Capitulo 20

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Las horas pasaban, pero el tiempo parecía tomarse un descanso cada minuto. Miraba el reloj cada segundo en busca de ver al menos los números cambiar, miraba la puerta a cada rato con la esperanza de que alguien la cruzara y así poder escapar. Está era la peor tortura que algún día pude tener, no la deseaba a nadie.

Pero aquí estaba escuchando o más bien intentando escuchar a Bella. Trataba de prestarle -aunque sea solo un poco- de atención a todo lo que decía, pero mi mente estaba jugando en otra parte. Intentaba unir las oraciones que mi cerebro lograba captar y así poder entender lo que trataba de decir.

Nada me ayudaba, no había nada para distraerme y aún así estaba distraída.

Pude enfocar toda mi atención cuando la escuché mencionar a Edward y su raro comportamiento. ¿No ya habíamos tenido está conversación? Parecía un maldito bucle.

– ¿Porque tienes tanta curiosidad de el? Es un completo tonto, no tiene nada de interesante, no logro ver lo que tú ves en el.

– ¿Nada? - siguió hablando al recibir una negación de mi parte - Es extraño, no logro descifrarlo.

– Si que es extraño. Lo conozco de hace casi un año y nunca había visto a alguien tenerle tanta curiosidad.

– La forma en como se comportó, nadie hace eso.

– Te dije que era alergia, ¿Nunca haz tenido? Es muy común por la humedad, según leí en alguna parte.

– Tan solo tu eres extraña. Haces cosas raras; hablas por las noches, sales de casa en la madrugada, desapareces por horas y no cuestionas nada de ellos.

– Porque no tengo nada que cuestionar.

– Ni siquiera le das importancia y los defiendes.

– Porque no hay nada a lo que darle importancia. Ya te explique que tenía ALERGIA, volverá en unos días y podrás comprobarlo por ti misma.

– Otra vez lo defiendes.

– ¿Y que tendría que hacer? ¿¡Quedarme callada mientras hablas de un amigo y armas teorías completamente locas?!

– No es normal.

– ¿Qué es normal? Porque para mí el es normal a su manera, cada uno es diferente y si hablamos de "normal" nadie lo es.

– Haré como que te creo.

– Haz lo que quieras, solo no me metas en esto.

¡Merlín, otra vez soy yo! Si tienes algún espacio en tu paraíso por favor llévame, prometo no dar molestias y no ocuparé mucho espacio.

Subí a mi habitación antes de que siguiera hablando, quería tener tan solo un minuto de paz, solo eso. Pero al parecer todo el universo estaba en mi contra.

– Te estás divirtiendo? - pregunto con un poco (mucho) de burla, había escuchado la conversación que tuvimos abajo, al parecer era gracioso.

– Como nunca antes.

– ¿Quieres salir? Te ves un poco, solo poco, estresada.

– Me vendría muy bien.

Conducía en silencio, el sabía que no quería hablar por ahora, y apreciaba que lo hiciera por esta vez.

Después de un rato de solo manejar decidió parar en media carretera.

– ¿Quieres hacer algo en especial?

– No tengo planes, así que puedes hacer lo que quieras.

Y siguió conduciendo por un rato más. Llegamos a la casa Cullen ¿Porqué? No lo sé, pero era mejor que estar con Bella.

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