Capitulo 22. Fiesta

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Otra vez es él.
Nuevamente está atormentándome.

Cerré los ojos y respiré. Un minuto más y el sonido de un mensaje más me sobre salto.

Lo revisé rápidamente y ahora sí me aseguré de ponerlo en silencio.
Volví a respirar normalmente. El mensaje era de Gus.

‘‘Hey enana, te extraño ¿Aun vives? Haha bromeo. Bueno, te mando mensaje para invitarte a mi fiesta de cumpleaños atrasada y algo así como de despedida. ¿Cuento contigo y Mario, verdad? Llámame. Te quiero’’.

Oh, Gus. ¿Dónde demonios se esconde este tipo y aparece cuando menos lo pienso? La Universidad y su nuevo trabajo nos habían distanciado, sin mencionar que su novia también lo mantiene muy ocupada.

También extrañaba a Gus, ¡Dios es mi mejor amigo! Y olvidé su cumpleaños, eso no es tan bueno, me odiará si no asisto, y… ¿fiesta de despedida? ¿A qué se refería con eso? ¿A dónde va? Tiene mucho que explicarme. Le envié una rápida respuesta, mirando a mí alrededor para que nadie pudiera verme.

‘‘Seguro, raro. Te llamaré después del trabajo. También te quiero’’.

Entonces recordé también que tengo una mejor amiga. Anto. Que está por casarse. ¡Oh Dios! Necesito llamarla también.

(…)
Por la tarde, recogí a Kimberly del Kinder y la acompañe a sus clases de Ballet. Eran ahí mismo en su escuela, como una actividad extra. Era su primer día por lo que quería asegurarme de que estuviera en el salón de Ballet.

Luego de ello quedé con Anto de vernos en un Café Starbucks. La había llamado más temprano y ella encantada acepto.

-¡Hey, mira nomas, estás radiante, Anto! – exclamé apenas la vi. Ese brillo en sus verdes ojos hablaba por sí sola, al igual que esa enorme y blanca sonrisa.

- Oh, basta, me harás sonrojar –dijo ella, sin evitar sonreír aun más. Nos abrazamos a manera de saludo. Luego ambas nos sentamos en uno de los sillones de las mini salitas tipo Lounge de allí.

-Entonces, ¿cómo van los preparativos de tu boda? –pregunté.

- De maravilla. Aunque claro, ya sabes, estoy muy nerviosa, además necesito tu ayuda para algunas cosas de chicas. Luego te diré cuándo y dónde, eh.

- Sí, sí. Por supuesto –sonreí. Recordé que ella también ayudó mucho cuando yo iba a casarme con Mario. Preparar una boda es una completa locura, no sé cómo es que Anto luce tan increíble cuando la suya es en menos de un mes.

-Pero, oye, no quiero hablar de preparativos de bodas por el día de hoy. Cuéntame, y ______, quiero la verdad. Juro que si tratas de mentirme lo voy a descubrir y odiaras ver a una Anto molesta –amenazó, apuntándome con su dedo- Somos mejores amigas, ¿qué ha pasado con Mario y tú? ¿Por qué Mario vive con Mauricio en su apartamento?

- ¿Mario se está quedando con Mauricio? –pregunté sorprendida, desde que Mario se fue no sabía dónde pasaba las noches. Ahora lo sabía. Anto asintió y enarcó una ceja, ella quería respuestas.

- Dímelo –insistió. A nadie, absolutamente a nadie le había dicho los verdaderos motivos, pero Anto era mi amiga y tengo que confiar en ella.
Además esto me está comiendo por dentro y necesito sacarlo. Anto era la indicada.

- Anto… Me están amenazando… - murmuré por lo bajo, bajando mi mirada.

-¡¿Qué?!

-Hace aproximadamente unas semanas, casi un mes. Tengo miedo, Anto. Mucho. No tienes idea de lo que éste loco acosador me ha dicho. La cantidad de cosas que dice que hará si no hago lo que él me pide.

"Beautiful Lies." - Mario Bautista & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora