CHANGKYUN.

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—¿Y qué va a ser? ¿Hamburguesas? ¿Pizza? O quieres algo un poco menos...

—¡Pizza!

La rápida respuesta de Jooheon me hizo reír cuando me senté en su cama y saqué mi teléfono, había sido un día largo, y bastante
trascendental para el hombre en el baño que se secaba después de su ducha, así que decidimos que merecíamos una comida de celebración.

Cuando encontré la pizzería local, Kh’s Pizza, le di a la opción de entrega y empecé a preparar para los dos una comida digna de campeones.

—Oye, ¿estrella? —llamé, y cuando Heon asomó la cabeza por la puerta del baño, me reí—. Es bueno ver que has abrazado tu estatus de celebridad y estás respondiendo de la misma manera.

Él se encogió de hombros, pero su sonrisa engreída me dijo que estaba bastante satisfecho consigo mismo, y ¿por qué no lo estaría? No todos los días se vence al Capitán “Razor” Lee en el aire, y tuve que creer que era un día que Heon nunca vio venir.

Mientras abría la puerta y salía con nada más que una toalla, la confianza que rezumaba casi me hizo tirar mi teléfono al suelo para una celebración diferente.

—No —dijo Heon mientras se dirigía al armario—. Quiero decir, se sintió muy bien hoy allí arriba venciendo a mi padre, pero es sólo parte del trabajo, me sentiría igual si te derrotara a ti o a Levy.

Me burlé.

—Mentira, acabas de hacer algo que nadie más ha hecho en la Marina, venciste al mejor instructor...

—Ex-instructor —señaló, girando para coger un par de pantalones cortos y una camiseta del armario.

—Bien, venciste al ex-instructor de más alto rango, un hijo de puta aterrador en una cabina, no me importa cómo lo llamesLe ganaste y
encima de todo eso, es tu viejo. —Me puse de rodillas encima de su colchón—. Si tu pecho no se hincha y no te sientes como si fueras el más
rudo de APCAN esta noche, entonces tal vez deba buscar al tipo que sí se siente así, porque quiero follármelo.

Heon miró por encima de su hombro, y la mirada en sus ojos hizo que mi polla palpitara en respuesta, luego se volvió, tiró su ropa en la cama a mi lado, y alcanzó el nudo en su cadera.

—¿Quieres salir de esta habitación?

Mis ojos se deslizaron sobre su pelo mojado y su mandíbula cincelada, y siguieron una gota de agua que se deslizaba por el lado de su cuello.

—No, pero si...

Heon se acercó a la cama y liberó el nudo de su toalla, y mis palabras quedaron atrapadas en la parte de atrás de mi garganta.

—Pero si... ¿qué?

Me lamí los labios y dejé que mis ojos vagaran sobre su pecho y sus abdominales, y luego me fijé en el oscuro sendero del tesoro que llevaba a la tierra sagrada.

—¿Changkyun?

—¿Eh?

—¿Pero si qué?

Joder si pudiera recordar.

Todo lo que podía pensar ahora era en lo cerca que estaba de ver esa toalla en el suelo a sus pies.

—No tengo ni idea, pero por el amor de Dios, ¿puedes dejar caer la maldita toalla?

Finalmente soltó la tela de algodón, y cuando golpeó el suelo, me puse de rodillas en la cama y puse mis manos en su pecho.

—Joder, tu cuerpo...

Heon alcanzó mi cara y se inclinó para rozar sus labios sobre los míos, y justo cuando lo hacía, su estómago gruñó, me reí entre dientes y luego le mordí el labio inferior.

—¿Hambre?

Mientras se enderezaba, yo arrastré mis dedos por el centro de su esternón, mis ojos bajando aún más hasta la hermosa polla que se endurecía bajo mi toque.

—Desafortunadamente, me salté el almuerzo en la base, estaba demasiado ocupado oyendo hablar del otro pez gordo que le pateó el culo
a Heinz en el cielo.

Moví mis cejas.

—Le di una buena paliza, ¿no? Si me lo pides amablemente, te daré una justo después de comer.

Heon me empujó hasta que me caí de nuevo en la cama, y luego alcanzó la ropa que había tirado en el colchón.

—Pide la pizza, o serás tú el que recibirá una paliza.

—Hmm, promesas, promesas —dije mientras alcanzaba mi teléfono olvidado y me estiraba en su cama.

Mientras se metía en sus pantalones cortos, lo vi subirlos sobre sus musculosas piernas y muslos y luego alcanzar la camiseta.

—¿Qué tal si me das eso? Apuesto a que puedo encontrar un mejor uso que cubrir todo... eso —le dije, y bajé para reajustar la erección que su cuerpo había inspirado.

Heon agarró su camiseta y me la tiró, y cuando la hice una bola y la empujé detrás de mi cabeza como una almohada, se rió.

—Vale, entoncesssss, pizza, volvamos a eso antes de que me desvíe de nuevo, de hecho, ¿podrías ir y sentarte al otro lado de la habitación? —Heon bajó los ojos hasta la erección que todavía estaba frotando y se lamió los labios—. ¿Puedes irte ahora mismo, joder?

Con un destello en sus ojos negros, Heon se dirigió a la enorme silla de la esquina opuesta y tomó asiento.

—¿Así de lejos? ¿Crees que puedes controlarte?

—¿Honestamente? Fuera con la puerta cerrada entre nosotros sería la apuesta más segura, pero supongo que eso servirá por ahora. — Aparté los ojos del cuerpo de Heon y volví a mi teléfono—. Bien, pizza, concéntrate. —Heon se rió—. Cállate.

—No dije nada. —Me concentré de nuevo en mi teléfono—. Pero es agradable tener a alguien tan inteligente y centrado completa y totalmente nervioso porque estoy sentado aquí sin camiseta.

—Estoy nervioso porque me pones la polla dura, y antes de que pueda hacer algo al respecto, aparentemente tengo que alimentarte, así que apúrate y dime qué tipo de pizza te gusta más, o podría perder la cabeza.

—Soy muy fácil...

Me quejé.

—No digas eso.

—Quiero decir, soy un tradicionalista, pepperoni y queso, simple.

Suspiré y asentí.

—Bien, ahora estamos llegando a alguna parte, eso también me gusta. —Lo escribí rápidamente, añadí la información de mi tarjeta de crédito y le di a enviar, luego tiré mi teléfono en la cama y cerré los ojos—  Los diez minutos más largos de mi vida.

—Aww, pobre Changkyun —Le mostré el dedo—. ¿Cuánto falta para que llegue aquí?

—Demasiado tiempo —refunfuñé, y luego añadí— Veinte minutos.

—¿Y qué vamos a hacer hasta entonces?

Abrí un ojo y miré hacia él.

—Me voy a acostar aquí y haré que mi polla se comporte, no sé tú.

Heon soltó una risa estruendosa y cerró los ojos.

—Voy a hacer lo mismo, verte torturado me ha puesto nervioso.

—Me alegra ver que mi sufrimiento no es en vano.

—Confía en mí, te compensaré después.

Me pasé el brazo por los ojos y murmuré:

—Más te vale, joder.

—Cuenta con ello.

SPEED [JOOKYUN] #2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora