No eras lo que pensaba

Capítulo 37

Ekko se sentó en el borde de uno de los muebles de la sala y Jinx al verlo se sentó a su lado, solo para jalar lo del cuello y subir lo sobre ella, Ekko se rió por eso, pero no protesto, entendía lo que Jinx quería, di una ligera mirada a la cocina, Silco no lo miraba con ganas de matar lo, así que tomo a Jinx de la cadera y se sentó con ella sobre sus piernas.

Sin hacer pregunta alguna Jinx tomo las rastas de Ekko para terminar la trenzas que había iniciado en ellas, Ekko simplemente dio un leve suspiro y la dejó seguir con lo que hacía, Jinx parecía tener una particular obsesión por su cabello no solo ahora si no desde niños, siempre estaba tocando le el cabello y le decía lo lindo que era, y aún recordaba las veces que había intentado poner le broches o colitas que obviamente se caían por su poco pelo, en escénica Jinx no había cambiado, solo había madurado en algunas cosas, tras unos segundos Ekko le pregunto con una sonrisa a su novia.

–por que te gusta tanto mi cabello?

–porque es genial! Es de un color inusual, es super suave y te hace resaltar

Le contesto Jinx con gran entusiasmo a Ekko a lo que esté sonrió encantado por esas palabras y le acarició el cabello a Jinx.

–puedo decir lo mismo de ti~

–te gusta mi cabello, Ekko?

–me gusta todo de ti jaja

Jinx hizo un sonido de ternura al oír a Ekko decir eso, la chica lo abrazo efusivamente y luego termino las trenzas en el cabello de Ekko, riendo se del gracioso resultado mientras decía tomando sus pinturas de uñas.

–jajaja si te vieran los chicos! Se estarían burlando de ti jajaja!  Te apuesto a que dirán que haces trampa con el planeador

–estabilizador

Él le corrigió suavemente, a lo que Jinx solo hizo un gesto que daba a entender que le daba igual decir lo bien, Ekko solo se rió del gesto y siguió.

–quizas lo digan en broma

–no, no, lo podrían decir enserio, para que no lo uses y así tratar de vencerte, en un complejo plan que armarian entre to-

Ekko silencio a Jinx haciendo esa seña que habían pactado en navidad, Ekko sabía que estaba siendo paranoica, uno de los efectos mas persistentes de su maldición, era difícil contraatacarlo incluso con la medicación y al principio fue difícil para Ekko entender eso, porque parecían pequeñas rabietas de Jinx, o como Vi una vez le dijo: que ella exageraba las cosas. Pero viendo lo angustiada que podía sentirse por esas ideas, y cuan real eran para ellas pese a lo ilógicas que fueran, a Ekko le quedo claro que aquello era como otra alucinación, y como en estas Jinx podía darse cuenta de que lo era si la ayudaban firmemente, y otras veces se daba cuenta sola, pero la sensación no desaparecía, no fue algo fácil de descifrar, pero gracias a aquello podía ser un gran apoyo para Jinx.

En cuanto la chica vio esa seña en Ekko, enseguida recordó lo de la noche de Navidad, entendía que estaba malinterpretando algo, y sus alucinaciones o delirios eran algo que la hacía sentirse bastante apenada e incluso acorralada, por lo que empezó a mirar nerviosa a todos lados, sin atreverse a preguntar lo que pasaba realmente, Ekko entendiendo el gesto y le respondió tranquilamente.

–ellos no harían eso, son nuestros amigos, recuerdas?

–pero, y si cambiaron? Y si ahora te odian y a mi? Todos me odian, y volvieron malvados?!

Viendo cuanto se incrementaban los delirios de Jinx, Ekko entendió que no iba a lograr nada razonando lo con ella, por lo que simplemente la ayudo a ponerse en la posición que ella tomaba en sus ataques más fuertes, se quedó abrazado a ella y le cantaba al oído una de sus canciones favoritas tratando de ayudar la a pasar mejor el amargo momento.