Yi Jeon: Pequeña, ¿A tí te sigue gustando Jihoo?.- Soltó tan de la nada.

La pelirroja dirigió nuevamente su mirada a los dos chicos que echaban chispas con los mandos, se concentró en Jihoo y termino sintiendo lo mismo que antes; nada... esta vez dirigió sus ojos al rubio... no supo interpretar el movimiento en su pecho.

Marizza: Yo...

Pablo: Perdedor.- Soltó dejando caer el mando en el sillón individual.- Y aburrido, Andrade, diles adiós y vamos a casa.- Él no tenía ningún problema con la casa de los Andrade, ni con la habitación de su chica, solo... solo se sentía más cómodo en la suya, así es como se perdió escaleras arriba, como si fuera el dueño de la casa.

La pelirroja miró cautelosa a su amigo y a su ex, y les sonrió con pena... el rubio totalmente los estaba echando, Yi Jeon comprendió, Jihoo se obligó a comprender ambos caminaron hacia la salida pero a diferencia de Jihoo, Yi Jeon salió con una sonrisa en la boca.

Yi Jeon: Realmente, tú y yo necesitamos hablar.- Acarició sus cabellos y salió de la casa.

Marizza solo asintió sin comprender del todo.

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Èlite way school internacional de Shinwa

Las primeras horas de clases se basó en la lectura de aquel libro de trama bastante rebuscada, y a solo diez minutos para que el timbre se hiciera escuchar, la estricta profesora anunció

Hilda: Tendrán una semana para hacer una sencilla investigación de los próximos temas.- Tomó su carpeta en manos y empezó a nombrar el listado.- Está a su elección seleccionar el tema que más les guste, y por supuesto yo armare los grupos también tengo que informarles que los juntaré con los de mi clase de cuarto año.

Y era un tanto obvio que la clase no se mostrará para nada contenta, pero nada se podía hacer.

Kim Eunso: Espero que me toque con el chico nuevo.- Se refería a Jihoo, el grupo de Marizza por su parte negó desanimados.

No pasó mucho y la profesora empezó a anunciar los grupos, los suspiros no faltaron de parte de los alumnos.

Hilda: Andrade Marizza, Bustamante Pablo y Yeon Jihoo, grupo cinco.- Anuncio y prosiguió.- Y por último Oh Hani, Aguirre Manuel y Coluchi Mía, pueden irse...

Mía: ¿No puede hacer un cambio?

Hilda: ¿No le agrada mi elección, señorita Coluchi?.- Le preguntó siendo totalmente seria, pero la chica no dijo nada.- Bien, eso creí.- Ella dejo el aula.

Ahora bien, Marizza estaba muy confusa en estos momentos; ¿No sería acaso una estupenda oportunidad para mostrarse toda empalagosa con Pablo al tener a su ex cerca?. De alguna manera la idea no le emocionaba mucho estaba seriamente dudando y no sabía de qué o porque, últimamente se sentía de ese modo... confundida.

CristinaVila912 y Valenotro

Continuará... 

Un novio de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora