Capitulo 32

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Los cumpleaños eran una prueba clara del transcurso del tiempo y cuánto habías crecido durante años. Cumplir 1 año significaba lo mejor aunque no lo recordarás nunca, cumplir 10 años era fantástico, pues te sentías un niño grande y tú única preocupación era jugar juegos más pesados. Pero todo empezaba a caer en picada cuando llegabas a la adolescencia; cambios hormonales, psicológicos, físicos que para algunos era buenos y para otros una tortura. Y ni hablar de lo que le seguía, para ese punto debías tener un plan de vida, asistir a la universidad y después trabajar hasta que pudieras pagar tu pensión y talvez descansar.
Considero que morir siempre fue una mejor opción.

Bella estaba por cumplir años y le aterraba la idea de envejecer -aunque no puedes envejecer de un día para otro- aún así ella no quería seguir cumpliendo años con su cuerpo mortal, quería ser transformada y según ella “Pasar la eternidad al lado de Edward” sin ser algo así como una pasa, arrugada.

El día empezó cantando un feliz cumpleaños a Bella a petición de Charlie, continuo con el desayuno un tanto aburrido. Durante la comida, Bella no dejo de quejarse diciendo que los dieciocho apestaban y era el comienzo para envejecer, por suerte Edward llegó justo a tiempo para llevarla al instituto y así librarnos un rato del tema "ser anciano."
Charlie me llevo a la escuela poniendo el pretexto de pasar tiempo juntos otra vez, la realidad era que quería hablar muy seriamente conmigo sobre el comportamiento que tenía últimamente, lo cual no negué en ningún momento, pues estaba siendo una mierda con todo mundo y "todo mundo" incluía a Charlie, quien no merecía ese trato. Quedamos en hablar más tarde con mucha más tranquilidad.

Alice me esperaba en la entrada con mucho entusiasmo, dijo que haría una fiesta en su casa para celebrar el cumpleaños de Bella y esperaba que yo estuviera presente, puse de excusa a Charlie y después mencioné que aún no me quitaba el castigo, antes de que dijera algo más, ella se adelantó y dijo que hablaría con el.

Las clases fueron iguales, y del almuerzo ni hablar, mi único consuelo fue escabullirme a los baños para encontrarme con Angela. Sus padres aún no dejaban de tener una mala impresión mía, así que nos veíamos en los baños, parecíamos amantes viéndose a escondidas y eso era lo que éramos literalmente.

Después de clase Charlie paso por mi llevandome a comer en su descanso, solo eramos nosotros dos, Cedric y Bella se habían ido a la "fiesta" después de clases, lo que nos dejaba tiempo para aclarar nuestras dudas.

- Y de que querías hablar? - sabía perfectamente, pero era mejor preguntar antes para no decir algo de lo que te pudieras arrepentir después.

- Sabes que puedes ser honesto conmigo, no es así, Dorian? Cualquier cosa que te incomode la puedes hablar conmigo, sin presiones, por supuesto.

- Específicamente…?

- Últimamente te veo muy irritada, todo el tiempo estás enojada y siento que ya no eres la misma chica que conocí hace tiempo. Puedes contarme lo que te pasa, nada saldrá de esta boca si eso es lo que te preocupa.

- Estoy bien, no tengo nada - mentira, tenía de todo, pero el sentimiento que mejor lo describía era: odio. - Las personas cambian, ¿No es así?

- Si lo hacen - la forma en que lo dijo fue sin ánimos, sabía que no cedería a nada por el momento.

Algo que más amaba de Charlie era que nunca había presión y no la habría, si no contestaba, no me forzaría a hacerlo. Siempre recalcaba que saldría cuando estuviera lista.

- Charlie - lo llamé después de unos minutos.

- Si - sus ojos mostraban esperanza.

- Si yo hiciera algo malo que probablemente te dañará emocionalmente, ¿Seguirías queriéndome?

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