Capitulo 33. Todo se derrumba.

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Voy a decirte algo y quiero que me escuches muy bien: Cuando un hombre corre a tu lado después de una pelea y es el primero en rogar perdón y una nueva oportunidad, es porque:

Número uno, en verdad está muy arrepentido y está cansado de pelear. O número dos, hizo algo terriblemente malo y no se acerca en nada con la razón por la cual estas molesta. Entonces quiere tu perdón antes de que en verdad enfurezcas cuando te enteres de aquello terrible que hizo.

Pues bien, si te sucede el numero dos bienvenida al club.

- Anoche tuve el sueño más horrible de todos - dije y me senté a lado de mamá en el sofá- Soñé que Mario tenía un hijo de Stephanie.

- Hija, lamento decírtelo pero eso no se aleja por mucho a lo que en realidad sucede -respondió mamá. Dándome unas palmaditas en la espalda.

- Gracias Madre. Justamente eso necesitaba, más de tu cruel sinceridad.

- Es mi trabajo, cariño -tarareó. Comencé a reír sin siquiera saber por qué, luego una lagrima cayó por mi mejilla y me recargué en el hombro de mamá.

- ¿Esto es real? ¿En serio Mario va a tener un hijo de otra mujer? -solté un suspiro que más se pareció a un quejido- ¿Justamente de Stephanie? ¡El mundo me odia!

-Estoy tan sorprendida y decepcionada como tú -palmeó mi muslo, haciéndome saber lo mucho que a ella le dolía que estuviera pasando por esto- Lo digo en serio.

- ¿Cómo se supone que le explique algo así a Kimberly? ¿Debería si quiera explicárselo o ocultárselo?

{Flashback}
Aquella noche en la boda de Anto las cosas habían resultado bien para Mario y para mi. Sebastián por otro lado... decidí que hablaría con él una vez que me dejara en casa después de la boda. Cuando estuvimos en casa esa misma noche, mamá y Kimberly subieron a una de las habitaciones dejándonos a Sebastián y a mí a solas para despedirnos.

Sebastián ni siquiera sospechaba nada e incluso dejó pasar el hecho que quite mi mano de la suya un par de veces luego de la plática con Mario. Sebastián me observaba en silencio, apreté mi boca en una línea dura y de un momento a otro me preparé para tener esa charla de un inminente adiós. El silencio de ese momento dolía, lo sentía en cada parte de mi cuerpo.
Algunas personas hablan sobre que existen las almas gemelas, que en algún lugar existe alguien destinado solo para hacerte feliz a ti; nadie antes te advirtió que podría tener más de una alma gemela. Y entonces traté de imaginar vagamente cómo sería mi vida sin Sebastián en ella, porque hace cuatro meses mi vida era como un viaje en línea recta, sin altas, sin bajas e incluso todo era paz. Sebastián vino a unir las piezas que en un momento Mario rompió y otras que yo misma decidí que se rompieran, sin embargo no se sentía bien sólo dejarlo ir. Y para Mario eso se sentía injusto.

Ahora que traté de resolver ese conflicto interno no sé con certeza si estaba ganando o perdiendo.
Bueno en aquel momento se sentía como si estuviera ganado mucho con Mario.

- Sebastián... -yo fui la primera que hablé- Tenemos que hablar.

- Por alguna razón estaba temiendo que dijeras eso -mencionó con un tono de voz algo triste y apagada.

¿Cómo se supone que debía de actuar cuando creía que mi deber está al lado de Mario, pero justamente también se siente como que no debo romper el corazón de Sebastián y también pertenezco a su lado?

- Diablos, estoy jodida -suspiré- En serio, lo siento mucho Sebastián, pero estoy malditamente confundida y si no te lo digo ahora no podré con esto yo sola -eso le dije, sonando tan irritada conmigo misma por ponernos en esta situación.

"Beautiful Lies." - Mario Bautista & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora