Capitulo 2

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Las paredes del recinto adornadas con candelabros sin pizca alguna de luz; las mesas que solían estar en el centro ahora se encontraban a las orillas dejando el centro libre, camino a la Copa del Cáliz de Fuego, su única luz. Emanaba con fuerza su cálido fuego azul iluminando una pequeña parte de aquella enorme estancia.

Los estudiantes murmuraban entre si, ansiando el momento para elegir a sus campeones de cada respectiva escuela. No tardó mucho en empezar la ceremonia por la cual todos estaban reunidos, algunos con esperanza a salir ganadores, algunos por curiosidad y otros por mera obligación.

El campeón de Beauxbatons fue la chica rubia, Fleur Delancour, quien se levantó al instante y fue guiada a una sala más privada; fue seguida de Viktor Krum, el campeón de Durmstrang, quien recibió fuertes aplausos los cuales cesaron al instante siguiente. Hogwarts quedó en silencio absoluto, un silencio fuera de lo normal, y eso se debía a qué cada alumno y profesor presente tenían curiosidad por aquel "error" que había cometido el Cáliz al expulsar dos participantes para Hogwarts: Cedric Diggory y Dorian Grindelwald. Nadie podía creerlo, pero en especial, había una persona que sabía que eso era un grave error que podía causar alguna catástrofe o peor aún, su muerte.

Harry Potter había quedado fuera del Torneo de los Tres Magos. Aquel hombre con el semblante serio y pensativo ahora se encontraba neurótico por dentro, tratando con desesperación de averiguar lo que había salido mal, ¿Por qué Grindelwald había salido en lugar de Potter? Estaba seguro de no haber cometido ningún error, repaso con lujo de detalle todo el plan una y otra vez sin encontrar algo no planeado. ¿De verdad se habría equivocado el cáliz? ¿O de verdad Dorian era una candidata a participar? sea la respuesta que arrojará, ponía en peligro el "Regreso del Señor Tenebroso" y con ello su futura muerte. Aquella había sido la oportunidad perfecta para que Lord Voldemort volviera a tomar el poder del mundo mágico y en cuestión de segundos la joven bruja había hecho pedazos aquel plan que llevaba meses en marcha.

- ¡Alastor, viejo amigo! ¿Sigues ahí? - hablo el anciano al hombre del rincón.

- Mmm, ¡Ah sí! Estoy de acuerdo en tu decisión, Albus - soltó, como si estuviera en piloto automático obligandose a si mismo a parecer lo más normal posible.

- Siendo así, nuestro Torneo de los Tres Magos tendrá cuatro participantes por primera vez - hablo con calma pero con firmeza en su voz.

Ninguno de los presentes podía hacer nada más, la decisión fue tomada por Barty Crouch, ministro de magia. Ahora serían 4 participantes, algo no antes visto en tanto tiempo o mejor dicho, nunca.

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Ser un “Auror” no tenía explicación alguna de lo asombroso que era. Ni en mis más remotos y alocados sueños habría imaginado tal cosa, tan solo despertar un día con una oportunidad como está, era increíblemente imposible, pero aquí estaba, cumpliendo con mi deber de "Auror."

Los días eran iguales pero tan diferentes a la vez. Teníamos un caso; Sir. William Jones estaba causando un poco de problemas fuera de casa, algo que la Macusa no pudiese arreglar con facilidad, pero antes de proceder a ser denunciado como "alboroto muggle" se debe contar con algo tan fácil y sencillo, llamado: pruebas. Así que aquí estábamos, obteniendo una pizca de aquella pruebas tan necesarias para poder procesarlo ante el Mayor.

Amy, cómo todos los días, me acompañaba en esta tan comprometida tarea. Era un gran soporte tenerla a mi lado, me mantenía distraída y a la vez concentrada en mi trabajo. Era una gran amiga y compañera.

- Otra vez hace lo mismo.

- Sabe que la Macusa lo tiene vigilado - respondí con simpleza. Los días se basaban en observarlo y esperar a que "cometiera un delito."

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