CHANGKYUN.

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El sonido de la rápida respiración de Jooheon me despertó.

Me giré hacia la cama y miré hacia arriba para ver a Heon dando vueltas, un brillo de sudor cubriendo su cuerpo, un gemido bajo lo dejó,
pero antes que pudiera siquiera debatir si despertarlo de lo que parecía una pesadilla, jadeó y se lanzó hacia arriba, abriendo bien los ojos.

—Oye. —Me quité la sábana y me puse de rodillas—. Vaya sueño, ¿eh? ¿Estás bien?

Heon asintió mientras intentaba controlar su respiración, esperé mientras se tomaba su tiempo, descansando su cabeza en sus manos, y cuando pareció estar firme de nuevo, dijo:

—Esto está empezando a molestarme.

—Dos pesadillas y un ataque de pánico en veinticuatro horas, eso también me cabrearía a mí.

—¿Cómo hago que se detenga?

Por una vez, no tenía una respuesta, lo que sin duda le sorprendería.

—¿Lobotomía?

Me miró de debajo de sus manos. —¿En serio?

—Quiero decir, eso lo haría.

—¿Alguna otra idea genial?

—Sí, muévete.

—¿Qué?

Me levanté y le hice un gesto para que se moviera.  —Recuéstate.

—El sexo no es la respuesta, Solo.

Poniendo los ojos en blanco, suspiré. —¿Quieres que se detenga o no?

Heon me miró y luego se movió lentamente al otro lado de la cama, me puse a su lado, moviéndome y esperando que él hiciera lo
mismo, levanté la sábana sobre nosotros, poniéndonos cómodos, lo cual no fue difícil ahora que no estaba durmiendo en el suelo, y me pregunté por dónde empezar.

—Te dije antes que para superar todas las locuras por las que has pasado, sólo tienes que empujar más fuerte y seguir adelante, y eso es verdad, pero... —La cara de mi hermano apareció en mi mente, clara como el día, hubiera dado cualquier cosa por tenerlo de vuelta, cualquier cosa, al tragar, me puse sobre mi codo con la cabeza en la mano—. Han pasado cuatro años desde que perdí a mi hermano, y estaría mintiendo si dijera que estoy bien. —La alarma saltó a los ojos de Heon, pero le hice señas para que desistiera—. No digo eso para que sientas lástima por mí, por favor, no lo hagas, lo digo porque no sé si alguna vez superas las cosas traumáticas por las que pasas, saliste de esto con vida, pero no significa que tu cabeza esté en el lugar correcto, y lo entiendo, verteeyectarte me trajo todas esas emociones de cuando mi hermano murió y
no me esperaba eso, pensé que había embotellado esa mierda, ¿sabes?

—Así es como murió, ¿no? ¿Un fallo de expulsión?

Asentí. —El techo no se abrió a tiempo, su cabeza fue directamente a través de él, murió en el impacto.

—Jesús, no lo viste, ¿verdad?

—No, estábamos en lados opuestos del mundo, pero yo estaba allí cuando trajeron su ataúd a casa, y creo que estaba en negación hasta entonces, como si no estuviera realmente muerto hasta que lo viera con mis propios ojos, y... joder, me perdí.

—¿Te perdiste? —La voz de Heon era suave en la habitación, como si no quisiera interrumpir mi línea de pensamiento.

—Sí, pasé de ser un simple piloto a ser un...

—¿Un temerario dolor en el culo?

Me encogí de hombros, sabiendo que eso era exactamente lo que la mayoría pensaba de mí.

—Supongo que sí ¿Cuál era el punto de seguir la línea y jugar a lo seguro? Mis padres habían muerto, mi hermano también había muerto...
¿quién quedaba para cuidarme?

Heon giró a mi lado, con sus ojos sobre mi cara mientras ponía su almohada bajo su cabeza.

—¿Aún te sientes así ahora?

—¿Imprudente?

Heon levantó una ceja ante mi intencionada desviación.

—Que no le importas a nadie.

Esos penetrantes ojos negros parecían meterse en los míos, buscando la verdad, y sabía que si intentaba inventar una mentira, él vería a través de ella.

—Creo que es posible. —Cuando Heon no dijo nada, añadí— Tal vez.

Heon extendió la mano y tocó la cadena alrededor de mi cuello, trazando el largo hasta que pudo enganchar su dedo bajo las placas de
identificación, que rozó con su pulgar.

—Yo no quería.

—¿Qué te importara? —Panther asintió—. ¿Y qué pasó?

Él sonrió.  — Pero lo hiciste.

Mi estómago se apretó con esas tres simples palabras, lo porque fueran tan especiales, sino por la forma en que las decía, como si estuviera completa y totalmente hipnotizado por mí.

Me sentí jodidamente invencible.

—Eras molesto, persistente, exasperante hasta el final, pero maldita sea si no me hiciste sentar y tomar nota.

—¿Sí?

—Sí ¿Esa primera noche, en el bar?

—Hmm, ¿por qué esperabas una polla flácida?

—Polla... —La boca deHeon se abrió, pero luego se rió—. Cuando estaba esperando a mi cita, no podía dejar de mirarte, deseando lo que obviamente ofrecías...

—Oye, te lo dije, no soy sutil.

—Así que lo hiciste, pero entonces, justo cuando iba a ceder, sentí estas... —Heon volvió a acariciar mis placas con la punta de los dedos—. Y eso fue todo... no había forma en que me involucrara contigo.

—¿Cómo te ha funcionado eso?

Heon soltó el metal y arrastró sus dedos por mi pecho desnudo.

—Bueno, estás en mi cama, así que, como dije, hiciste que me fijara en ti cuando realmente no quería, e hiciste que me importara porque tú
eres tú.

—Jooheon... —Suspiré dentro del cuarto oscuro, mientras Heon se acercaba un poco más a mí, mi pulso se aceleró mientras él de alguna manera se las arreglaba para volver a dirigir esta conversación de él mismo hacia mí, y yo me sentía vulnerable y expuesto, de una manera
que nunca antes me había sentido—. No hago este tipo de cosas.

—¿Tumbarte en la cama con un hombre? Ambos sabemos que es una mentira.

—Conversar, yo no hago... esto. —Hice un gesto a sus dedos dibujando patrones sobre mi piel—. No le cuento a la gente mis pensamientos y sentimientos, no hablo de mis padres y de mi hermano ¿Todas estas cosas emocionales? No lo hago.

Heon echó su mano hacia atrás, sus ojos todavía clavados en los míos, pero no había ira, ni dolor.

—Bueno, ya sabes dónde está la puerta, si quieres irte, vete, no te obligaré a quedarte.

Y maldita sea, si incluso cuando cada instinto en mi cuerpo me dijo que me levantara y saliera, me di la vuelta y dije:

—¿Pero cómo sabría que estás bien?

SPEED [JOOKYUN] #2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora