Ekko resignado, se fue con Jinx a la cocina, sabía que quizás podría hablar con ella, pero debía ser después, cuando se le pasara la rabia, por ahora solo seguía en lo que le habían encargado hacer.
Con 4 personas trabajando en la cocina, no les llevo muchas horas dejar todo ya listo para la cena, las preparaciones frías las dejaron en la nevera y el pavo, que era lo que más horas tardaba, lo metieron en el horno ya listo, Vander no llegaría aún ya que aún era algo temprano.
Vi se dirigió a la habitación de Vander, para tomar sus pesas y hacer algunos levantamientos mientras él llegaba, Jinx por su parte simplemente salió de la cocina tras su padre, llevando a Ekko de la mano, pero lo detuvo con una sonrisa a la mitad del camino a la sala.
-pasa al-
Antes de que Ekko pudiera terminar de preguntar, Jinx apunto hacia arriba, Ekko pudo ver, uno de los muchos muerdagos que había por toda la casa, entendía el mensaje, y por supuesto que no se negó a dar le un beso a su amada bajo aquel muerdago, sin embargo sintió un ligero arrepentimiento cuando se separaron, y miro la expresión anonadada en el rostro de Silco.
Ekko ya le había dicho a Benzo que salía con Jinx, pensó que ella también se lo habría mencionado a sus padre, al menos a Silco, pero no parecía ser el caso claro está, aunque él no se lo tomaba personal, sabía que Jinx era muy distraída y aveces se olvidaba de contar cosas importantes, aún recordaba aquella vez en la que una aracnoboar casi se la come en el bosque, y ella no lo menciono, si no hasta que Fred y George se lo contaron a él.
Silco quería creer que su ojo le había fallado, su niñita no podía estar saliendo con alguien, sin mencionarse lo siquiera, y quién era ese niñito?! Que tenía de bueno?! Porque le sonreía tanto?! Tanto esfuerzo le había costado a él, hacer que su pequeña riera de nuevo, tantos años esforzando se porque ella brillará, por poder ver la tan radiante como estaba ahora, por procurar le todo su amor y su atención, y ahora llegaba ese niñito mal oliente, a tratar la tan superfialmente, a robar se todo su amor, a apartar la de él, eso no lo podía permitir, Silco lanzó una mirada asesina al chico, advirtiendo le que no volviera a intentar algo así.
A Ekko no le intimidó la mirada asesina de Silco, pero no quería problemas con él, por lo que con una expresión seria, se dirigió al sofá de la sala, para pasar tranquilamente la tarde, hasta que llegara Vander, pero Jinx tenía otros planes.
Jinx estaba tan acostumbrada a la mirada feroz de Silco, que ya ni siquiera la distinguía de cuando estaba serio, por lo que no captó lo delicado de la situación, o puede que ni siquiera le hubiera prestado atención, ella solo quería aprovechar que estaba de nuevo con su amado Ekko, quería aprovechar cada segundo de tener le consigo, por lo que Jinx se sentó junto a Ekko, subiendo sus piernas sobre las de el, tomando con una sonrisa sus rastas, y dedicando le miraditas.
Ekko quería que se lo tragara la tierra, no lograba pensar en una manera de detener a Jinx, y Silco parecía estar a punto de maldecir lo, de hecho en ese momento recordó algo que le menciono Benzo, algo sobre que los padres eran muy sobre protectores con respecto a los novios de sus hijas, mencionando algo como "incluso Silco debe ser un poco así" y el ahora veía que no era solo un poco, era muy sobreprotector, y Jinx ni siquiera se daba cuenta de la situación, por lo que le pregunto a Ekko en voz baja, con cierto tono de reclamo infantil.
-mi papá está más guapo que yo? Por que no me miras? Hombrecito~
-Jinx... No es el lugar
-no estoy haciendo nada subido de tono, solo quiero que me mires
A Ekko se le pasó por la mente, que si hacía lo que quería, Jinx se calmaria un poco, así que se giró un poco para mirar la, pero para su sorpresa, apenas la miro, Jinx salto a sus brazos, besando lo mientras le abrazaba del cuello, en otras circunstancias a Ekko le hubiera encantado eso, pero ahora solo sentía que el sudor frío le bajaba por la frente, y cuando Jinx se apartó del beso, Silco estaba viniendo hacia ellos.
Ekko pensó lo peor en ese momento, que Silco lo maldeciria, que lo atacaría, que se llevará a Jinx, pensó muchas cosas, menos lo que acabo haciendo Silco, se acerco a Jinx, la tomo debajo de los brazos, como si fuera una niña, y la sentó en sus piernas abrazando la, sentando con ella en el otro extremo del sofá.
A Jinx le sorprendió un poco el acto, pero ella amaba que la abrazaran, y pese a lo cariñoso que era Silco con ella, no la abrazaba con esa fuerza tan frecuentemente, por lo que sin cuestionarse lo mucho, se abrazo también a los brazos de Silco, ignorando la mirada de odio que este le dedicaba a Ekko, quién se quedó sin palabras al otro lado del sofá.
Jinx aprovecho la oportunidad, para pedir le a Silco, que hiciera los hechizos que a ella más le gustaban, pues quería que Ekko también los viera. Ekko aunque estaba algo incómodo por la situación, al menos se sentía aliviado, de que Silco ya no le mirará con ganas de matar lo, porque estaba muy concentrado, en atender las peticiones de Jinx, el chico logro ver los hechizos que Jinx pedía, eran bastante lindos, y sencillos, quizás también podía hacerlos para ella, de hecho Ekko llegó a pensar que Jinx los pedía con esa intención.
Para el moreno aquello estaba siendo muy incómodo, Silco no paraba de sonreír le a Jinx, mientras le mimaba la cara y le daba un abrazo tras otro, algo que no sería tan raro, de no ser por el notable hecho, de que se esforzaba en dejarlo bien apartado a él.
Incluso cuando Jinx se trataba de acercar a Ekko, Silco la jalaba de vuelta a él con un abrazo, aunque Jinx se tomaba eso a juego y solo lo siguió haciendo un par de veces más riendo se, mientras Ekko no estaba seguro de donde mirar, al menos hasta que Vi entró en la sala, salvando lo sin querer.
-Ekko quiero entrenar mis movimientos, me ayudas?
-claro, encantado
Tiempo le faltó a Ekko para saltar del sofá y seguir a Vi, y por supuesto Jinx quiso seguir los a ambos, pero Silco no la dejo safarse de él, Jinx pensó que sería por que iban a pelear, así que rápidamente le dijo con tono infantil a su padre.
-no me meteré en la pelea, solo quiero ver
-tampoco deberías ver la en realidad
-no soy una niña, puedo aguantar una pelea, hasta me puedo meter en una... Aunque eso no me gusta tanto
Silco solo quería evitar que su nena se fuera de nuevo con ese niñato, pero no tenía ningún argumento para que no fuera, por lo que trataba de pensar en alguna forma de convencer a Jinx de no ir a donde estaba Ekko, y finalmente se lo ocurrió una maravillosa forma, no solo para que no fuera, si no también para poder pasar tiempo de calidad con su niñita, Silco busco un los bolsillos de su abrigo, un regalo secreto que tenía para ella, se supone que eran para el año nuevo, pero podía conseguir le más después.
Silco saco de su abrigo, una cajita pequeñas de "explosivos" o mejor dicho fuegos artificiales, tenían forma de cohete y por ello a Jinx le encantaban, además de que eran de los más vistosos, incluso su humo era de colores, a Vander no le agradaba mucho que los usarán por ahí, ya que había muchos niños, aunque en año nuevo los niños explotaban cosas aún más peligrosas por ahí, pero ya que Vander no estaba no habría tanto problema en sacar los.
La cara de Jinx fue un poema, apenas Silco saco de su abrigo los explosivos, ella los tomo emocionada, y pregunto eufórica, pero en voz baja, como un secreto.
-son para mi? Los puedo explotar ahora?!
-si no le dices a Vander, podemos salir ahora e ir a explotar todos los que quieras
Jinx asintió sumamente emocionada, se bajo de Silco para ir corriendo a la puerta, y este le siguió con una sonrisa de victoria, por haber logrado apartar a su pequeña de ese mal chico, el hombre tomo su saco y salió con su pequeña a pasar la tarde.
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No eras lo que pensaba
FanficAu Timebomb en una escuela de Magia. *Terminada* Jinx en este Au no solo está loca por temas psicológicos o psiquiátricos, si no que también tiene raíces mágicas eso, hay un lio familiar enredado con respecto a ella, Vi, Vander y Silco, quienes ant...