Capítulo 4

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Ambos jóvenes vieron entusiasmados todo el libro de Jinx hasta que se terminó, Jinx lo cerro secando se las lágrimas que le habían salido por reírse tanto.

Apenas ahí fue cuando ambos notaron la hora, era bastante tarde, el cielo ya estaba adoptando los tonos anaranjados del atardecer, se habían salteado el almuerzo sin darse cuenta, pero ya entonces les empezó a dar algo de hambre, sin embargo aún faltaba tiempo para la cena, Jinx se quedó unos minutos en silencio mientras Ekko trataba de recordar si tenía algún bocadillo en su habitación, pero sus pensamientos de nuevo fueron interrumpidos por las palabras de la chica, que para su sorpresa no iban dirigidas a él, si no al libro que tenía entre sus manos.

–tengo dulces en mi habitación, pero...    Debo llevar lo conmigo? No sé si tenga suficientes

Luego paso a mover el libro como si este hablara y haciendo otra voz respondió.

–"tienes un amigo después de mucho, debes ser amable con el". Hey también tengo otros amigos, uno más al menos...   Pero no es más grosero que ambos comamos poco? "Tú sabes multiplicar las comidas, lo olvidas?" Es que olvide como era ese hechizo jaja la última vez que lo oí fue cuando...       Con Vander...     Quizás esté en mis libros...    Bien, iremos

Antes de que Ekko pudiera preguntar algo Jinx lo tomo de la muñeca y se lo llevó a rastras a la torre de las chicas, Ekko la siguió confundido, podría haber hecho que se detuviera, pero aquello implicaría lastimar a la chica y no quería eso, aunque por la pena de entrar ahí casi lo hace, por suerte la torre estaba prácticamente vacía, había unas chicas en la sala de la parte de abajo, pero estaban tan centradas en su lectura que ni los vieron pasar.

Jinx subió a Ekko a su habitación y saco de la gaveta de su mesita un cupcake de calabaza envuelto en un papel de aluminio que lo conservaba, también saco una libreta y se puso a hojear la buscando algo, encontró enseguida lo que buscaba y finalmente lanzó un hechizo sobre el cupcake duplicando este en dos dando le el original a Ekko quien aún extrañado por el escenario que acababa de ver seguía mirando a Jinx anonadado, le tomo varios minutos procesar lo que pasó, Jinx ya había acabado su cupcake cuando esté apenas pudo empezar con el suyo, le dio una buena mordida y luego le pregunto a la chica.

–por que hablabas con el libro?

–por que no lo haría?

–porque yo estaba a tu lado, pudiste hablar conmigo, además es un libro

–pero hablábamos sobre ti, hubiera sido grosero que hablara aquello contigo, además me conoce mejor

Ekko frunció el ceño tratando de entender la extraña lógica de Jinx, pero ni aun tratando de poner le lógica tenía sentido.

–llevas leyendo ese libro como una semana, cómo vas a decir que te conoce bien, si es que los libros o las cosas pudieran conocer a alguien ...       Aún si fuera así ese libro no te conoce tanto como yo...    

Ekko se frotó con frustración la frente, al percatarse de lo absurdo que sonaba lo que acaba de decir, por lo con tal frustración le respondió con cierto enojo a Jinx.

–Pero que estoy diciendo?! ves lo que me haces decir!

Ante tal reacción de Ekko Jinx bajo apenada la mirada, no sabía que podía ser tan irritante, oía voces dentro de ella gritando le que si lo era, que ella era irritante, que todos la odiaban, que iba a alejar a Ekko de ella como había hecho con todos los demás.

–no, basta! No digan eso...         No lo perderé también...         No soy eso, no lo digan de nuevo...   No, no...   No es cierto...  

Jinx se había puesto a llorar y a temblar, Ekko sintió que aquello fue su culpa y arrepentido trato de buscar la poción de Jinx, pero ...    No se la había tomado ya? Acaso descuido de nuevo sus medicinas?.

–Jinx, la tomaste hoy?

Jinx asintió pero de todos modos llevo su mano temblorosa a la maleta, debía necesitar otra dosis, Ekko entendió que era así por lo que abrió la maleta e ignoro todo buscando la poción que Jinx escondía por pena, ya al encontrar la uso el papel de aluminio del cupcake para hacer una pequeña cucharita y con esta le dio un poco de la poción a Jinx, ella la bebió aún entre lágrimas, cubriendo se inútilmente los oído como si eso pudiera callar las voces que se hallaban en su cabeza.

Luego de un largo minuto Jinx se estabilizó un poco, aunque aún estaba algo agitada al momento en que se tumbó en su cama, y aún estaba llorando, pero se veía más tranquila, Ekko dejó la poción donde la tomo y se sentó junto a ella apenado por lo que pasó, algo le decía que tenía la culpa, estaba bastante seguro de eso así que se disculpó enseguida.

–lo siento mucho Jinx...     No debí gritarte

–soy exasperante...     No?

–no, no es eso...     Sé que eres un poco peculiar, siempre lo has sido, aún recuerdo cuando jugabas con las babosas de la comida jajaja o como dejabas que las luciérnagas se te metieran en la boca como si nada, es solo que me sorprendiste con eso...     Pero puedes hablar con los libros o los calderos si eso te hace feliz, Jinx

Jinx sonrió entre lágrimas ante eso, y sin dudar lo salto a los brazos del chico abrazando lo, no podía saber este cuán aliviada estaba Jinx de no ser apartada por sus rarezas o sus ataques, todos la odiaban, eso sentía ella, y aunque en realidad no fuera así muchos le temían, y eso lo sabía también.

Ekko tomó aire antes de corresponder su abrazo a Jinx, tenía que tener le más paciencia, pensó que seguía siendo su misma Powder, y lo era en parte, pero ya no era la misma, y tenía esas nuevas particularidades, que tenía que aceptar si quería estar cerca de ella, y quería hacer lo, su corazoncito estaba palpitando fuertemente por el abrazo de la chica, aún sentía algo por ella, quería quedarse cerca de ella, pero debía tener más en cuenta lo de su nueva forma de ser.

Ambos estaban tan cómodos en el abrazo que tardaron unos minutos en soltarse, Ekko incluso termino su cupcake abrazado a Jinx, solo se soltaron cuando oyeron la campana del comedor, ambos tenían mucha hambre así que se levantaron enseguida, y Ekko le dijo a Jinx emocionado, como queriendo impresionar la tanto como ella lo había hecho hace un momento.

–en escoba llegaremos más rápido!

–pero yo no sé volar, me da miedo

–oh vamos, irás conmigo, hay algo más seguro que eso?

–si, muchas cosas de echo jajaja ...        iré si me dejas ir al frente de ti

–esta bien

Ekko llamo su escoba y se subió en ella enseguida, Jinx se puso frente a él como pidió, Ekko la tenía casi contra él y eso lo puso un poco nervioso, pero trato de controlarse y tomo el mando de su escoba, Jinx quedaba encerrada entre sus brazos, entonces Ekko entendió porque quería ir adelante, iba bastante resguardaba, y se podía sujetar también a la escoba, Jinx era bastante astuta y precavida.

Ekko los llevo volando hasta la entrada del comedor, porque sabía que si entraba con la escoba, lo castigarán por enésima vez, mando su escoba a su habitación con otro hechizo, y entró con Jinx al comedor, eran de los primeros así que pudieron elegir una muy buena comida.

No eras lo que pensabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora