Capitulo 20

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El pasillo se encontraba silencioso, frío y solitario, y aquello era así por una simple razón, los estudiantes estaban en clases mientras que la parejita salía de la enfermería.

Pablo paró en seco, dio con su casillero mientras Marizza lo esperaba a un costado, ella lucía nerviosa y perdida en sus pensamientos, el rubio pudo notarlo.

Pablo: Lo que ocurrió fue totalmente tu culpa.

Se le estaba haciendo costumbre culparla siempre, ella agacho la mirada y viendo sus dedos jugar nerviosamente entre ellos...

Marizza: J... Jihoo estaba.. él, él estaba ahí.. solo...- Balbuceo tímida y sin estar segura de sus palabras.

Pablo: Por supuesto.- Volvió a su casillero pero ¿Qué tanto hacia? nada de un golpe cerró el casillero y volvió a retomar sus pasos deteniéndose a los segundos, al percatarse de que estaba caminando solo.- Vamos, nos iremos a casa...

Y si ella estuviera en sus cinco sentido se hubiera preguntado nuevamente, ¿No estaba pasando más tiempo en casa del rubio que en la suya?, pero como no lo estaba solo asintió y lo siguió.

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La motocicleta arrancó y Marizza volvió caer en la realidad, ahora mismo se encontraba aferrada al cuerpo del su falso novio... esa motocicleta iba a matarla un día de estos.

Pablo: Llegamos.- Anuncio luego de haber hecho un recorrido largo, pero no lo mal entiendan, él tomaba aquel camino por el solo hecho de querer disfrutar más tiempo de la velocidad de su motocicleta, para nada se trataba de asustar a su chica... para nada.

Marizza movió su cuerpo y siguió al rubio hacia el interior de su hogar, vaya suerte tuvieron al encontrarse solos no había señales de los padres del rubio y por supuesto el menor de los hermanos todavía se encontraba en la escuela genial... ¿Genial?.

Pablo: No solo te quedes de pie en la entrada, Marcos escondió ese maldito disco, ve y búscalo.- Marizza infló sus mejillas.- No actúes así, tu prácticamente se lo devolviste en sus manos.

Marizza: Pero él fue muy inteligente...- Murmuró siguiéndolo y pudo escuchar una risa de parte del rubio.

Pablo: Es la primera vez que escucho que alguien llama inteligente a mi hermano, ahora mismo ese chico debe de estar fuera de la escuela, metido en algún lugar escuchando una banda de rock mediocre.- Hablaba con la verdad, luego se lo contaría a su Mamá.    

Y aunque Pablo le hubiera dicho a Marizza que fuera a la habitación ajena y buscará el dichoso disco, ambos ahora se encontraban teniendo algo así como una discusión.

Había empezado cuando ella giró la perilla de la puerta ajena y vio que tenía llave, el rubio solo gruñó por lo bajo y tomó los mandos del videojuego de carreras, él no solía entretenerse con eso porque antes su idea de entretenerse era pasar horas dormido sobre su cama, estudiar y leer algunos libros.

Pablo: Eres mala en esto, Andrade.- Dijo con una sonrisa ladina, la pelirroja indignada resopló sin quitar su vista de la pantalla.

Marizza: Me empujaste, eres un tramposo

Pablo: Excusas, Andrade... excusas...

Marizza estuvo por volver a refunfuñarle nuevamente, pero sus palabras quedaron interrumpidas al escuchar el tono de su celular y Pablo puso mala cara al escuchar el tono " Dos segundos", ¿Ese era un tono de llamada?... Marizza tarareo hasta dar con el celular, pero su sonrisa y tarareos desaparecieron, su sombría sonrisa se apoderó de ella al atender.

Un novio de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora