Capitulo 9

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Esperaba que mi día fuera productivo inicie levantándome a las 8am (era raro levantarme a esa hora los sábados, normalmente bajaba a desayunar por eso de las 11) baje a desayunar y Charlie ya estaba alistándose para ir a la comisaría -últimamente habían muchas muertes en el pueblo, que raro- al bajar me vio e hizo cara de sorpresa lo cual me ofendió.

– Harás algo hoy? – preguntó mientras terminaba de beber su café.

– No, solo pensé que hoy era un lindo día para hacer cualquier cosa.

– Enserio? Porque Edward Cullen llamó hace unos minutos pidiendo permiso para que salieras con el. – sonrió ante la idea.

– ¿Por qué haría eso?

– Hazte la tonta. – lo dijo con cierto tono humorístico.

– Me dijo ayer. No le contesté y aún no sé si tengo ganas de salir.

– Creo que quiere algo y está empezando con el pie derecho. – me guiño el ojo – Deberías salir, estar mucho tiempo encerrada causa enfermedades.

– Lo pensaré.

– No lo pienses mucho. ¿Quieres hotcakes o huevo?

– Hotcakes sin duda, el huevo no me sienta bien por las mañanas. – le contesté. El solo negó con la cabeza mientras sonreía.

– Delicada – esto lo dijo Cedric mientras terminaba de bajar las escaleras.

– Tambien tienes planes hoy? O porque tan madrugadores? – Tan raro era vernos de pie tan temprano?

– Saldré con Alice y Jasper... También?

– Dorian saldrá con Edward más tarde – afirmó Charlie.

– Aún no lo decido.

– Edward? – su rostro mostraba sorpresa.

– Algo así.

– Desde cuando salen?

– No salimos, es la primera vez que hablamos en realidad.

– Ajá, haré como que te creo.

– Como quieras. Te gusta el fútbol americano? – pregunté a Charlie cambiando de conversación, no quería que Cedric hiciera más preguntas – Una compañera consiguió camisetas autografiadas de los Dodgers.

– Los Dodgers son de béisbol – ¿Y no era lo mismo?

– Eso dije, bueno el punto es que me podría vender una, pero necesito asegurarme que te gustan.

– Claro, te daré el dinero.

– No, es mi obsequio de cumpleaños.

– No es mi cumpleaños.

– Para cuando sea.

– Está bien – termino la conversación con una sonrisa por parte de Charlie y con varias dudas por parte de Cedric.

Las conversaciones con Charlie eran un poco más fluidas. Éramos un poco parecidos, disfrutábamos más el silencio y no se sentía incómodo. Eran de las pocas personas que sabían apreciar el silencio, aún así, me gustaba hablar con el.

A las doce, Edward ya estaba fuera de la casa de Charlie como lo dijo. Llevaba un pantalón de mezclilla negro, una playera gris y una chaqueta de cuero negra.

Me sentí realmente tonta cuando lo ví, yo solo llevaba pans.

– A dónde iremos? Porque si es a algún lugar público o algo parecido podría volver adentro y ponerme algo más acordé con la situación.

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