Capítulo 17. Wow.

5.1K 296 18
                                    

Versión de Sebastian.
Odiaba tanto las situaciones del tenso y frívolo ambiente a hospital. El simple olor a medicina era casi repudiable para mí. Me traía malos recuerdos.
Pero increíblemente cuando vi a _______ salir de esa habitación, donde sabía que, estaba allí porque el susodicho ex Mario era importante para ella, lo que claro me hizo sentir un poco decepcionado; No habían sido más de tres, quizás cuatro veces, en las que me imaginé a mí pidiéndole una cita a ________ para conocernos mejor, y entonces quizás podría haber pasado algo más. El punto era que, verla correr a mis brazos en busca de un apoyo, sentir sus frágiles brazos alrededor de mi cuello, su rostro escondido sobre mi pecho buscando un consuelo, su pequeño cuerpo pegado ligeramente al mío como para sostenerla, y además era muy consciente de sus sollozos, quise abrazarla más, apretándola suavemente y susurrando algunas palabras para darle un poco de consuelo, sea lo que sea la razón por la que ella lloraba. De alguna manera se sentía bien abrazarla aunque fuera en esta situación. Y para mi gran sorpresa me di cuenta que quería protegerla, y que ese pequeño momento nunca acabara.
Apenas unos segundos después, ________ parecía darse cuenta de ello, y fue ella la primera en alejarse. Y esa pequeña burbuja se rompía.
- hug, Sebastian, lo siento -dijo limpiando debajo de sus ojos con sus pulgares. Luego pasado una mano sobre su cabello, como para acomodarlo- ¿Podemos volver al trabajo? Ya no tengo nada más que hacer aquí.
- Por supuesto. ¿Segura que estás bien? - pregunté preocupado.
- Sí... lo estoy -me dio apenas una sonrisa. Hmm, ella no estaba siendo del todo sincera conmigo- ¿Vamos? Espero que no nos corran por desaparecer así como así del trabajo.
Asentí, y comenzamos a caminar hacia la puerta, yo la seguía. Entonces ______ se detuvo apenas dio un par de pasos.
- Oh no, no, no -dijo buscando entre su bolso hasta sacar su celular para revisarlo. Sonaba alarmada- ¡Demonios! ¿Dónde tengo la cabeza? Kimberly debe de estar preocupada. ¡Son casi la una de la tarde!
- ¿Kimberly?
- Umm. Sí -dijo dándose cuenta de que la había escuchado- Kimberly, mi hija.
Wow. Wow. Paren su tren. ¿Ella dijo hija? No era como si me desagradaran los niños, de hecho me agradaban, pero, ¿cómo, ella? Tan joven, y sin descaro alguno, ¿cómo una hija con un cuerpo así? Al parecer hoy había sido el día de las revelaciones de ______. Tenía una sola palabra para esto y era: wow. Traté de parecer lo menos aturdido posible y pregunté:
-¿Qué pasa con ella?
- La hora de salida de su Kinder fue hace media hora. Casi nunca llego tarde por ella. Y ahora me tomará una eternidad llegar de nuevo al trabajo, recoger mi auto y manejar de nuevo a su Kinder –explicó.
- Yo te llevo -solté sin pensar.
Sólo pensé un poco en la parte en la que ella dijo Kinder, lo por lo cual deduje que Kimberly tenía al menos cuatro o cinco años. Y otra vez wow.
- Sebastian, no. Has hecho demasiado por mí hoy, y si tienes problemas en el trabajo por mi culpa me sentiré terriblemente mal.
- Si regreso ahora o una hora más tarde igual los tendré, ¿así que, cuál es la diferencia?
La señorita revelación del día terminó aceptando. Subimos a mi auto y me dio indicaciones para llegar al Kinder de su hija. Dios, era extraño pensar eso. Ella tenía una hija.
Cuando llegamos ______ bajó sin antes poder ir a abrir su puerta. Estaba comenzando a pensar que ella arruinaba a propósito mis intentos por ser un caballero. Entonces sólo la esperé recargado al auto a que regresará de nuevo con Kimberly.
Un par de minutos que, me parecieron una eternidad, _______ regresó de la mano a una pequeñita con el ceño claramente fruncido, de cabello castaño, algo despeinado, ojos grandes y poderosamente Cafes, y su piel blanca como el papel. Puedo asegurar que Kimberly es una niña tan hermosa como lo es su mamá. Ambas de diferentes maneras.
- Kim, él es Sebastian, un amigo. Se ofreció a traerme -presentó ______- Y Sebastian ésta es Kimberly, mi hija.
- ¿Qué paso con tu auto, mami? -le dijo la pequeña a _______, por un momento me sentí ignorado.
- Larga historia, amor, digamos que no tuve más opción que Sebastian me diera un aventón -le respondió. Aunque Kimbery no parecía del todo satisfecha por su respuesta. De hecho creo que pudo haber sido mi imaginación pero, cuando sus brillantes ojos me miraron de nuevo, sentí su mirada con recelo.
- Un gusto conocerte Kimberly -fue todo lo que pude decir. Ella no respondió y eso me hizo sentir inseguro. ¿Cómo una cosita así de pequeñita y aparentemente adorable podría ponerme tan nervioso?
- Bueno, entonces, si no es demasiado, ¿puedes llevarme de regreso por mi auto? -me dijo _______. Claramente apenada por la actitud de Kimberly.
El camino de regreso al trabajo fue algo incomodo. Kimberly no haba dicho mucho, más que susurrarle cosas a su mamá desde que subió al auto, y ______ de vez en cuando me atrapaba mirándolas desde el espejo a ellas dos sentadas en la parte trasera.
Aun restaban dos horas más de trabajo, puesto que en cuanto llegamos al edificio nos separamos cada quien a su piso y área de trabajo. Cuando llegué al mío ya me esperaba un llamado con el jefe de sistemas en su oficina. Lo usual me decía que tenía mucho más trabajo que hacer y me llamó la atención por desaparecer sin avisar. Después de eso regresé a mi escritorio y computador, intentando concentrarme en lo que habría qué hacer mientras la hora de salida llegaba. No pude hacerlo, la mañana y parte de la tarde había tenido demasiado como para concentrarme, además aun sentía los ojos justicieros de Kimberly sobre mí. Creo no agradarle.
Para cuando por fin dieron las tres de la tarde caminé de regreso al estacionamiento, donde casualmente me encontré de nuevo con ________ y su pequeña en la entrada de éste.
- Hey. Um, hola otra vez -me dijo ella al toparnos.
- Hola, ¿cómo te fue con tu jefa?
- Bien supongo. Ya sabes, me dio un poco de trabajo extra para terminar en casa y así. Creo que prefiero mil veces eso a que me hubieran despedido.
- Igual yo. Habría renunciado, no sería divertido sin ti -dije sin medir mis palabras.
- ¿Qué?
- Hum... bueno ya sabes, por lo divertido que fue la vez que tropezamos juntos -explique. Que explicación tan estúpida.
- Oh sí... -sonrió. Luego de ese momento incomodo, noté que Kimberly jaloneaba la mano de ________ para apresurarla- Oye por cierto, lo siento, por todo. Quizás pudiste haberte ahorrado muchas cosas si no me hubieses llevado.
- ¿Quieres dejar de decir Lo siento? –solté una risita- Está bien, lo hice con gusto. Creo que con un Gracias es suficiente –quise bromear con algo más, pero Kimberly estaba escuchando la conversación y mejor me lo guarde.
- Ah, sí, también eso, Gracias, te debo una grande –también rió- Bien, entonces, supongo que nos vemos hasta mañana, adiós.
En realidad no quería que se fuera así como así, yo tenía mucho que preguntarle sobre lo ocurrido esta mañana cuando la encontré llorando, lo que ocurrió en el hospital y sobre su hija, y quién sabe qué tanto más de lo curioso que resulté con el misterio de ______. Pero entonces pensé que no era un buen momento para atacarla con mis preguntas.
- Sí, adiós -le dije a _____- Adiós Kimberly, espero verte pronto -mencioné sacudiendo mi mano hacia ella.
- Adiós -musitó y jaloneó de nuevo a _______ para que cruzaran el estacionamiento y llegar a su auto.
En definitiva no. No le agradaba a Kimberly en lo absoluto.
-------------------------------------------------------
Hola, hasta aqui el capitulo espero que lo disfruten No olviden votar y comentar para que la siga.Que tengan un Feliz Viernes

"Beautiful Lies." - Mario Bautista & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora