Después de todo no soy un completo ogro sin corazón, porque estaba ahí, esperando que alguien nos dijera que ella y el bebé estaban bien.
- En este momento están trafuciéndole sangre porque ha perdido demasiada -me comentó la enfermera cuando me levanté para pedir información sobre Stephanie.
Eran las seis de la tarde cuando manejé hacia el hospital y luego de casi una hora más aun no tenían alentadoras noticias.
Le asentí a la enfermera y regrese a mi lugar en la sala de espera. Mario estaba a unas cuantos sillones del mío, dejándonos una suficiente distancia para no hablarnos. Él no se atrevía a mirarme, pero yo sí lo hacía. De vez en cuando. Mario estaba triste, rápidamente lo pude ver en sus ojos, también cansado, por sus ojeras. Quizás tuvo un largo día en el trabajo o no ha dormido bien. Sé muy bien que también estaba preocupado por Stephanie y el bebé. Y de repente, sentí la necesidad de preguntar si ha comido algo desde que llegó aquí, pero no lo hice. Estaba siendo un poco egoísta. Mario iba a tener un hijo; Esa oración martirizaba mi mente.
¿Qué si es un varón? Dios, todos los hombres quieren un hijo varón. Ya sabes, para enseñarle a ser como ellos. Rudos. Sucios. Y jugar fútbol, qué sé yo.Por otra milésima de segundo pensé que sin duda será un buen padre, de todos modos. Lo ha hecho tan bien con Kimberly. Wow. No lo había pensado, Kimi va a tener un medio hermano o hermana. Ya no estoy segura si eso es tan malo como suena o bueno.
¿Y si ellos no se llevan bien?
Oh.Para el otro segundo ya estaba pensando nostálgicamente:
No quería compartir a Mario. No quería que él se dividiera en dos. No quería que fuera papá por segunda vez, no con una mujer diferente. Quería que el fuera el papá de Kim y de los otros diez bebés que habíamos planeado tener. Nosotros. Y para este momento ya estaba deseando con todo el corazón que ese bebé que esperaba Stephanie fuera de Adam y no de Mario, como ella dijo.
¿Y Adam, por cierto?
Justo cuando llegué, había visto a Adam levantarse de su sillón sin siquiera darse cuenta de mi llegada, luego irse por el pasillo a quién sabe qué lugar.Miré la hora de mi celular. Casi las ocho. Ya estaba comenzando a sentirme cansada, tanto emocional como físicamente. Por mi mente divagaron muchas maneras de cómo para este momento ya hubiera encarado a Stephanie y obligado a que me dijera la verdad. Le hubiese gritado y ella también a mí, desde luego, pero hubiese sabido la verdad.
Ahora solo esperaba que nos dieran alguna buena noticia. Una parte de mí aún tenía un poco de moral para Stephanie. Aunque la odiara.Y entonces, no sé qué me impulso a hacerlo, pero me levanté y caminé hacia Mario. Cuando me paré frente a él, levantó la mirada hacia mí, claramente sorprendido.
- ¿Has comido algo? -le pregunté, guardando un tono de voz neutral. Mario negó con la cabeza, un poco confundido- Deberías de ir a comer algo. Sinceramente creo que estaremos aquí toda la noche.
- ¿Te quedas? -preguntó, aun confundido.
- Sí -rodé los ojos- No creo que pueda con mi conciencia si no lo hago.
- Vaya -dijo él- Gracias.
- No lo hago por ti, Mario. Mucho menos por ella. Lo hago por ese bebé.- Mario tristemente asintió, a duras penas.- Entonces, ve a comer algo. Yo seguiré aquí esperando noticias -añadí.
- ¿Puedo invitarte el café? De verdad, creo que es lo menos que puedo hacer si te desvelas aquí.
- Debería aceptar, pero no, gracias. Ve a comer Mario-bufé, haciendo una mueca- ¡No puedo creer que te tenga que casi rogar para que lo hagas!
- Bien -respondió Mario, simplemente. Casi me mostró una sonrisa, pero sus ojos tristes y cansados la opacaron.
Nos habíamos convertido en dos extraños muy cordiales.
Sin embargo aún me importaba más que mi vida, porque lo quería más que a mi vida. Aunque duela.
Pero, ya no sentía mío quién antes me perteneció completamente.
Suspiré, viendo como Mario se alejaba hacia la cafetería del hospital.
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"Beautiful Lies." - Mario Bautista & Tu
Fanfiction''Tiene que haber alguna forma para hacer que me quieras como antes''.