No eras lo que pensaba

Capítulo 5

Los chicos cenaron tranquilamente en silencio, al menos hasta que los fantasmas de la escuela entraron en el comedor, estos solían pasearse por este a la hora de la cena para hablar con los alumnos, claro que a los de primero al principio les daba miedo, pero con el pasar de los meses se acostumbraban, sin embargo Jinx era la única chica de grado superior que le tenía miedo a los fantasmas, Ekko la había visto salir corriendo del comedor apenas llegaban, o como se escondía bajo las mesas tratando de huir de ellos.

Sin embargo ahora que estaba junto a Ekko la chica trataba de verse valiente, todo el cuerpo le temblaba pero aún así trataba de ver a los fantasmas, sin embargo tan pronto uno se acercó un poco más a la mesa en que estaban Jinx dio un chillido y se cubrió los ojos temblando, aquello le recordó a Ekko lo asustadiza que era Powder antes, sintió algo de ternura por eso, y a la vez sentía que tenía que proteger la, ahora si podía ser su "Salvador" como ella le decía en broma cuando eran más pequeños, Ekko abrazo con cuidado a Jinx y le dijo, mientras le pedía con un gesto amable al fantasma que se apartará.

–tranquila Jinx, no te harán nada, ya se fue, si quieres podemos tomar nuestra comida e ir nos

Jinx asintió nerviosa, aunque a decir verdad a ella apenas le quedaba un bocado pues comía poco y bastante rápido, pero de todos modos Ekko lo tomo junto a lo que quedaba de su cena y salió con Jinx del comedor hasta el patio, ahí habían algunas bancas así que se sentó con ella en estas.

Jinx aún tenía cubiertos los ojos, aunque había dejado de temblar, Ekko sonrió un poco porque ese gesto de verdad se le hacía muy familiar.

–Powder...       Jinx ya salimos del comedor, puedes abrir los ojos

La chica se descubrió los ojos viendo como Ekko le ofrecía su cena, la tomo y se lo acabo de un bocado para luego responderle a Ekko, que estaba comiendo tranquilo.

–Ekko me gusta mi nombre, no me lo cambies

–es que aún pareces Powder, pensé que no, pero si lo eres aún

–jajajaja Ekko, no cambie de personalidad o algo así, solo tengo otro nombre, uno que me gusta más, es todo

–pero sabes lo que significa tu nombre, no? Porque te gusta un nombre así?

–conoces el cuento del duendecillo Jinxi Twinsi

–aquel cuento infantil...   Si, creo que lo oí una vez o dos

–es mi favorito, Silco siempre me lo leía cuando podía, me reía mucho con el, me agrada mucho el duendecillo

A Ekko le asombro bastante aquello, nunca pensó que aquel hombre de apariencia aterradora, que muy probablemente fuera un mago oscuro, fuera el tipo de padre que le cuenta cuentos a su pequeña, pensó que aquello sería cosa meramente de Vander, aunque Vi no le había contado algo así, pero en realidad Vi no contaba mucho, Jinx o Powder siempre fue más parlanchina que su hermana mayor.

De cierto modo aquello le alivió al chico, llegó a pensar que su amiga la había  pasado mal con aquel tipo, eso le asustó un poco, pero parecía ser lo contrario, eso lo tranquilizaba bastante, Ekko dio un par de mordidas más a su comida y pregunto con curiosidad.

–entonces fue tu idea ponerte ese nombre?

–si, más o menos jajaja, cuando empecé a vivir con él, Silco me dijo que con él yo podía ser como quisiera, que podía incluso tener el nombre que quisiera y el lo respetaría, entonces le pregunté si podía tener el mismo nombre que el duendecillo de mi cuento

–no le extraño eso?

–un poco jajaja pero igual me dijo que si, aunque me preguntó si no quería modificar lo un poco, para que fuera más mío, así que escogí que sólo fuera Jinx